Espigón sur de la playa de Santa Cruz.
El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma se ha dirigido a la Dirección General de Costas del Ministerio de Fomento para solicitar mayores medidas de seguridad en los espigones transitables de la playa, cuyos trabajos se están realizando en la actualidad.
El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Juan José Cabrera Guelmes, explica que el proyecto de creación de la playa contempla que los dos espigones principales, al Norte y Sur de la ciudad, puedan ser transitados por los peatones -siempre que las condiciones lo permitan- como un paseo que se adentra en el mar. Estos espigones tienen una anchura de cinco metros, además de un graderío en el que es posible sentarse a contemplar una panorámica desacostumbrada de la ciudad, vista desde el mar.
El proyecto original, sin embargo, no prevé ninguna actuación de protección en estos diques. "Creemos que la posibilidad de que los ciudadanos puedan pasear por ambos espigones da un valor añadido a la playa y con ellos la ciudad ganará una zona más de esparcimiento, pero al mismo tiempo entendemos que estos paseos deben ser lo más seguros posibles, por lo que hemos solicitado la colaboración de la Dirección General de Costas, que es el organismo que está construyendo la playa", comenta el alcalde.
El coste de colocar barandillas protectoras en ambos espigones, tal y como solicita el Ayuntamiento, es de aproximadamente 70.000 euros. "Entendemos que es una inversión necesaria para garantizar al máximo la seguridad de los viandantes", continúa Juan José Cabrera Guelmes, "puesto que, en su estado actual, recorrer estos diques no está exento de peligro por la cercanía de los prismas, con lo que cualquier caída podría tener consecuencias graves".
Paralelamente, el Ayuntamiento está estudiando el proyecto de accesibilidad a la playa, a fin de determinar la incorporación de rampas y estructuras de madera que permitan que las personas con movilidad reducida puedan llegar a la zona de baño con la mayor facilidad.
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Pintao
No había caído yo en la estampa de la ciudad iluminada por el sol de la mañana, contemplada desde las gradas, mientras lees el periódico o conversas con algún amigo.
Lo de las barandillas en el lado de los prismas, de acero" inox of course," si que serán imprescindibles, pues supóngase cualquiera que un niño pequeño y atrevido como suelen ser cuando descubren que pueden caminar, se cae entre los prismas por cualquier hueco, el sólo imaginarlo, me asusta.
Luminosa idea del Sr. Alcalde. Que son 70.000 euros, contra la posibilidad de que se nos ahogue un muchacho.
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apurando
Miel sobre hojuelas !
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