“ORACIÓN EN SU BAJADA”
Porque el mensaje sencillo
que entre tus labios anida
vuela sobre nuestra vida
como pájaro amarillo;
porque el oro de tu brillo
hace a la rosa sombra
y borra tu cortesía
todo el polvo del camino,
quisiera, gloria del Pino,
ser eco de tu armonía.
Porque eres confesionario
para hablar con las estrellas;
porque nos llevan tus huellas
hasta un mundo imaginario;
porque tu pecho, incensario
rebosante de consuelo,
late esparciendo un desvelo
de privilegio divino,
quisiera, Virgen del Pino,
mirar mi rostro en tu cielo.
Porque eres hermoso nido
donde El Paso ya reposa
y en tus labios una rosa
de silencio se ha dormido;
porque el manantial crecido
con el agua de tu arrullo
parece limpio murmullo
ante el cual yo me reclino
quisiera, Madre del Pino,
que me llames hijo tuyo.
Manuel Terrín Benavides
