La exposición temporal El velero La Verdad y su época enfila sus dos últimas semanas en el Centro de Interpretación de la Bajada, de Santa Cruz de La Palma. Esta muestra ha formado parte de los actos de la devolución de la campana del célebre velero La Verdad, que ya forma parte de la colección permanente del Museo Naval, por su anterior propietario, el ciudadano norteamericano Thomas Cox. La exposición ha permanecido abierta desde mediados del pasado mes de abril.
La muestra cerrará a finales de septiembre, para culimanr este capítulo de la historia marinera de La Palma, el retorno de la campana de La Verdad, que de esta manera ha concluido un capítulo que quedó abierto desde la pérdida del velero a finales del siglo XIX.
En dos salas, esta exposición temporal ofrece un recorrido por la historia de la construcción naval en Santa Cruz de La Palma en el siglo XIX, especialmente por la apasionante historia de la saga de constructores navales Arozena.
La exhibición ha permitido ver por primera vez piezas de enorme valor histórico, como el Atlas de Arquitectura Naval de Fernando Arozena Lemos, que recibió una medalla de oro en la Exposición Universal de Filadelfia de 1873 y que ha sido mostrada por primera vez en público en la isla de La Palma, cartas de navegación de la época y otros elementos que estuvieron en el barco y pertenecieron a su último capitán, Miguel Sosvilla.
También se muestran los planos originales de La Verdad, un bricbarca de tres palos y mas de quinientos toneladas de desplazamiento, que fue la embarcación más célebre de las construidas en la isla a lo largo de la historia. Esta fragata dedicada a la carrera de Cuba fue un encargo de la Casa Yanes, botada en 1873, que se hundió en aguas de Bermuda en enero de 1899 a la vuelta del que a la postre fue su último viaje al Caribe.
La exposición contó con la colaboración de coleccionistas particulares que cedieron piezas que no se habían visto nunca en público de las familias Arozena -constructores de La Verdad, Yanes – sus armadores- y Sosvilla, su último y a la postre heroico capitán que pretendió irse a pique con la nave, tras embarrancar en unos bajos al sur de la isla de Bermuda, tras atravesar una tempestad que desorientó a la tripulación y dejó al barco en condiciones precarias.
La exposición, que ha registrado una importante afluencia de público, ha sido posible gracias al patrocinio de entidades públicas – Autoridad Portuaria de S/C de Tenerife, Cabildo de La Palma y Ayuntamiento de S(C de La Palma- y privadas – Fundación La Caixa, Boluda Lines, Fred Olsen y Hacienda San Jorge-, que han colaborado en su ejecución, que corrió a cargo de la empresa Gaia Consultores, responsable de la gestión del Museo Naval y del Centro de Interpretación de La Bajada.
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