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Economía
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Entrevista al vicepresidente de Ashotel en La Palma y gerente de la Hacienda San Jorge

“Todavía falta que la isla de La Palma se crea que su futuro es el turismo”

  • “Aquí nos hacen falta muchas más camas hoteleras”
  • “No es operativo ni es lógico que la planta hotelera esté repartida por toda la isla”
  • “Yo soy partidario de derogar la Ley de Islas Verdes y hacer una nueva que permita el desarrollo de La Palma”

Carlos García Sicilia, vicepresidente de Ashotel en La Palma y gerente de la Hacienda San Jorge.

¿Qué balance hace del año que acaba de terminar y qué perspectivas turísticas tienen de cara a un futuro a corto y medio plazo?

“El año 2018, nosotros notamos que ha sido el último de este pequeño boom que ha habido como consecuencia de la inestabilidad política en otros destinos. En general, 2018 ha sido bueno. Para el futuro estaríamos volviendo a la tendencia que teníamos hace tres o cuatro años, con bajadas de ocupación y la necesidad de volver a luchar para que los vuelos vengan”.

¿Por la recuperación de otros destinos?

“Sobre todo Turquía. Están apretando muchísimo, subvencionando vuelos. Afecta más al turismo de sol y playa, que aquí; en La Palma, sería Puerto Naos y afecta menos a este otro lado. Empezarán a replantearse si poner vuelos y nos terminará afectando a todos. Y volveremos a aquella dinámica de luchar por los vuelos, cuando estos años eran los operadores los que venían a pedirnos camas. Ahora estamos volviendo a la normalidad entre comillas”.

¿Aquello fue entonces una especie de espejismo?

“Sí, que puede ser que vuelva, porque desgraciadamente todos esos problemas no están arreglados. Pero la tendencia a medio plazo es que las cosas vuelvan a estar como he dicho”.

¿Qué se puede hacer desde La Palma para intentar mejorar esta situación?

“La Palma es un destino para el touroperador que no es rentable en una situación normal. ¿Cuál es la solución? Más camas hoteleras, nueva camas hoteleras. El turismo vacacional y el rural están bien, son un complemento, pero el que en realidad tira de los aviones es el hotelero. Aquí nos hacen falta muchas más camas hoteleras. El otro día salió el presidente del Cabildo anunciando una próxima inversión hotelera de mil camas. Ojalá sea cierto, pero no acaba de llegar. Aunque soy partidario más que de establecimientos de 1.000 camas, de un modelo más pequeño, de 500 o 200 camas”.

¿Por qué?

“Porque se adapta mejor al turismo que viene aquí y la Hacienda San Jorge puede servir de ejemplo. Creemos que es el que mejor se adapta a la Isla, con una gestión más cercana al cliente, más personal. Ahora, si viene alguien a invertir ese dinero aquí, encantados de la vida”.

El mensaje de que La Palma necesitamos más camas lo estamos oyendo desde hace muchos años pero no cuaja. ¿Cuál es el motivo?

“Una de las principales causas es por la inseguridad jurídica”.

¿La nueva Ley de Islas Verdes no ha resuelto ese déficit?

“Ahora se quiere modificar porque no acaba de llegar la inversión. Yo hablo con directivos de cadenas y no quieren venir a La Palma. La Palma siempre está a la cola del gasto medio de turistas en Canarias, muchas veces por debajo de La Gomera y El Hierro. En eso hay que trabajar para que La Palma sea atractiva para el inversor. Creo que esta es la pescadilla que se muerde la cola. Lo ideal sería, por ejemplo, que la TUI tuviera un hotel en La Palma”.

¿Qué tendría que hacer la Administración para cambiar esta situación y que despegue el turismo en La Palma?

“Dicho de una manera simple, ponerle la alfombra a los inversores. No hay otra. Si se ponen buenas condiciones, los inversores estarán ahí. Pero evidentemente no se da el caso. Tú tienes un dinero para invertir y sacas números y mientras en el sur de Tenerife lo recuperas en diez años, aquí lo haces en veinte”.

¿Usted es partidario de centrar las inversiones en los dos grandes espacios turísticos de La Palma, como son Los Cancajos y Puerto de Naos?

“Las camas hoteleras deben estar en zonas turísticas bien claras: Puerto de Naos, La Bombilla y Los Cancajos. Si pones un hotel en cada municipio, traes un avión de Alemania con 200 personas, de los que 100 son clientes y tienes que coger una guagua para repartirlos por toda la isla, al que le toque el último se pega doce horas de transporte, además del coste para el operador. Las camas hoteleras tienen que estar concentradas en zonas turísticas. Es más ecológico, está concentrado y no estás usando suelo verde; la población cercana se beneficia, son muchos los beneficios. Yo entiendo que los alcaldes de todos los municipios quieran un hotel de cinco estrellas en su localidad, pero no es operativo ni es lógico que la planta hotelera esté repartida por toda la isla”.

¿Cómo son las relaciones con la consejería de Turismo del Cabildo?

“En lo personal no hay ningún problema, pero en las relaciones con el consejo consultivo, Ashotel decidió que no asistía porque no está de acuerdo con ese orden. Asistir para que te digan lo que han hecho y lo que van a hacer y te piden opinión de dos cosas, no tiene sentido. ¿Podría haber más comunicación y trabajo conjunto? Sí. Desde el Cabildo se decidió llevar la promoción de esta manera y es una visión de ellos. Cada establecimiento, cada cadena, lleva también su camino. Mi empresa promociona donde cree conveniente hacerlo. Lógicamente seria más positivo para la isla que fuéramos de la mano. Mi esperanza es que en La Palma se funcione como en Tenerife. Con una sociedad mixta, pública y privada, con unos fondos, donde la parte privada tendría que poner su parte, como ya lo está haciendo vía CIT, y de ahí financiar la promoción de la isla. Mi esperanza es esta”.

¿Además de las nuevas camas, qué otras cosas faltan en la Isla para promover el desarrollo del sector turístico?

“Faltan focos turísticos. Seguimos esperando por el Centro de Visitantes del Roque de los Muchachos, la Cueva de las Palomas, El Tendal. Faltan que esas infraestructuras funcionen. Las carreteras son las que son. El Princess sigue echando pestes de la carretera del Sur. Pero sobre todo todavía falta que la isla de La Palma se crea que su futuro es el turismo. Vivimos en un sí pero no con el turismo. Desde el lado político debería haber más empuje. En Santa Cruz de La Palma, por ejemplo, con la importancia del turismo de cruceros, falta limpieza en las calles. A los turistas les llama mucho la atención todos esos coches aparcados en la entrada de a ciudad”.

¿Cómo ve el impacto de la nueva Ley de Islas Verdes?

“La Ley de Islas Verdes es del año 2002 y luego la han modificado. Si una cosa nos arruinó, dicho mal y pronto, lo que hay que hacer es derogarla y hacer una nueva. No podemos ahora poner parches a ver si funciona. Tenemos que ver qué ley queremos, si es que queremos alguna. Porque a lo mejor la decisión es que somos una isla más de Canarias y nada de islas verdes. ¿Para qué nos ha servido? ¿Para estar así? Yo soy partidario de derogarla y hacer algo nuevo que permita el desarrollo de la isla”.

Hay quien ha hablado de que a veces parece que hay una especie de mano negra para que las cosas no salgan en La Palma, como la Fuente Santa, que si estuviera en otro sitio igual ya tendría funcionando el balneario.

“No, no hay ninguna mano negra. Somos nosotros mismos los que nos tiramos piedras a nuestro tejado. Simplemente no se gestionan las cosas con la celeridad necesaria”.

Pero las normas son iguales para todos y los tiempos deberían ser los mismos.

“Sí esa es la lógica, pero desde La Palma tenemos que empujar más. El problema es que en La Palma con la Fuente Santa, por ejemplo, nos hemos liado a discutir qué balneario queremos. El Cabildo tiró por el camino del medio con el concurso internacional, los empresarios nos liamos en sacar o no el agua. Si no empujamos todos en la misma dirección desde aquí, las cosas van muy lentas. Ese es el problema y el caso de la Fuente Santa es sangrante. Es un recurso turísticamente que podría haber despegado desde La Palma de manera bestial y estamos aquí divagando. Las expropiaciones me temo que irán a juicio”.

Pero con todo la gente quiere seguir viniendo a La Palma…

“Con la gente que hablo, se queda impresionada. Lo que te dicen es que La Palma lo tiene todo: naturaleza, playa, tranquilidad, fiesta. Lo tienen todo y de lo que se extrañan es de que no vengan más personas”.

¿Podemos decir que ha faltado ambición con el turismo?

“Ha faltado que la isla se crea que puede vivir del turismo. El sector agrario debe de existir. La Hacienda San Jorge era de mayoría platanera y de ella vivía el medianero y el dueño. Ahora mismo viven 100 familias. Es el modelo que en esta isla debe funcionar”.

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