Tony Acosta: "Hay poco hecho a menos de un año para la Bajada de la Virgen"

El contador para la celebración de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de 2020 se ha puesto en marcha y los preparativos van con retraso, lo cual preocupa debido a la importancia que esta celebración tiene para el municipio y para la Isla Bonita. “Bajo nuestro punto de vista hay poco hecho y mucho por hacer a menos de un año para la Bajada“, ha reconocido el concejal coordinador de las lustrales, Tony Acosta, quien explicó que se descartó contratar a un gerente para la próxima edición de las fiestas porque “tenemos un informe de la secretaria diciéndonos que prácticamente no podíamos tener gerente hasta el mes de enero, con lo que ya no tenía sentido”.

Al respecto señaló que “lo que hemos hecho es suprimir la figura del gerente, que lo permitían los estatutos, y quedarnos con la del coordinador, que soy yo (lo acordó el Consejo Rector) y que seré el responsable de las fiestas y coordinadar todo lo que tenemos dentro del ayuntamiento para poder sacar adelante los diferentes aspectos que nos quedan de la Bajada: Contrataciones, personal, etc.”

“Eso se complentará en un momento determinado con las diferentes empresas que vamos a necesitar para que la Bajada camine”, indicó.

Acosta reconoció que las preocupaciones son muchas porque hay una nueva Ley de Contratos que restringe “bastante a la hora de poder actuar para la Bajada”. Por lo que señaló que “nuestra máxima preocupación en estos momentos para poder arrancar es, por un lado, solicitar la colaboración económica tanto de las administraciones públicas como de entidades privadas y, luego, la infraestructura principal de la Bajada, que es el recinto central, que aún no está definida”.

“Hay una solicitud hecha a Puertos del grupo de gobierno anterior para el recinto de la Bajada” en los aparcamientos del puerto, pero indicó que “ese recinto como lo conocíamos y con el aforo que tenía antes no cumple con los requerimientos para el Plan de Seguridad y tendríamos que ir a una ampliación para poder tener el aforo que queremos, o disminiur el aforo, que económicamente no lo veo viable”.  “Estamos trabajando con Puertos -añadió- para buscar una solución, porque a día de hoy no tenemos autorización para ese recinto”.

No obstante también indicó que cabe otra posibilidad de recinto en la que “estamos trabajando” pero sobre la que no quiso dar más detalles porque “publicitar los pasos que hay que dar no nos ayuda a que pueda a salir adelante donde queremos”.

Sin aportaciones garantizadas de otras administraciones

Pese a que estamos hablando de unos festejos que se celebran cada cinco años, de momento no hay confirmada ninguna aportación económica del resto de administraciones, un hecho que justifica Acosta porque “no había compromisos anteriores y hemos entrado en una vorágine pública, en cuanto al Gobierno de Canarias y Cabildo muy compleja, y hasta que no se estabilicen esos dos gobiernos no vamos a poder ir a tocar a esas puertas para las fiestas lustrales, pero espero que nos echen una mano como lo han hecho siempre para sacar adelante nuestra Bajada” .

Lejos de lo que pudiera parecer, la situación de que quede menos de un año y esté prácticamente todo por hacer no es nueva; cuando terminó la edición de 2015, se acordó crear el Patronato Permanente para ir preparando con tiempo la siguiente edición pero, finalmente, no fue así. Tony Acosta reconoció que “hay que tomar decisiones para que esto no vuelva a suceder“. “Administración tras administración, por ser tan importante como es la Bajada, se ha hablado en muchas ocasiones del Patronato Permanente de la Bajada de la Virgen que permitiría adelantar cosas, pero nunca hemos dado el paso para hacerlo. Y eso hay que añadir que en la última Bajada no teníamos el marco legal que tenemos en esta y que lo complica todo más”.

La solución pasa, a su juicio, por tomar decisiones y empezar a trabajar la Bajada de la Virgen “con seriedad, desde un Patronato Permanente dentro de la corporación y contando con todos los ámbitos que colaboran, porque hay que entender la Bajada como una fiesta del pueblo, para el pueblo, que cuenta con una gran participación pero siendo necesaria una coordinación y un control económico por parte de las administraciones, que son las que impulsan estas fiestas”. “Entre todos -subrayó- tenemos que buscar la mejor fórmula para que en la próxima Bajada de la Virgen no volvamos a encontrarnos con esta situación”.

Como coordinador de la próxima Bajada, indicó que su objetivo no sólo será sacar adelante y con éxito la edición que está a las puertas sino que “debemos también sentar las bases de la Bajada de 2025”. Lo primero, de momento, “es resolver los primeros problemas que nos hemos encontrado, como el recinto, y no olvidar que es una fiesta mariana en la que se combina la parte religiosa con la festiva y lo estamos teniendo en cuenta para respetar esa doble vertiente que se siempre se ha ligado perfectamente, y al mismo tiempo ir trabajando para que las bases que se creen para estos diez meses nos sirvan para el 2025”.

En la parte más lúdica y festiva no faltarán los conciertos de la Bajada, pero Acosta advirtió que no hay nada previsto ni avanzado y “ahí -reconoció- sí que llegamos muy tarde porque la realidad es que las giras se preparan con dos años de antelación como norma general, y a partir ahí veremos lo que podamos conseguir con fechas disponibles, porque ir a otra cosa distinta puede incrementar el precio y la carga para el propio ayuntamiento”. En cualquier caso dejó claro que “no vamos a renunciar a esa parte festiva de la Bajada, que genera economía para el municipio y la isla y que tenemos que cuidar mucho”.

Acosta, que todavía no se ha incorporado al ayuntamiento -lo hará en breve por lo que se queda sin vacaciones para “correr lo más que podamos”-, espera que entrado noviembre esté casi todo avanzado, “por lo menos el inicio de las contrataciones que tengamos que hacer”.