Abre las puertas en Fuencaliente la primera almazara de La Palma

El municipio de Fuencaliente fue el escenario este sábado de un estreno peculiar, la inauguración y puesta en funcionamiento de la almazara de Juan José Santos y su familia, la primera de la isla, para moler las aceitunas que el mismo produce -tiene sembrados 400 olivos en el municipio sureño- y obtener el preciado aceite de oliva.

En 2010 empezó a sembrar olivos y dos años más tardes produjo el primer aceite en la prensa de las uvas, luego llevó sus aceitunas hasta Tenerife (Arico) para molerlas allí, pero ha sido ahora cuando ha adquirido esta almazara que le permite extraer el aceite en unas pocas horas lista para el consumo.

Entre familiares y amigos, y con la presencia del cura del municipio, que bendijo las instalaciones, Juan José Santos se mostró emocionado porque “ha sido una lucha bastante grande para poder llegar hasta aquí”, un paso con el que aspira a seguir mejorando la calidad. “En La Palma -dijo Juan José- tenemos que trabajar con mucha calidad, trabajando bien la aceituna y trabajando bien el almazara, ya que de eso depende mucho el rendimiento y la calidad del aceite”. Por la calidad de su aceite ya ha obtenido varios premios regionales.

La producción de aceitunas de este olivicultor no es grande, este año ha sido de mil kilos, pero está teniendo muy buena aceptación; de hecho indicó que “dos alemanes estaban interesados en llevar el aceite para su país pero yo no tengo cantidad para vender fuera”. El objetivo de Juan José no es aumentar los litros sino hacer un producto de calidad que agrade al consumidor porque “si no tienes calidad y diferenciado de otros sitios no puedes vender a buen precio”. “Nosotros -añadió- vendemos la botella de cuarto litro en las tiendas a 9 euros”. Es caro, dijo, pero tienes que moler mil kilos para hacer 150 litros.

Durante el acto, además de ver funcionando la almazara, los asistentes pudieron degustar distintas aceites, y aceitunas también, producidas por este fuencalentero que para el desarrollo de esta actividad cuenta con el apoyo familiar. Mujer, hijos y nietos participaron activamente en este momento tan importante para la familia.

Un momento que también valoró Tanaira Rodríguez Díaz, Ingeniera agrícola, especializada en el cultivo del olivo y elaboración de aceite y maestra en almazara, que ha seguido de cerca la iniciativa del olivicultor palmero. “Esta inaguración es la culminación de un proyecto que ha ido poco a poco, y al que solo le queda crecer”, aseguró Díaz, quien destacó el buen hacer de Juan José que “siempre ha trabajado muy bien, desde el principio con la calidad de la aceituna por bandera y no pensando en litros sino en la calidad del producto”.

Tanaira Rodríguez señaló que para un olivicultor como Juan José Santos contar con una almazara es muy importante porque “te permite recoger hoy en campo y esta tarde mismo se está molturando, que es el proceso de elaboración del aceite, y eso nos asegura que el fruto en ningún momento sufre y mantiene todas sus propiedades”. Juan José, recordó, “empezó en Tenerife porque no había aquí almazara, luego incluso tuvo una muy rudimentaria, artesanal, pero tenía muchos problemas que afectaban a la calidad del producto, la limpieza era muy complicada, y él desde el principio tuvo muy claro que quería trabajar por la calidad; persiguió su sueño de tener su propia almanzara y, ahora, estamos compartiendo con él este momento”.

Aunque la cosecha este año ha disminunido mucho en toda Canarias, un 40-50% respecto al año pasado, la calidad de la fruta es, según indicó Tanaria Rodríguez, bastante buena, “los rendimientos han bajado un poco pero la calidad del producto va a salir virgen extra”. Por eso animó a todos los olivicultores de la Isla Bonita a que sigan el ejemplo de Juan José Santos, y que no se desanimen porque “trabajar en el sector primario es lo más grande que hay”. “Y ver ese chorrito de aceite saliendo por la máquina es muy emocionante”, apostilló.

En La Palma desde hace algunos años hay gente que ha apostado por sembrar olivos. “Hay gente que tiene plantados hasta mil olivos”, nos contó Juan José Santos, pero tienen el problema de la almazara. “Lo normal es que el Cabildo tuviera una pública, por lo menos para empezar, y luego el que tenga una cantidad importante de aceitunas puede plantearse comprar una máquina como esta”, y señaló a la suya que ya está en marcha para elaborar aceite. De momento, solo este olivicultor ha dado el paso de adquirir su propia almarzara en la que ha invertido 12.000 euros.