Explotación ganadera.
La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA Canarias ASAJA), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Canarias (COAG Canarias), la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la Asociación de Ganaderos de Tenerife (AGATE) se vuelven a unir una vez más para demandar a las diferentes administraciones competentes, principalmente al Gobierno de Canarias y a los cabildos insulares, que pongan en marcha un plan de acción urgente orientado a proteger y rescatar a aquellos subsectores ganaderos del Archipiélago más afectados por la crisis actual.
El sector lácteo y, en especial los productores de ganado bovino, son los que peor lo están pasando desde que se estableciera el estado de alarma, ante la imposibilidad de comercializar su producción debido a diferentes factores como el cierre de establecimientos de restauración y hoteles, cambios en los hábitos de consumo así como la logística y decisiones de compra de la propia distribución. A este frenazo en las ventas sufrido por el sector se suma el hecho de que, para algunos subsectores, este es un periodo tradicional de alza en la producción y de máximo rendimiento en sus explotaciones.
Ante este panorama, desde el sector se trabaja con la distribución y la industria agroalimentaria en diferentes líneas para que adquieran un mayor volumen de materia prima local, tanto en el caso de las producciones cárnicas y lácteas, como en el resto de subsectores ganaderos como en el caso de los huevos. De manera particular se está trabajando para dar salida a aquellas producciones que habitualmente se comercializan en fresco, y cuyo periodo de caducidad es menor.
Si finalmente no se da salida a estas producciones, además de las pérdidas económicas para los propios ganaderos, significaría que las ayudas que se han ido otorgando al sector para promoverlo y reactivarlo, habrían sido en vano.
Las organizaciones agrarias consideran que, si bien desde las distintas administraciones se están llevando a cabo iniciativas para dar salida a estas producciones, por ejemplo, la empresa pública Gestión del Medio Rural (GMR), dependiente de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, se requiere redoblar este esfuerzo, e impulsar una mayor coordinación entre las distintas administraciones, e incluso dentro de las distintas áreas (Agricultura y Ganadería, Educación, Asuntos Sociales..).
Además, se considera fundamental que compromisos como el adquirido por el Gobierno de Canarias de anticipar todo lo posible las compensaciones que reciben los productores, sean un hecho, por lo que debe convertirse en un objetivo principal dentro del plan de rescate solicitado.
Igualmente, hay que subrayar que los cambios en la logística y la gestión de la distribución en esta situación, como el hecho de que algunos supermercados hayan eliminado la sección de charcutería desplazando del lineal algunas producciones en fresco, están teniendo efectos perjudiciales sobre el sector.
Desde las organizaciones agrarias se demanda, tanto a la industria como a la distribución alimentaria, que evalúen los efectos de las decisiones que tengan que tomar, de cara a minimizar sus consecuencias negativas sobre el sector.
Se considera que, en tiempos de dificultades como los que estamos viviendo estos días, todos tenemos que mostrar, más que nunca, compromiso con la sociedad y una enorme responsabilidad a la hora de evitar decisiones que pueden empeorar la situación.
El sector es consciente de que la prioridad ahora es preservar la salud de la población y controlar la pandemia y, ante eso, lo primero es dotar a los centros hospitalarios de todos los medios sanitarios disponibles para frenar el virus cuanto antes. Sin embargo, las consecuencias económicas que se van a derivar de este estado de alarma nos pueden transportar a una segunda crisis, igual o peor, después de la acontecida en 2008 de la que todavía no nos hemos recuperado del todo.
“Nuestra intención es mitigar de la mejor manera posible los efectos devastadores que pueda acarrear esta situación sin precedentes para la economía y el empleo en Canarias. Nuestra responsabilidad como sector agroalimentario es garantizar el abastecimiento a la población y, en ese sentido, vamos a seguir trabajando con las mismas ganas o incluso más que lo hemos hecho hasta ahora”.
No obstante, hay que aclarar que “los ganaderos no somos una fábrica que podamos parar nuestra producción o reconvertirla de un día para otro. Nuestros animales comen todos los días para poder seguir produciendo. Evitar que se frene nuestra actividad depende del respaldo y la cooperación de las administraciones públicas y de una mayor implicación de la distribución y la industria agroalimentaria en las islas, considerando que en estas circunstancias se trata de aunar esfuerzos y priorizar lo nuestro porque así ganamos todos”.
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