El volcán de San Antonio siempre deja impresionado a los visitantes. Archivo.
Ennegrecido manto te perfila,
abrazos de mar ciñen tu cintura
bajo un cielo de azules derramados
Los pinares de lejos te saludan.
Manantial de piedras dilatadas,
de lava y cenizas son tus caminos.
Te recuerdo, elegante caballero
bien peinada tu negra cabellera
y flores de tomillo sobre el pecho.
De noche, vestido de luna
de día, estrellas en tus laderas
y aquel profundo silencio
que en tu interior albergabas
donde el eco de los sueños
con ímpetu resonaba.
¡Oh volcán, cuántas miradas
de amaneceres inciertos
sobre tu forma sagrada!
Cuánto caminar fortuito
sobre tu orilla bordada
tejiendo mil ilusiones,
vislumbrando infinitudes
que el horizonte engendraba.
¡Oh volcán cuántas miradas
de amanecidas mañanas…
Cuánto vuelo, cuántas alas
sobre las notas del alba.
Aún te sigo mirando,
soy tu fiel enamorada.
Aún te sigo mirando
con mi mirada cansada
cada día cada instante
y te miro
con los ojos de mi alma.
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Marynieves
Quiero dar las gracias a la dirección de elapurón.com, por esta hermosa fotografía con que han ilustrado mi poema.
Me encanta. Es preciosa. La tengo en mi archivo.
Gracias una vez más.
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