Costas autoriza el desarrollo de la zona sur de la playa, con la instalación de un kiosco y una plataforma de 400 metros cuadrados

Sólo veo palabrería sin sentido, frases hechas que repiten siempre las mismas personas, pero un desconocimiento profundo y posiblemente hasta interesado de la normativa y las realidades. La linea de deslinde costero del municipio está justo en el muro, el antiguo malecón, por tanto, la Ley de Costas está perfectamente aplicada y por muchas rogativas que loa mismos de siempre, puedan hacer su virgen, no se desplazaría ese deslinde hacia la ciudad. Del deslinde hacia el mar, pertenece al ministerio y ni usted, ni ningún político con capacidad negociadora, o bajándose incluso los pantalones, conseguirá que le permitan ocupar ese espacio con aparcamientos ilegales, plazas o lo que quiera que se le pase por la cabeza. Se hizo lo mejor que se podía hacer y justo lo mismo que se hizo, como le dije en Breña Alta. Costas suele rematar así su franja y a las más de 300 intervenciones similares que ha hecho en los últimos años por toda la geografía, me remito. Otro tema que veo que desconoce profundamente y si me equivoco, entonces volvemos a las frases hechas, nada reales y dichas con intención de desmerecer, de importunar, de provocar reacciones como la mía, justificada quizás porque estoy cansado de leer tantas sandeces y tanto ataque gratuito a la población en la que resido. La media de utilización de esa playa lo que llevamos de verano, ha sido del orden de 290 personas diarias. El año pasado rondó las 200. De todas formas, 290 personas en 60.000 m2, apenas se notan, pero eso no quiere decir que no estén. Por darle un simple dato comparativo, en playas adyacentes, que tanto le gusta nombrar, su máxima capacidad en este verano, ni se ha acercado en su mejor día, a la media del año pasado. Quiero con esto explicarle, que pasar por Bajamar y ver 80 personas en la playa, le puede dar la impresión de que está a tope, pero repito, los números son los que son, la normativa que rige la franja costera es la que es y la realidad que empujó para hacer esa playa, eliminando un espacio que fue ocupado ilegalmente para aparcamientos y con vertidos de todo tipo en el mar, fue la que fue, le guste o no.

Que a estas alturas, con toda la información que se ha dado al respecto y la de veces que se ha explicado, que ese aparcamiento de tierra era ilegal y que, o el ayuntamiento lo retiraba con sus propios medios y fondos económicos de manera inmediata, o sería sancionado de manera brutal, sigan algunos empeñados en decir que sólo se buscaba una playa por envidias, es de tocar los huevos simplemente por tocarlos. La suerte para este municipio, fue que apareció una hábil mano negociadora y convenció a Costas para que fueran ellos quienes hicieran la inversión (como mismo hicieron también en Breña Alta). La mejor opción que había para regenerar ese espacio, era precisamente la misma que se usó en Bajamar y que yo recuerde nadie criticó en su momento diciendo que nuestro vecino envidiaba a Breña Baja, ni mucho menos a cualquier otro municipio de esta isla, pero claro, el odio que algunos tontos del culo, cuyo cerebro fue abducido por las teorías coalicioneras que durante casi treinta años, señalaban de manera interesada a Santa Cruz, como el culpable de todos sus males, con el único fin de desviar la atención de su manifiesta incompetencia. 30 años para convertir su municipio en la capital no sólo de la isla sino de Canarias e incluso Africa y no sólo no lo consiguieron, sino que además dejaron sumidos a toda la isla en la peor de las crisis por su afán acaparador. Otras islas nos superaron y tardaremos otros 30 años en recuperarnos de tan selecta y especial clase política. En fin, lo de siempre, acusan de envidias precisamente los más tiñosos, los que siempre han querido tener comiendo a sus pies, incluso a los municipios colindantes, rebajándolos a simples peones en su particular tablero de ajedrez y de los que sólo se acuerdan cuando les necesitan para su particular cruzada por convertirse en lo más mejor del mundo mundial. Barran primero su casa que la tienen llena de mierda y luego, cuando la tengan limpia, barran la de los demás.