El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha aprobado una propuesta de la Concejalía de Patrimonio Cultural, que dirige Manuel Garrido, para que el Cabildo inicie el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial a la Semana Santa del municipio.
“La Semana Santa en Santa Cruz de La Palma -señala- es una de las de mayor riqueza patrimonial, personalidad y encanto de Canarias, que se caracteriza por una amplia imaginaria, con tallas que abarcan desde el siglo XVI al XX, un recorrido procesal único, con el que cada año se representa de manera cronológica la pasión de Cristo, desde el Domingo de Ramos hasta el Viernes Santo, orden narrado en las escrituras”.
Desde la Concejalía se explica que con esta petición que ha aprobado el Ayuntamiento “queremos garantizar el máximo grado de protección para una de las citas anuales más importantes de la capital y generar una serie de derechos que aseguren su conservación y adecuada gestión, sin olvidar que el patrimonio inmaterial está vivo, lo que permite incorporar nuevos elementos o modificar aquellos que no afecten a su esencia”.
Manuel Garrido recuerda que esta celebración ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico de Canarias, como muestra del atractivo que supone tanto para los visitantes de dentro como de fuera del Archipiélago.
La celebración destaca, además, por la interpretación de obras musicales, exclusivas de la Semana Santa de la capital palmera, creadas en el siglo pasado y que presentan variedad de géneros (marchas, motetes, chirimías…), siendo una de estas, “Amor Eterno”, la marcha pasional más antigua de Canarias.
Según la normativa autonómica de Patrimonio Histórico de Canarias, un Bien de Interés Cultural (BIC) es todo aquel enclave que ostente notorios valores históricos, arquitectónicos, artísticos, arqueológicos, etnográficos o paleontológicos o que constituyan testimonios singulares de la cultura canaria.
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No me parecería mal que se protejan estos rituales que de otro modo acabarán por desaparecer tarde o temprano, pero el problema está en cómo se puede hacer sin que ello implique necesariamente el privilegiar a determinadas religiones frente a otras.
Luego vendrán las quejas cuando se les den subvenciones a los que quieran celebrar el Ramadán. Porque… “eso de gastar el dinero público (que es de todos) en mi religión es una cosa pero… ¿gastar el dinero público (que es de todos) en otra religión que no sea la mía? ¿Cómo? ¡Eso sí que no!”
“El dinero de todos, pa mis cosas sí pero pa las de otros no”.
Hay quien se sube a la banqueta, ata la soga al pino, se la pone al cuello y luego aún se sorprenderá de que venga otro y le dé la patada. Cero visión de futuro.
Miren la gráfica del 2000 al 2020. No sé ustedes, pero yo prefiero que la raya gris siga donde está. La azul no va a cambiar por mucho dinero público que se quiera uno gastar.
https://elapuron.com/media/2021/02/Evoluci%C3%B3n-del-sentimiento-religioso-en-Espa%C3%B1a.png
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