La seda pierde a una de sus principales valedoras. Bertila Pérez González, hilandera y maestra de la seda, falleció el martes a los 80 años y ayer tarde fue enterrada en el municipio de El Paso. Con ella se va una de las más grandes artesanas que ha tenido el municipio y cuya incansable labor ha evitado que este oficio ancestral y artesano desapareciera.
Debido a su arduo trabajo en la conservación, divulgación y protección de esta artesanía, Bertila Pérez recibió numerosos premios y homenajes a lo largo de su vida, aunque uno de los más emotivos fue su nombramiento como Hija Predilecta del municipio de El Paso, a propuesta de la entonces alcaldesa, la socialista María Dolores Padilla en 2007. Además Bertila, junto con Nieves Jiménez, fueron condecoradas con la Orden del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentario por parte del Ministerio de Agricultura por su ingente labor en la recuperacion y mantimiento de la seda.
Bertila Pérez González era descendiente de una saga de artesanas de las que heredó todo el conocimiento acumulado de generación en generación. Su madre doña Maruca, sedera de reconocido prestigio y matriarca en unos difíciles no dejó de trabajar en su preciado telar hasta que falleció a los 74 años, instruyendo en su oficio y contagiando en sus descendientes un espíritu incansable y batallador que heredó la propia Bertila y los hijos de ésta.
Según reza el texto de la moción presentada en 2007 por Dolores Padilla para su nombramiento como Hija Predilecta, "Bertila Pérez González, junto con Nieves Jiménez, otra artesana que fue nombrada Hija Adoptiva, han sido herederas de una tradición que se remonta a los años inmediatamente posteriores a la Conquista de la Isla y han sabido conservar y transmitir las ancestrales técnicas de la crianza del gusano, el hilado y los distintos pasos de estas actividad manual, compleja y delicada en la transformación de los capullos en bellas piezas textiles, manufacturadas en centenarios telares de corazón de pino que recibían de sus madres junto con todo el conocimiento acumulado de generación en generación".
También en dicha moción que fue aprobada por unanimidad del Pleno se afirmaba por parte de la proponente que "sin su labor, la de estas dos artesanas, la seda en El Paso, artesanía por excelencia de especial singularidad, habría desaparecido (…), juntas lograron que esta peculiar artenasía pasara de estar prácticamente en el olvido a salvaguardarla en el tiempo. Sin ellas, estas laborales hubieran pasado a ser meramente objeto de estudio etnográfico y antropológico del pasado".
