El encanto de la noche en la Danza de Enanos con la caseta al fondo. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos en pleno baile en el Recinto Central de las Fiestas Lustrales. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos bailando de noche en el Recinto Central.
Baile nocturno de los Enanos en el Recinto Central. Saúl Santos.
La bella Danza de los Enanos en el Recinto Central. Saúl Santos.
Enanos en el Recinto Central. Saúl Santos.
Los Enanos en una de las actuaciones nocturas en el Recinto Central. Bajada2015.
Los Enanos bailando de noche. Foto de Saúl Santos.
El Enano número 1 le sacó la sonrisa al presidente Clavijo. Foto de Saúl Santos.
Uno de los Enenos junto al presidente del Gobierno canario Fernando Clavijo. Foto de Saúl Santos.
Antes de producirse las transformación, los Enanos iban vestidos de pobres. Saúl Santos.
Imagen del Recinto Central con los Enanos vestidos de pobres. Saúl Santos.
Preciosa foto de Saúl Santos de Los Enanos en el Recinto Central.
Niños y grandes disfrutan con los Enanos y esta imagen de Saúl Santos lo prueba.
La cara de ilusión de niños al ver en acción a los Enanos no tiene precio. Foto de Saúl Santos.
Las caras de ilusión de los niños al ver los Enanos no tiene precio. Foto de Saúl Santos.
Uno de los Enanos jugando con los niños. Saúl Santos.
Enanos en su danza lustral.
Los Enanos podrían bailar para Felipe VI en Santo Domingo en octubre de confirmarse su visita a la Isla en esa fecha y el ofrecimiento hecho por el ayuntamiento. Foto de Saúl Santos de la Danza lustral de 2015 en el Recinto Central.
Enanos bailando al ritmo de la polca lustral. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos bailando al ritmo de la pegadiza polca que cada cinco años vuelve a sonar en honor a la Virgen de las Nieves.
Los Enano vuelven a bailar después de cinco años en el Recinto Central de las Fiestas Lustrales. Esta imagen es de la primera función. Foto de Saúl Santos.
El primer Enano saliendo de la caseta después de la mágica transformación. Foto de Saúl Santos.
Uno de los Enanos besa a una niña cuando todavía estaba vestido de pobre. Foto de Saúl Santos.
Como cada cinco años los Enanos han vuelto a emocionar con su mágica danza lustral a niños y adultos que han disfrutado por igual del número más esperado de la Bajada, que siempre sorprende por muchas veces que se vea.
Las caras de asombro de los más pequeños o las lágrimas en los ojos de muchos adultos que al verlos bailar volvían por unos instantes a su niñez no tiene precio y demuestra la grandeza de este número que se ha convertido en un símbolo para los palmeros.
En la primera función en el Recinto Central, de las siete previstas, el calor pasó algo de factura tanto a los simpáticos danzarines como al público que se mostró algo tibio, pero no ocurrió lo mismo en las posteriores representaciones como en la de las 21:30 horas, a la que asistieron las autoridades entre la que se encontraba el nuevo presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, donde la entrega fue total (alguno de los Enanos se subió incluso a las escaleras) y el entusiasmo del público también fue a más. Las caras de alegría lo decían todo.
En la primera parte de la danza, los bailarines salieron vestidos de "pobres", algo que tristemente está de mucha actualidad, interpretando, junto con la Peña, "Somos lo que aparentamos", que se estrenó en esta edición con letra de Luis Ortega y música del desaparecido Luis Cobiella y con la participación de la Banda de Música San Miguel, cuyo estribillo decía:
"Somos lo que aparentamos:
pobres de solemnidad.
La miseria que arrastramos
por donde quiera que vamos
– hambre, dolor, soledad-
no nos resta dignidad
porque con fe reclamamos
la evangélica igualdad", para unos doce minutos después de hacer varias figuras cantando y bailando e iniciar la despedida, al instante siguiente salir de dentro de la caseta transformados en Enanos como por arte de magia, en medio de los aplausos de la gente, bailando al ritmo de la pegadiza polca que cada cinco años vuelve a sonar para regocijo de quien la puede disfrutar en vivo.
Primero salieron en fila danzando para luego dividirse en dos y no parar de bailar y de hacer guiños sobre todo a los niños, que estaban en primera línea, a los que tocaban con el pie o delante de los que se meneaban con un gracioso gesto, provocando caras de asombro, arrancando sonrisas y algo de miedo en algunos pequeños hasta que llegaba la hora (en la primera función fueron apenas seis o siete minutos de alegre danza que supo a poco) de la despedida y los danzarines volvían a entrar en la caseta, que representaba al convento de San Francisco y que ganaba enteros de noche, para inmediatamente después volver a salir vestidos de pobres y despedirse hasta dentro de cinco años dejando con ganas de más al público presente.
La última de las funciones en el recinto está prevista para las tres de la mañana, y luego llegarán las esperadas funciones en la calle, donde desde por la tarde había gente cogiendo sitio para verlos actuar porque nadie quiere perderse la transformación en esta ocasión de hombres "pobres" en simpáticos enanos danzarines.
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kiwi
que grandes! orgullo de gente y de isla que tenemos!
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enmodiaz
Niños pequeños, muy pequeños, en primera fila más pendientes de grabar con el móvil que de disfrutar del espectáculo. En fin, que podemos esperar, copian nuestros peores vicios.
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palmeroestrangi
Esta mañana en La Alameda era la primera vez que los veía, fue increíble, la gente volcada con unos enanos que dan todo su esfuerzo….y más.
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Plural
Grande, simplemente grande.
Oír sonar la polca y aguace los ojos.
Muchos recuerdos de la niñez, recuerdas los que ya no están entre nosotros.
Puff, es inexplicable
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Indiano
Es de las pocas cosas que gusta a todo el mundo
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Indiano
a que se referinan con magia ?
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