Los Enanos llenaron de ilusión el Hospital de Dolores

Los Enanos llenaron de ilusión y alegría el Hospital de Dolores que hoy estaba de fiesta para recibir la visita especial de estos simpáticos danzarines que cada cinco años acuden fieles a este emblemático lugar para que sus pacientes no se queden sin la mágica danza lustral.

Ante la mirada expectante de residentes, niños, que también los había, trabajadores del centro y de distintos colectivos con discapacidad de la Isla, en la primera parte de la función, la más especial de cuantas realizan, salieron vestidos de pobres, ya que la letra que interpretan en esta edición, escrita por Luis Ortega y con música de Luis Cobiella, se llama Los Pobres, para más tarde transformarse como por arte de magia en enanos (en esta ocasión no salen de una caseta sino de detrás de una cortina roja puesta en una de las habitaciones de la planta baja del edificio) y salir bailando al ritmo de la polca más tarareada de la historia por todos los palmeros.

En medio de los plausos, los mágicos danzarines empezaron bailando en fila para luego dividirse y al momento cada enano coger su camino desatándose la locura.

Meneos, pataditas y saltos se repetían por doquier ante los aplausos y las risas del público que trufaba las dos plantas del inmueble y que disfrutó con unos enanos saltarines que se entremezclaban con la gente.

Durante una media hora, el hospital se llenó de alegría y de ilusión, la que dejan a su paso estos hombres y enanos a la vez que este sábado harán otras seis funciones en el Recinto Central para despedirse hasta 2020 bailándole a la Virgen de las Nieves en la plaza de España, algo que se espera que ocurra sobre las cuatro de la mañana.