Los Enanos se despiden de la Bajada con un gran gesto

Una noche de Enanos queda siempre en el recuerdo, y la de ayer será también de las que guarde para siempre el imaginario de un pueblo, que en plenos festejos se vio sacudido por un terrible suceso que se cobró la vida de una joven de Santa Cruz de La Palma, Laura González, a la que prendió fuego su expareja mientras trabajaba en una tienda de la Calle Real.

Un suceso que cambió el rostro de la ciudad y que los Enanos quisieron también recordar, no solo con un lazo morado en la solapa de la gabardina, que lucieron durante toda la jornada, sino también haciendo algo insólito en la función de las diez de la noche: salieron de la caseta, en la transformación, sin el sonido de la polca, caminando por el escenario, con paso lento, se pusieron todos en fila y la Banda Municipal de Música San Miguel interpretó la marcha procesional Descendimiento.

Ya en escena y una vez la Banda terminó con la pieza, arrancaron los acordes de la polca y con ello los Enanos comenzaron a danzar, animados por un fuerte aplauso de recuerdo a Laura González y en protesta contra la violencia de género.

La despedida llegó a su cumbre con el último baile que realizaron los Enanos ante la imagen de la Virgen de las Nieves, que salió del templo de El Salvador para contemplar desde debajo de la Uned esta danza en su homenaje, con la que estos seres mágicos se despidieron hasta el próximo lustro. Los Enanos salieron todos por la entrada lateral de la iglesia, menos uno que lo hizo por la misma puerta de la parroquia matriz y además de en la plaza bailaron también en la calle Real y en El Puente, hasta un poco más arriba del mercado, dejando un gran sabor de boca entre los miles de seguidores de este número lustral, símbolo de todo un pueblo.