La subida del Trono prepara el regreso de la Virgen

Unas 2.000 personas, según fuentes de la Policía Local, participaron este sábado en la Romería de Subida del Trono recuperada después de más de 40 años y que prepara el regreso de la Virgen de las Nieves a su Santuario en el monte.

La salida de los romeros de la parroquia matriz de El Salvador, tras la misa, a las escalinatas del templo marcaba el momento más bonito de la celebración con el sonido primero de las castañuelas, al que luego se fueron sumando los tambores y las flautas de los grupos participantes que interpretaron varios temas musicales en la plaza de España, entre ellos el romance "Venimos de Romería con el trono de María", que el público presente premió con un gran aplauso y que el entrañable Sosó remató con varios vivas a la Virgen.

La romería comenzó después a caminar por el corazón de la ciudad, que empezaba a despertar, haciendo el mismo recorrido de vuelta que hará la Virgen: plaza de España, calles Pérez de Brito, Baltasar Martín, Velachero y barranco de Las Nieves hacia arriba, con los grupos folclóricos interpretando romances, tajarastes y sirinoques, acompañados solo por tambores, flautas y castañuelas, lo que le daba un toque muy singular a esta peculiar romería a la que le faltó continuidad.

A su llegada a la zona de Los Roques, los romeros hicieron un alto en el camino para reponer fuerzas ya que allí les esperaba un desayuno de pan con chorizo palmero, huevos duros, plátanos, ciruelas y agua, que fueron de gran ayuda para seguir el camino en un día de mucho calor que no desanimó a los participantes para ascender poco a poco y en medio de vivas a la Virgen por la empinada carretera del barranco que conduce hasta el santuario.

Los primeros romeros llegaron al Real Santuario sobre los doce del mediodía y desde ese momento empezó el goteo. Todos los participantes llegaban a la iglesia con la sensación del deber cumplido haciendo entrega de su pedacito de trono al párroco del templo para que luego Julián, uno de los custodios de la Virgen, los fuera colocando en el altar del templo mariano. Así hasta que se completaron todas las piezas que ya esperan el regreso de la Virgen de las Nieves a su morada. Una gran paella para todos los romeros ponía el sabor final a este rescatado número lustral que dejó un buen sabor de boca.