Roque Faro, donde las hogueras de brea alumbraban a los navegantes

La toponimia no suele ser aleatoria y la mayor parte de las veces contiene un significado que ha permanecido oculto o ha sido dominio de unos pocos desde hace mucho tiempo, pasando desapercibido en muchas ocasiones incluso para los habitantes del lugar. Conocer el origen de estos nombres revela también parte de su historia y del contexto en que surgieron, enriqueciendo aún más el sentido de los pueblos y los barrios.

Algo de esto sucede en uno de los pagos de Garafía, Roque Faro, cuyo nombre está explicado ahora en un cuadro que se puede contemplar en el Bar Restaurante Reyes y que resume la razón por la que este barrio del norte de La Palma recibe este nombre, gracias a la iniciativa del capitán de Marina Mercante y práctico del Puerto de Santa Cruz de La Palma, Francisco Noguerol.

Noguerol, doctor en Ciencias Náuticas y aficionado a la historia de la navegación y al estudio del pasado insular, relata que cuando todavía no había faros en la isla de La Palma y los barcos no poseían instrumentos modernos de orientación, como el radar, los navíos, desde lejos, tenían como guía la luz que desprendían las hogueras de brea situadas en el entorno de donde hoy se encuentra Roque Faro, que permanecían encendidos durante el día y la noche, quemando la madera de pino  para extraer este producto muy empleado en los astilleros de la Isla Bonita. Así, los marinos conocían este lugar como "El Faro de La Palma".

Según explica Noguerol, en el entorno de Roque Faro había en el pasado una industria importante de brea. "Al parecer, el dueño de esta industria de brea era un tal Roque y, así con el tiempo, el lugar fue conocido como Roque Faro". La posición y la altura de este barrio garafiano era privilegiada, y se podía contemplar desde la larga distancia en el  mar aquellas hogueras de brea que conducían a buen puerto a las embarcaciones.

Sobre la importancia de la industria de la brea en el municipio de Garafía, cabe citar el estudio de Carlos Asterio Abreu sobre los aprovechamientos forestales en La Palma (Revista de Estudios Generales de La Palma, nº4, 2009). El autor destaca que en Garafia "el aprovechamiento de la masa forestal (..), en el bosque de pinar fue la destilación de pez mediante la combustión de madera de pino, cuyo resultado era una brea oscura utilizada fundamentalmente para el calafateado de los barcos y la extracción de madera para la construcción de estos".

"A partir del siglo XIX con la llegada de los primeros barcos de vapor a Canarias, la excesiva explotación y agotamiento de la masa forestal centenaria durante siglos, la introducción por importación de nuevas resinas (coniferas) para el calafateado y el declive en la construcción de barcos veleros, genera en la decadencia de la extracción de brea, hasta prácticamente desaparecer".