El alcalde confía en que la capital pueda tener playa a finales de año

El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Sergio Matos, confía en que a finales de año la ciudad pueda tener playa dado que los trabajos de la estación de bombeo, que son indispensables para la misma y que financia el Cabildo insular, marchan a buen ritmo.

El regidor local reconoció que no es bueno dar fechas pero ve posible que la zona de baño que protegerá la ciudad de los embates del mar pueda estar lista antes de que concluya 2015 y que con esa idea se está trabajando.

En este sentido indicó que su intención en el mes de septiembre es retomar todo lo relacionado con el equipamiento y las infraestructuras que llevará la playa puesto que "hay que definir ubicaciones y buscar financiación, etc, para lo que es necesario sentarnos a hablar".

El Ayuntamiento espera que la playa permita dar un impulso a la capital palmera que durante muchos años ha vivido de espaldas al mar. También los comecios de la Avenida Marítima, los que no han cerrado durante los años de crisis y de las obras, ven en la playa un elemento que puede contribuir a dinamizar la zona, que no pasa por su mejor momento.

Plan de ordenación

Según el plan de ordenación negociado en la pasada legislatura con la dirección general de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la playa de Santa Cruz de La Palma contará con una zona específica para la práctica deportiva, con canchas de arena de fútbol y voley playa localizadas en la zona sur, frente al edificio del Cabildo Insular, que dispondrán de vestuario, baños y un pequeño almacén.

En la zona norte, frente al Castillo de Santa Catalina, habrá una instalación dedicada a deportes náuticos que contará con taquillas, vestuarios, aulas para cursos y demás.

La ordenación de la playa contempla también una instalación fija dedicada a un restaurante, a la altura de la calle Apurón. Estaría ubicado junto al paseo que se pretende habilitar entre la Avenida Marítima y el espigón sur, que será transitable. Será un local de un máximo de 150 metros cuadrados, con una terraza de 50 metros cuadrados. 

Al mismo tiempo se plantea la instalación de hasta un máximo de cuatro pequeños quioscos de temporada, desmontables, con un máximo de ocupación de 20 metros cuadrados.

Asimismo, el documento establece las distintas zonas de vestuarios y baños que complementarán a los previstos en el proyecto de ejecución de la playa y que se consideran insuficientes para una infraestructura de esta entidad. Habrá dos zonas de hamacas, una en la zona sur y otra en la norte, y dos torretas de vigilancia, que están incluidas en la obra de la playa.