Una gran marea humana acompañó este domingo a la Virgen del Pino en la subida desde la ciudad de El Paso hasta su santuario en el Monte, donde ya descansa hasta dentro de tres años.
El inicio de la procesión de retorno cuando todavía no había amanecido, no impidió que cientos de personas acompañaran a la venerada imagen en su camino de vuelta, mostrándole así su cariño y afecto.
De hecho, según Domingo Guerra, párroco de El Paso, es "el año de los que recuerdo con más devotos acompañando a la Virgen".
Una devoción que se dejó sentir con momentos de mucha emoción y vivas a la Virgen, debido al gran cariño que los pasenses y los palmeros sienten por la imagen mariana.
El alcalde Sergio Rodríguez vivió como un peregrino más la jornada del retorno, dentro de las fiestas trienales que por unas semanas han transformado la ciudad con multitud de actos.
Pepino
Parece la cola del paro
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