El Ayuntamiento de El Paso se suma al estudio ISVolcan (Impacto sobre la Salud de la población por la reciente erupción Volcánica), un proyecto que tiene como objetivo analizar las posibles consecuencias de la erupción del volcán en la salud de la ciudadanía palmera y que ha sido aprobado por la Dirección de Área de Salud y Gerencia de los Servicios Sanitarios de La Palma.
El alcalde, Sergio Rodríguez, apunta que “la erupción volcánica del 19 de septiembre de 2021 no es un hecho aislado, pues un año después continuamos sufriendo sus secuelas en diferentes aspectos, tanto a nivel social y económico como en lo que respecta a la salud de nuestros vecinos. Es por ello, que, desde esta Institución, apoyamos proyectos innovadores como este que tratan de encontrar respuestas y soluciones a las necesidades básicas de la población palmera”.
Por su parte, Ángeles Fernández, concejala de Acción Social, señala que “desde el Ayuntamiento de El Paso queremos agradecer la colaboración de todos los vecinos y vecinas del municipio que, desinteresadamente, participan en este estudio, esencial para el descubrimiento y futuro tratamiento de posibles afecciones derivadas de la erupción”.
La investigadora principal del estudio es la Dra. Cristo Rodríguez, de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria y Gerencia de Atención Primaria de Tenerife que, junto al equipo investigador, compuesto por otros especialistas de neumología, toxicólogos de las dos universidades públicas de Canarias, además de varias decenas de profesionales sanitarios de atención primaria de la isla, ha puesto en marcha el estudio en enero de este año.
El estudio ISVolcan cuenta con dos fases, partiendo de una muestra seleccionada de 2.700 personas mayores de edad residentes en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte, Puntagorda, Mazo, Santa Cruz de La Palma y San Andrés y Sauces. En dicha muestra, participan un total de 500 habitantes de la ciudad de El Paso.
En una primera fase, las personas seleccionadas son incluidas en el estudio a través de la realización de un cuestionario, que recoge aspectos relacionados con la exposición a las emisiones del volcán (ceniza y gases), así como factores relacionados con la salud de la población. En la segunda etapa del estudio, profesionales de enfermería realizarán una prueba de función respiratoria o espirometría, para valorar la capacidad pulmonar, una exploración física y un análisis de sangre, para determinar la presencia de contaminantes persistentes como los metales pesados relacionados con la erupción volcánica. Esta segunda fase se ha iniciado en septiembre de 2022 y, previsiblemente, tendrá una duración estimada de 6 meses.
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