Matos invita a San Gil a que vaya a Fiscalía si ve indicios de delito en la gestión de la Bajada

La moción de Ciudadanos para encargar una auditoría externa sobre las cuentas de la Bajada de la Virgen de 2015 no salió adelante por el voto en contra del grupo de gobierno (PSOE – CC). La propuesta, defendida por el concejal Juan Arturo San Gil, sí encontró el respaldo del PP y del resto de los ediles del grupo Mixto.

Ciudadanos defendió esta auditoría ante la existencia de informes "contradictorios" sobre las cuentas del Patronato de la Bajada de 2015 y con el objetivo de que muestre su "realidad económica", ya que estima que existe un déficit de 200.000 euros. Además criticó las 11.200 entradas de protocolo que se regalaron y denunció la contratación de amigos y familiares de concejales del Gobierno municipal durante la Bajada.

El alcalde, Sergio Matos, señaló que confían en el trabajo realizado por el gerente e interventor, así como el resto de empleados y colaboradores, de ahí que votaran en contra de esta propuesta, al tiempo que negó que existiera enchufismo en la contratación del personal, que el Ayuntamiento no realizó sino empresas privadas. Además destacó que había familiares de la oposición trabajando en la Bajada.

La concejal de PP, Marta Poggio, que no tenía previsto intervenir porque su grupo pensaba que el Gobierno municipal iba a respaldar la moción, señaló que ante la ausencia de la audotoría externa piden "una contabilidad totalmente detallada de la Bajada, donde se recoja cada mínimo gasto".

Juan Arturo San Gil insistió en la necesidad de acabar con "el enchufismo y el amiguismo" en la contratación del personal. "Si las empresas que se subcontratan desde el Ayuntamiento contratan a gente que ha estado haciendo campaña para grupos políticos que están en el Gobierno: blanco y en botella, leche", señaló el concejal de Ciudadanos.

En esta línea subrayó la importancia de "dar opción a que trabaje todo el mundo, no solo en la Bajada, sino durante todos los años, y no solo por ser afín a un mismo partido". El edil concluyó que "si tuvieran la conciencia tranquila votarían a favor de la propuesta".

Matos replicó que tanto él como el grupo de gobierno tienen "la conciencia muy tranquila" y "no voy a gastar un euro más en hacer una auditoría". En cualquier caso, señaló que "si hay algún indicio de delito vaya a Fiscalía". Además, señaló que "lo que ha molestado en esta Bajada es que ha salido bien, a pesar de las circunstancias, y eso molesta".

La primera teniente de alcalde y portavoz de CC, Guadalupe González Taño, señaló que "pedir una auditoría sobre algo concreto es dudar que la fiscalización que se hace se está haciendo bien, y por eso estamos en contra". Asimismo, señaló que la contabilidad de la Bajada está a disposición de los 17 concejales.

Para la concejal nacionalista, "las acusaciones veladas se tienen que acabar", especialmente en un contexto en el que la política sufre descrédito. "Si quiere hacer una acusación hágala bien, pero no ensucie una fiesta con acusaciones veladas que no llevan a ningún sitio. No me parece justo".

Juan Arturo San Gil volvió a la carga y sentenció que "con la Bajada se hace clientelismo político". Indicó además que la gestión de la Bajada tiene que cambiar y no se puede llevar como hace 20 años. Recordó que el interventor señaló que sólo fue en la edición de 2005 cuando hubo un control riguroso de la venta de entradas porque se adquirían a través de un cajero. "¿Qué control tenemos para gestionar más de 600.000 euros de entradas?", se preguntó. "La Bajada de la Virgen debe empezar a gestionarse como una empresa", destacó el edil de Ciudadanos, al tiempo que indicó que su intención "no es denunciar a nadie, sino que en la próxima edición no se cometan los mismos errores".

Matos, por el contrario, recordó que la Bajada de 2005, con el doble de presupuesto, mucho más personal en el Patronato, acabó con un déficit "mucho mayor y que estuvimos pagando hasta casi el otro día". Asimismo indicó que el Ayuntamiento no es una empresa, para terminar garantizado que en la Bajada "no ha habido enchufismo ni clientelismo político".