Por encima del mar

Tras 2021 en La Palma tenemos 2 nuevas fajanas, como decimos aquí en las islas. Hay gente a la que no le gusta ese nombre y usan otros sinónimos que les parecen más adecuados. Pero una fajana, en Canarias, es una fajana. Sin más.

Una de ellas, la que está más al sur, está separada de la del norte por un trecho de mar pero conectada a lo que un día fue Playa Nueva. Desde lo que un día fue Playa Nueva hacia el norte es un territorio totalmente nuevo ganado completamente al mar tras la erupción. Y si lo piensan bien podría ser un atractivo turístico muy interesante para los visitantes futuros de nuestra isla. 

Podría ser, pero no lo será.

Y no lo será porque hemos destrozado todo su enorme encanto durante la “reconstrucción” de nuestra isla. Y es que a alguien se le ocurrió que la mejor idea era construir sobre esa fajana, sobre ese espectáculo de la naturaleza, un sistema de canalización de agua para el regadío de fincas plataneras. Y no hablamos de un tubo sin más, porque a su lado también construyeron una carretera. Una carretera que va más allá de la antigua Playa Nueva, sobre lo que antes era mar y donde no existía tierra alguna.

Este territorio ganado al mar pertenece además al Estado. Y sin permiso ni autorización alguna en nuestra nueva fajana se empezaron y terminaron estas obras. Y claro, todo eso provocó la actual demanda en curso contra el Cabildo de La Palma que todos habrán leído en la prensa. 

El resultado de este despropósito fue la destrucción total y absoluta de un espectacular territorio natural que podría haberse utilizado de cara al futuro con fines claramente turísticos. Un territorio en el que podría haberse creado, por ejemplo, desde un mirador hasta un sistema de acceso a pie respetuoso con el nuevo paisaje que llegase a las nuevas calas y playas allí creadas. Un alucine total para los visitantes de nuestra isla. Y para nosotros también.

Solo de pensarlo es fácil imaginar las fotos de los turistas en su Instagram junto al mar de nuestras “nuevas playas” con comentarios del tipo “bañándome en el volcán de La Palma”. Y el que no se dé cuenta que el turismo de calidad es la base del futuro económico de nuestra isla no se entera de la misa la mitad.

Pero en lugar de conseguir construir futuro lo que hicimos fue construir una carretera, y pusimos a su lado una tubería gigantesca y rematadamente fea. Vamos, lo que ningún turista quiere ver.

Lo peor de todo es que esto de la fajana es solo otra muestra más del surrealismo vigente en nuestra isla a día de hoy. 

Y es que esto del volcán les ha sobrepasado a todos. Sin excepción. 

Con carreteras como la LP2 que se prometen y no se empiezan nunca. 

Con un Puerto Naos medio abierto, medio cerrado, dos años y medio después. Y tres cuartos de lo mismo con La Bombilla. 

Con personas que aún hoy están alojadas en hoteles después de más de dos años y medio del final de la erupción.

Y más arriba, en Las Manchas, ahí sí que no se entiende nada de nada. Les pongo un ejemplo surrealista. Hay una casa a escasos 20 metros de la colada y muy cerca del cono volcánico a la que le han permitido el acceso. Y mucho más allá, mucho más lejos, a más de 500 metros del cono hay otros inmuebles y propiedades ¡a los que prohíben el acceso y sitúan en lo que llaman espacio protegido! ¡Un disparate!

A ver: ¿a 20 metros de la colada se puede acceder pero a 500 metros no se puede? 

¡Todo esto es un disparate absoluto! ¿No se dan cuenta? 

A Puerto Naos tienen que volver TODOS. 

Y a La Bombilla, también.

En Las Manchas si el vecino de al lado del cono puede volver, los otros que están mucho más lejos de allí, también tienen que volver.

Y si hicieron una tubería que destroza un paraje natural maravilloso sin autorización, al menos tengan la desencia de arreglar ese disparate y séllenla visualmente para conservar el entorno y retornarla a su estado anterior. 

¡Que no se vea esa tubería ni esa carretera! ¡Que el paisaje vuelva a ser como la naturaleza lo hizo!

De verdad les prometo que siento ser así de crítico. Me da infinita tristeza tener que escribir esto. Pero esto que escribo es la pura verdad. Y no puedo callarme viendo como destrozan recursos naturales que pueden ayudarnos en nuestro futuro.

Y mucho menos viendo como faltan al respeto a los vecinos de Puerto Naos, La Bombilla y Las Manchas. 

Pueden haber hecho una tubería por encima del mar. Pero esa tubería también está por encima de la ley y por encima del sentido común. 

¿Vamos a arreglar todo esto? ¿O no?