Las Salinas de Fuencaliente se encuentran casi finalizando la zafra de la sal, todo un espectáculo que convierte en más atractivo y especial, si cabe, este lugar idílico de la costa del municipio sureño, uno de los más visitados y fotografiados de la isla bonita, en el que el goteo de visitantes es una constante. Allí encontramos cuando casi moría la tarde al que fuera durante muchos años el responsable de esta explotación familiar, Fernando Hernández Villalba, que aunque ya está jubilado (su hijo lleva ahora la empresa), controla como nadie el oficio salinero.
Así contó que la recogida de la sal ya ha entrado en su recta final, comienza en mayo aunque, según dijo, julio es el mes de la sal, también agosto y septiembre. “Hasta que no llueva estamos en zafra, lo que nos perjudica es la lluvia”, señaló el experimentado salinero quien afirmó que este año “no estamos muy bien de zafra, otros años hemos cogido más sal”. La producción estará sobre las 300 toneladas, avanzó Hernández Villalba.
La recogida de la sal empezó en esta ocasión “muy tarde porque las condiciones climatológicas vinieron más retrasadas”. Y es que la recogida depende del sol y del aire, que son los factores que producen la evaporación. “Con menos sol y menos aire hay menos sal, la evaporación disminuye y recogemos menos sal”, detalló.
Una sal de excelente calidad cuya producción venden “gracias al palmero que nos ha ayudado a sostener Las Salinas”. Antes también hacían envíos a Alemania pero ahora mismo la Flor de Sal, que es la sal gourmet, “lo que queremos es que los turistas la compren en la tienda que tenemos y que se la lleven en la maleta”. Cabe recordar que Las Salinas de Fuencaliente cuentan con una tienda y un restaurante que en los meses de verano ha funcionado muy bien aunque para este establecimiento tampoco es fácil conseguir trabajadores, una queja generalizada en la isla en el sector de la restauración y hostelería.
Fernando Hernández ve con optimismo el presente y el futuro de la empresa familiar “estamos contentos, la dirección la lleva mi hijo, que no sale de aquí porque hay que trabajar mucho” pero “de momento la producción se vende y va bien”, destacó.
Recordó que estuvo al frente de Las Salinas muchos años, “yo toda la vida me he dedicado a esto, desde que compramos Las Salinas, en 1967, hasta hace unos quince años, que mi hijo se hizo cargo de la misma”.
Pese a tantos años siendo salinero, confesó que no merece la pena este oficio porque “el problema de la salina canaria es que es muy artesanal, la recolección es manual, y es muy dura; un hombre con un rastrillo metido dentro de la sal, no podemos ser competitivos con una salina industrializada como la de Torrevieja o la de Cádiz”, aseveró.
Con todo, Fernando sacó pecho de la sal de La Palma: “es la mejor,” y consideró que por eso el palmero la compra aunque sea más cara porque “la ha sabido valorar y ha contribuido a su mantenimiento al ser un producto de su isla”. Además subrayó que con ello contribuyen a mantener un espacio natural protegido, “lo saben” y “que estamos manteniendo un bonito paisaje”. “Mucha gente pasa por aquí, hay días que esto parece la Calle Real”, dijo sonriendo este veterano salinero que puso en valor la sal que producen “conocemos la calidad del mar, que es muy limpio, estamos en la punta de la isla, en el cruce del mar del norte y el mar del sur, y que es un producto natural; nosotros no le hacemos ningún proceso artificial, que la sal que viene de la península lleva un proceso de blanqueo, pierde minerales, y la nuestra es bastante rica en magnesio”. La sal gruesa normal de las Salinas de Fuencaliente lleva molienda y la fina, la flor de Sal, que es un producto gourmet, no lleva ningún proceso, “ni molienda ni nada”. Tanto es así que, detalló, su precio lo multiplica por 50, vale unos 15 euros por los 30 céntimos que vale un kilo normal de sal.
Archivado en:
Más información
Últimas noticias
Lo último en blogs
Carlosdeandres
Totalmente de acuerdo con el comentario de DelRio.
Gran trabajo el que desarrollan en las salinas de Fuencaliente con un producto de gran calidad en un espacio de increíble belleza y de gran importancia ecológica.
Leer más
GALVA
Lanzaroteños …
Leer más
GALVA
Cobren…
Los lamzaroteños lo tienen claro.
Quieres verlo?.Apoquina.
Leer más
redaccion
Efectivamente, son 300 toneladas. Pido disculpas, me pasé con los ceros. Saludos, Digna.
Leer más
charcoverde
DelRio.
Iba a opinar exactamente lo mismo, así que me parece que lo has clavado.
Algunas fotos excelentes.
Y un gazapo, es imposible la cifra de 300.000 toneladas , teniendo en cuenta que una tonelada son 1.000 kilos, nos da una cifra de 300 millones de kilos cantidad imposible para una salina artesanal.
El restaurante y la tienda aseguran que se mantengan activas las salinas, un privilegio para la Isla.
Leer más
DelRio
Mira que se echan de menos estos reportajes sobre nuestro patrimonio y su valor. Hay que ver todo lo que aporta al alma y la razón.
Y no tanta nota de prensa vacía con la foto del narcisista de turno por prestar un servicio a la comunidad con un buen sueldo.
.
Leer más
waky
Recuerdo ver a su Padre D. Fernando a mi amigo Antonito y al Mudo un fuerte abrazo para ellos , donde quiera q estén
Leer más