La Coordinadora de Agricultores y Ganaderos de Canarias, COAG, denuncia que un error de la Consejería de Agricultura ha dejado sin ayudas a casi 300 agricultores de las Islas, entre los que se encuentran numerosos palmeros.
El pasado 30 de diciembre fue publicada en el Boletín Oficial de Canarias, BOC, la resolución por la que se concedían las ayudas correspondientes a 2009 para los agricultores que tienen situadas las explotaciones en zonas con especilaes dificultades, tanto por aislamiento o dificultades en el acceso a infraestructuras básicas, como por estar situadas en zonas de montaña con hándicaps naturales. Estas ayudas, cuyos importen oscilan entre los 300 y los 2.000 euros, suponen para el productor una ligera compensación por las dificultades derivadas de la localización de su explotación y, en momentos como el actual, contribuyen a paliar la situación preocupante que atraviesan las explotaciones del Archipiélago.
Sin embargo, explica la COAG, la desagradable sorpresa que este año ha traído la resolución de esta ayuda es que, a diferencia de los años anteriores en los que la práctica totalidad de las peticiones fueron aprobadas, en la convocatoria para 2009 se denegaron en torno al 40% de las 765 solicitudes debido a un error en el procedimiento administrativo por parte de la propia Consejería de Agricultura que ha anulado de manera injustificada el 80% de los expedientes denegados (alrededor de 300 solicitudes), con el consiguiente perjuicio para los productores.
Para Miguel López, miembro de la Comisión Ejecutiva regional de COAG-Canarias es "incomprensible que este tipo de errores no se detecten antes de la publicación de la resolución por parte de la Administración, ya que al final es el administrado, en este caso el agricultor, el que acaba pagando por un problema que no ha generado", añadiendo que "ahora sólo cabe la presentación de un recurso administrativo por parte de los afectados que desde COAG-Canarias impulsaremos". De hecho, esta organización agraria invita a los agricultores afectados a sumarse al recurso colectivo que se prevé presentar.
