El ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha iniciado los trabajos para rehabilitar y adecentar el Barco de la Virgen, uno de los principales símbolos marianos de la capital insular y protagonista, junto con el Castillo, del tradicional Diálogo, que se interpreta la mañana del Domingo Grande a la entrada de la imagen de la Virgen en la ciudad y que constituye, junto con la loa, el más antiguo de los actos de las Fiestas Lustrales.
Como en cada cita lustral, el Barco de la Virgen es sometido a un cuidadoso trabajo de recuperación en su exterior. En esta ocasión, la acción del viento y el mar en estos últimos cinco años ha provocado, además del lógico desgaste de la pintura, importantes grietas y fisuras en el casco, que están siendo ya reparadas, para posteriormente aplicar un producto aislante y una base de pintura previa a la rotulación y a la pintura definitiva que imita la madera, para en última instancia aplicar una capa de barniz.
Tal y como lo conocemos hoy, el Barco de la Virgen fue estrenado en la edición de la Bajada de la Virgen de 1940, «construida expresamente para estas fiestas en igualdad de forma, aparejo y dimensiones que la carabela de Colón», según la prensa de la época. Vino a sustituir a la estructura de mampostería que se hallaba desde antiguo en el cauce del barranco y que cada Bajada era aderezada con mástiles, velamen, etc., hasta darle el aspecto de un navío. Pero las continuas riadas del barranco y el paso de los años dañaron la estructura, que, asimismo, constituía un peligro para la normal afluencia de las aguas de lluvia que el cauce traía durante el invierno. Desde 1975 alberga en su interior el Museo Naval de Santa Cruz de La Palma.
