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Fiestas Lustrales 2010

Las Sirenas bailaron para la Virgen

  • El baile infantil coreado de las Danzas de las Sirenas se representó en la calle
  • Ver todas las fotos en la Zona Multimedia

Las sirenas de la Bajada 2010.

Numeroso público se congregó ayer por la mañana en las calles de Santa Cruz de La Palma para ver en directo la puesta en escena de las Danza de las Sirenas, un acto sencillo pero de bella factura dedicado a la Virgen de las Nieves, con letra de Elsa López y música de Luis Cobiella, que fue bailado por doce niñas de la Escuela de Danza y cantada por el coro de la Escuela Insular de Música con el acompañamiento de la Banda Municipal de Música "San Miguel". La coreografía corrió a cargo del director de la Escuela Municipal de Danza, José Gordillo.

El tema que inspiró la Danza de Sirenas se ha basado en una de las joyas más emblemáticas de la Virgen de las Nieves, "La Sirena", un colgante de oro con esmeraldas engastadas y otras piedras preciosas donada en 1779 por María de las Nieves Pinto de Guisla. El número recupera la antigua tramoya escénica de este entrañable espectáculo con la inclusión de una carroza o "peña".

Todo el que quiso pudo ver este baile infantil coreado ya que se realizaron funciones en la Plaza de la Alameda, la Acera Ancha, Plaza de España y calle Apurón.

Danza de las Sirenas

Estribillo

Como quien tiene un tesoro
luce La Virgen María
una sirena de oro
prendida en su corazón.

Y cuentan los que lo saben
que esa sirena tan bella
es la joya más antigua
que Ella en su joyero tenga
……………..

Siete sirenitas verdes
cabalgan en su garganta
como si fuera un collar
de perfectas esmeraldas.

Al verlas los angelitos
se preguntan asombrados
cómo llegaron al cierlo
esas niñas de pescado.

Y la Virgen les contesta
con un gracioso mohín
que llegaron por el agua
nadando como un delfín

Que vinieron por el agua.
Que ella por el agua vino
en un barco de madera
con velas de paño y lino

Las sirenas le cantaron
durante la travesía,
alejaron las tormentas
y le dieron alegrías.

Por eso son dos sirenas
los collares que ahora lleva
y que engalanan su pecho
como granitos de arena

Y por eso a Ella le gusta
pasear por la ciudad
para acercarse a la orilla
y volver a oírlas cantas.

 

 

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