El público vibró con los Enanos. Foto de Saúl Santos.
Aspecto que presentaba el Recinto Central en una de las funciones de los Enanos. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos a veces también "asustan" a los niño. Foto de Saúl Santos.
Las entradas de los Enanos costarán entre 30 y 20 euros. Foto de archivo de Saúl Santos.
Los niños, encantados con los Enanos. Foto de Saúl Santos. Archivo.
Bajada de la Virgen de 2010. Foto de Saúl Santos. Archivo.
Los Enanos mágicos. Foto de Saúl Santos. Bajada de 2010.
La Danza de los Enanos 2010. Foto de Saúl Santos. Archivo.
Los 24 Enanos bailan acompasados. Foto de Saúl Santos. Bajada de 2010. Archivo.
Los Enanos entusiasmaron una vez más con su frenético y simpático baile. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos en plena danza. Foto de Saúl Santos. Archivo.
Uno de los momentos de la mágica transformación en segundos de juglares en Enanos. Foto de Saúl Santos.
Danza de los Enanos de 2010. Foto de Saúl Santos.
La Danza de los Enanos 2010. Foto de Saúl Santos. Archivo.
Espectacular imagen captada por Saúl Santos en la que los Enanos están en el aire. Bajada de la Virgen de 2010. Archivo.
Uno de los Enano danza junto delante de los niños que gozan con este mágico número de la Bajada. Foto de Saúl Santos. Archivo.
Uno de los Enanos en plena danza. Foto de Saúl Santos. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos se acercan a lo niños que miran con asombro su divertido baile. Foto de Saúl Santos.
La Danza de los Enanos llena de magia el Recinto Central. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos, en una de las funciones del recinto en 2010. Archivo. Foto de Saúl Santos.
Uno de los Enanos vestido de juglar, antes de la mágica transformación.
Los niños mirán sorprendidos la Danza de Los Enanos. Foto de Saúl Santos.
Espectacular imagen captada por Saúl Santos en la que los Enanos están en el aire. Impresionante.
Los Enanos bailan de nuevo para la Virgen. Foto de Saúl Santos.Bajada de 2010.
Los Enanos han vuelto a bailar al ritmo de la polca para la Virgen de las Nieves. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos en fila bailan al ritmo de la trepidante polca sin parar. Foto de Saúl Santos. Archivo.
Los Enanos salen de la caseta ya transformados. Foto de Saúl Santos. Archivo. Bajada de 2010.
Salida del primer Enano ya transformado. De juglar a enano en cuestión de segundos. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos, antes de la transformación, vestidos de juglares, cantaron y bailaron la letra compuesta por Luis Ortega y musicada por Luis Cobiella. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos vestidos de juglares, saliendo de la caseta. Foto de Saúl Santos.
Los Enanos antes de transformarse iban vestidos de juglares, unso con ropajes azules y otros de rojo. Foto de Saúl Santos.
Da igual la edad y las veces que los hayamos visto. Los Enanos son mágicos y grandes, muy grandes. Siempre emocionan y eso es lo que ocurrió de nuevo ayer tanto en las funciones en el Recinto Central como en la calle, en todas hubo un considerable retraso, de este número extraordinario que eleva la grandeza de las fiestas lustrales en honor a la Virgen de las Nieves, patrona de todos los palmeros y por la que bailan estos simpáticos danzarines a los que sólo se les puede ver cada lustro. Por eso gustan tanto y despiertan tanta expectación. Miles de personas los vieron de nuevo bailar.
La primera función de la Danza arrancó con la salida de la Peña caracterizada en esta ocasión de juglares y cantando la letra compuesta para esta edición por Luis Ortega. "Del Mester de Juglaría, guardamos la tradición...", así comienzan las estrofas de la Danza de Enanos del año 2010 acompañada con la música del maestro de Luis Cobiella, que la Peña cantó y también bailó, representando diferentes figuras, durante unos diez, quince minutos, para luego iniciar la despedida tirando 24 claves, que llevaban en la solapa, al público que abarrotaba el recinto y que aplaudió el gesto, y al segundo siguiente se produjo el milagro de la transformación de juglares a Enanos. Cuando aún no se habían terminado de marchar del recinto vestidos de juglares, empieza a sonar la pegadiza polca y sale de la Caseta (este año más grande de lo normal, lo que dificultó la visión de la gente de la grada que estaba justo detrás) el primer Enano, ya transformado, bailando sobre un suelo de césped, momento en el que el público vibró y aplaudió.
Y a continuación fueron saliendo los 23 danzarines restantes, todos en fila, que luego se desdobló, bailando al ritmo de la inolvidable polca, la que todos los palmeros tararean de memoria como si fuera su himno, el himno de un número único, entrañable y espectacular que desata las emociones y las lágrimas porque es una danza con la que crecemos y envejecemos casi sin darnos cuenta y en la que los recuerdos cobran un especial significado.
La cara de los niños sentados a escasos metros de los Enanos era tremenda, no se perdían detalle del baile, de los simpáticos meneos de los Enanos que se les acercaban para jugar con ellos con el pie, de sus saltos, del sombrero, y entre los mayores había caras de alegría pero también ojos llorosos. ¡Cuántos recuerdos y cuántas Bajadas vividas!
Y en medio de tantas emociones, los danzarines sin parar de bailar la frenética polca durante diez intensos minutos que se quedan muy cortos para tanta expectación. Pero la actuación llega a su fin con la pena de que tienen que pasar otros cinco años para que vuelvan a bailar. Los Enanos fueron entrando uno a uno en la caseta, aunque algunos se resistían a marcharse e inmediatamente después volvieron a salir vestidos de nuevo de juglares como por arte de magia, visiblemente fatigados por el esfuerzo realizado durante el baile, para saludar al público, que una vez más se entregó a los Enanos. Y listos de nuevo para la siguiente función.
Además de las seis actuaciones del Recinto Central, los Enanos bailaron en otras ocho ocasiones en plena calle, en diferentes puntos de la Calle O´Daly y Pérez de Brito, donde desde primera hora de la tarde de ayer ya había gente sentada en el suelo o en sillas esperando impacientes su llegada y es que en la calle los Enanos se "rompieron" ante la mirada de las miles de personas que inundaron la ciudad. Las actuaciones callejeras empezaron sobre las cuatro de la madrugada, con unas dos horas de retraso sobre el horario previsto pero aún así la calle estaba llena de gente.
El esfuerzo físico que realizaron los Enanos es tan grande que de media pueden perder unos ocho kilos de peso. Para prepararse físicamente, los 24 danzarines oficiales y los seis relevos han estado ensayando desde febrero tres veces a la semana. Un sacrificio que vieron sin duda compensado con el calor popular que recibieron tanto en el recinto como en la calle. La Palma una vez más se volcó con la Danza de los Enanos, el número más popular de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de las Nieves.
Danza de Enanos 2010
Mester de Juglaria
Autores:
Luis Ortega Abraham, letra Luis Cobiella Cuevas, música
Los cantores del Mester
Estribillo
Del Mester de Juglaría guardamos la tradición – verso de la devoción, trova de la cortesía – que tiene su inspiración, su razón y su alegría en la hermosa advocación de Las Nieves de María.
Primera estrofa
Limpio espejo de virtud, socorro, paz y consuelo, fuente que, con plenitud, mana las gracias del cielo.
Segunda estrofa
Celestial maternidad nos brinda, con sus fulgores y sus divinos favores, fe, esperanza y caridad.
Tercera estrofa
Tibia luz de la mañana, pan dulce, lumbre y hogar, alcaldesa y capitana de la tierra y de la mar.
Cuarta estrofa
Dama que, con tierno afán, al pueblo isleño sustenta, lo sosiega en la tormenta y nieva sobre el volcán.
Quinta estrofa
El Mester de Juglaría en clave de arte menor canta el pregón este día de un milagro de fervor.
Sexta estrofa
¡Atención!, ya toca ver otro prodigio cercano que, en la magia del verano, todo puede suceder.
Séptima estrofa
Por la gracia de su mano y por lustral don de amor, cabe un hombre en un enano, cabe el mundo en una flor.
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