Musulmanes heridos y tristes se dirigen a la iglesia para ser reconvertidos al catolicismo
Un soldado cristiano forcejea con los musulmanes apresados para obligarles a entrar en la iglesia, donde iban a ser reconvertidos al catolicismo.
Soldados cristianos obligan a la fuerza a los musulmanes a entrar en la iglesia para ser reconvertidos al catolicismo.
Un soldado cristiano obliga a los musulmanes a entrar en la iglesia.
Los musulmanes entran en la iglesia para reconvertirse al catolicismo.
Los musulmanes entran en la iglesia, obligados por los cristianos, para reconvertirse al catolicismo.
El público, de todas las edades, disfrutó un año más con la representación alegórica de la Batalla de Lepanto.
Musulmán herido y ensangrentado.
Musulman apresado y herido por las tropas cristianas.
Musulmanes heridos y tristes se dirigen a la iglesia para ser reconvertidos al catolicismo.
Los musulmanes caminan cabizbajos antes de reconvertirse al catolicismo.
Las tropas cristinas rinden honores a la Virgen del Rosario antes de que entre en la iglesia.
Los cristianos se arrodillan ante la Virgen del Rosario en medio de la expectación popular.
Las tropas de la Santa Liga se arrodillan ante la Virgen del Rosario, antes de entrar en la iglesia.
Los musulmanes, heridos y tristes, recorren las calles de Barlovento para reconvertirse al catolicismo.
Heridos, apresados y tristes, los musulmanes momentos antes de entrar en la iglesia para convertirse al catolicismo.
Los musulmanes defilan tristes y heridos por las calles de Barlovento.
Los musulmanes, heridos y apresados, son conducidos hasta la iglesia donde los esperaba la Virgen del Rosario.
Musulmán herido.
Los musulmanes heridos y apresados tras la batalla son conducidos por los cristianos hasta la iglesia.
Los musulmanes, heridos, son llevados prisioneros a la iglesia.
Uno de los musulmanes apresados se mira la herida.
Los moros desfilan tristes tras ser apresados por las tropas de la Santa Alianza.
La Batalla de Lepanto de Barlovento, una representación ingenua y graciosa.
Espectacular desfile de los moros y cristianos por las calles de Barlovento.
Numeroso público presenció el desfile de moros y cristianos por las calles de Barlovento.
El jefe de los turcos, Alí Baja, desfila esposado tras perder la batalla con las tropas de la Santa Liga.
Los moros y cristianos desfilan por los calles de Barlovento tras el triunfo de los segundos en la Batalla de Lepanto.
Alí Baja desfila triste tras ser apresado por las tropas de la Santa Liga.
Las tropas victoriosas de la Santa Liga desfilan orgullosas con Alí Baja apresado por las calles de Barlovento.
Los cristianos desfilan orgullosos con los moros apresados tras su gran victoria en la Batalla de Lepanto.
El barco cristiano de la Batalla de Lepanto de Barlovento es contemplado por un vecino.
El barco de la Virgen de la Batalla de Lepanto 2010 lucha con los cables aéreos.
Los cristianos salen victoriosos en la toma del castillo turco. La Batalla de Lepanto de Barlovento, una representación ingeua, divertida y nada cruel que gusta a grandes y a chicos.
Los cristianos logran doblegar a los moros en su castillo. Batalla de Lepanto 2010. Barlovento.
Los cristianos asaltan el Castillo en la Batalla de Lepanto más simpática que se representa hoy en día en toda España.
El barco cristiano y el barco turco se enfrentan en la Batalla de Lepanto de Barlovento.
Impresionante polvareda producida por la pólvora en la Batalla de Lepanto de Barlovento.
Batalla de Lepanto 2010. Barlovento. La pólvora y el polvo inundan el catillo de los moros.
Batalla de Lepanto 2010. Barlovento.
La Virgen del Rosario, a punto de presenciar la Batalla de Lepanto.
La Virgen del Rosario a punto de llegar al lugar desde donde presenció la Batalla de Lepanto que se realiza en su honor en Barlovento cada tres años.
La Virgen del Rosario es llevada a hombros por un grupo de hombres para ver la representación de la Batalla de Lepanto.
La Virgen del Rosario fue sacada en procesión para presidir la representación de la Batalla de Lepanto de Barlovento.
La Virgen del Rosario a su salida de la iglesia para ver la representación alegórica de la Batalla de Lepanto.
Barlovento celebró ayer la tradicional Batalla de Lepanto, entre las tropas de la Santa Liga y el ejército turco de Alí Baja. Una representación alegórica, cuya singularidad le ha valido la declaración a finales del año pasado como Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias.
El espectáculo arrancó con el traslado de la Virgen del Rosario desde su templo hasta el borde del barranco del Pilón en cuyo margen contrario se encontraba la fortaleza turca, donde un grupo de jóvenes barloventeros, vestidos de las milicias otomanas, hacían guardia. Al fondo, se empezaron a divisar las velas de la nave cristiana donde llegaba el ejército de la Santa Alianza.
La visión del barco por los turcos inició el diálogo entre el castillo y la nave (para otra edición sería recomendable que lo interpretaran dos personas distintas el castillo y la nave). Diálogo que no llegó al entendimiento y comenzó el enfrentamiento entre el barco cristiano y el de la media luna, que hacía también su aparición por el llano. Entonces comenzó la batalla entre sendos barcos, al grito de "¡Viva la Virgen María! Y "¡Viva Turquía!". Una batalla, que por la configuración de la geografía y la distancia a la que se desarrolla se hace quizá demasiado larga para los espectadores dado que casi no se ve sino que se intuye. Mientras tanto, se producen grandes humaredas de tierra levantadas por la explosión de la pólvora simulando los cañonazos que se van dando en el entorno de donde se produce la batalla.
Una vez derrotado el barco turco, los soldados cristianos entran en la fortaleza otomana y se miden en un combate con los milicianos que custodian el castillo. Es el momento de mayor intensidad de esta "batalla incruenta" como la describe el narrador inicial. Poco a poco van derrotando a los turcos hasta que finalmente aprisionan a su jefe, Alí Baja. Una vez cautivos y abatidos los soldados otomanos, una gran explosión de pólvora acaba con el cuartel turco, cuando suena el Himno de España interpretado por la Banda de Música Tabladitos.
Tras la representación, la Virgen del Rosario regresó al templo en procesión, donde aguardó la llegada de los soldados cristianos vencedores y de los cautivos turcos, que vienen desfilando por el Pueblo. Las milicias cristianas rinden honores, mientras los musulmanes, heridos, son llevados prisioneros a la Iglesia. Después, entran todos en el templo y los musulmanes, no sin antes ofrecer resistencia, se convierten al catolicismo, para más tarde salir acompañando a la Virgen, que es agasajada con una loa.
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