El grupo popular en el Ayuntamiento de Breña Baja ha presentado una moción en la que solicita se regule con celeridad las condiciones que han de regir el dónde y el cómo de las estaciones base de telefonía móvil, de manera que, "teniendo en cuenta los pros y contras de su ubicación definitiva, se satisfaga el interés general de los vecinos y se evite la proliferación de antenas por cualquier parte del municipio, amparándose precisamente en la falta de una norma concreta".
Igualmente, solicita que, de manera cautelar, se suspenda la concesión de licencias de instalación hasta que no entre en vigor la correspondiente normativa
Segú el PP, "en los últimos meses se han presentado y admitido a trámite en el Ayuntamiento de Breña Baja varias solicitudes de licencias de instalación para estaciones base de telefonía móvil en distintos barrios del municipio".
Desde el Partido Popular en Breña Baja se tiene conocimiento de que al menos una de ellas ha generado no sólo protestas, sino la recogida de firmas y presentación de alegaciones en el ayuntamiento, debido a su proximidad a viviendas, pero también por su cercanía a una unitaria, puesto que está enclavada en uno de los núcleos más importantes de la localidad.
Elena Álvarez, concejal portavoz del Grupo Popular en el ayuntamiento afirma que "el PP no se opone a la colocación de estaciones de este tipo, principalmente porque hoy en día el uso del móvil es habitual, llegando a ser en la mayoría de los casos una herramienta más de trabajo; y somos conocedores de que para que éstos funcionen, tiene que haber antenas que propicien la suficiente cobertura". No obstante, "esto no es óbice para que nos preocupe el hecho de que no exista una regulación específica municipal, en la que se exponga dónde y bajo qué condiciones tiene que hacerse la instalación en nuestra localidad".
La edil popular se queja de que "actualmente ni siquiera hay una ordenanza que defina cuestiones tan elementales, pero a la vez tan relevantes, como las descritas. Es cierto, que hay desencuentros entre la comunidad científica, respecto a las posibles consecuencias negativas que para la salud puede tener la proximidad de una antena de estas características a la población. Así, mientras que para unos no va más allá de un simple efecto térmico que es producto del exceso de cercanía a la antena, para otros, en cambio, la exposición a bajos niveles de radiofrecuencia es el origen de diferentes afecciones, de incidencia variable, que van más allá del calentamiento que se le atribuye".
Por lo que, "puesto que no existe un posicionamiento definitivo en uno u otro sentido, es por lo que, el ayuntamiento, dentro de sus competencias, y con la máxima premura, debe fijar, de una vez por todas, unos criterios nítidos que permitan definir la actual situación".
