Las 42 viviendas de Timibúcar por la que otros tantos vecinos llevan esperando más de una década ya están terminadas pero de momento no se van a entregar porque el Ayuntamiento capitalino acordó en pleno este miércoles solicitar cambiar la calificación de las mismas, del régimen de alquiler al de compra-venta, al Ministerio de Vivienda, al Instituto Canario de Vivienda y al Cabildo. En caso de que no sea posible en su totalidad, pide que una parte sea en alquiler y la otra en régimen de compraventa, pensando en los vecinos que no tienen medios para comprarlas.
El Pleno acordó además destinar el importe de las viviendas que se vendan a la construcción de nuevas casas sociales en Mirca, para las familias que ahora tienen que trasladarse hasta la nueva promoción en San Telmo.
Como se recordará, estas viviendas sustituyen a otras tantas (18 en Timibúcar y 24 en Mirca) que se encuentran en mal estado y que no reúnen las mínimas condiciones de habitabilidad, por lo que el Ministerio, el Gobierno canario, el Cabildo y el Ayuntamiento firmaron un convenio para su reposición, que ya es una realidad aunque de momento no van a ser entregadas a la espera de que produzca el cambio de calificación.
El portavoz de CC, Juan Ramón Felipe, rechazó las "prisas y el oscurantismo" que el grupo de gobierno ha tenido con este asunto y echó en falta un informe técnico y jurídico que justifique este cambio de calificación que dudó que se pueda realizar, "no creo que una parte pueda ser de alquiler y otra de compra-venta porque creo que la ley no permite esa duplicidad", recordando que la calificación que figura en el convenio es la de alquiler, y que además retrasará la entrega de las viviendas. Además, dijo que esta decisión se ha tomado por hacer promesas difíciles de cumplir a los vecinos de Mirca y "por eso dilatan la entrega". No obstante, expresó su deseo de que las casas se entreguen los antes posible.
El concejal de Urbanismo, Juan José Cabrera Guelmes, explicó que se habían enterado recientemente de que existía esta alternativa y "por eso la hemos traído a pleno para cumplir con los vecinos", indicando que ya han mantenido contactos al respecto con técnicos de Vivienda. Cabrera Guelmes dejó claro que no se niega la posibilidad de alquilar la vivienda sino que se facilita la posibilidad de comprarla y que ello permitirá construir más viviendas sociales.
Asimismo, negó que este cambio vaya a suponer un retraso en la entrega de las viviendas pues recordó que, aunque están terminadas, todavía hay algunos trámites que no han concluído.
