El colegio Juan XXIII sufre un grave deterioro tras "muchos años de dejadez" municipal

La caída de trozos de techo en aulas y en la fachada exterior del Colegio Juan XXIII han obligado al centro educativo y al Ayuntamiento bagañete a tomar medidas urgentes de seguridad. La Administración local está ejecutando trabajos de emergencia hasta que se consigan los fondos necesarios para una intervención presupuestada en 700.000 euros.

El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Educación y en coordinación con la de Obras y Urbanismo, se ha dirigido a la Consejería de Educación alertando de la situación de grave deterioro que soporta el Colegio Juan XXIII del municipio, con casi 400 alumnos, "por la ausencia absoluta de obras de mantenimiento y reparaciones durante muchos años de dejadez institucional, una labor que correspondía al propio consistorio y que no fue realizada por el gobierno municipal anterior", según explica en un comunicado el gobierno actual.

Ahora arreglar los desperfectos del centro educativo podría costar unos 700.000 euros que no se han recogido en las previsiones presupuestarias de las administraciones implicadas. Esa falta de mantenimiento en las instalaciones del centro educativo, pese a que desde la Consejería se subvencionaban las obras necesarias durante años, ha provocado con el tiempo una considerable cantidad de desperfectos en la estructura del viejo colegio que se han plasmado en las últimas semanas en caídas de enfoscados (encalados) de la fachada exterior, en muy mal estado, y de trozos de yeso en los techos interiores de aulas y pasillos, además de encontrarse las puertas y ventanas en muy mal estado.

Estos desperfectos han motivado, no sólo el traslado de alumnos a otras aulas, por motivos de seguridad, sino además el vallado de espacios en la zona de patios exteriores para aislar las zonas más próximas a las fachadas deterioradas.

El concejal de Obras, Gonzalo Pascual, recuerda que en los últimos nueve meses se han realizado multitud de trabajos en el colegio costeados por la propia Administración Local, dentro de sus posibilidades, para intentar solventar en lo posible algunos de esos graves deterioros.

Se ha ejecutado el pintado exterior de todo el centro, la reposición de unos 150 cristales (aún faltan por reponer), limpieza de azoteas, arreglo de puertas, labores de ajardinamiento e instalación de riegos, reparaciones de alumbrados y multitud de pequeñas acciones de mantenimiento solicitadas desde la Dirección del colegio.

Sin embargo, la gravedad de la situación y el coste necesario para solventarla ha obligado a esta institución a dirigirse a la Dirección General de Infraestructuras Educativas del Gobierno de Canarias y a la Dirección Insuflar de Educación para transmitirles el problema que se soporta en esta comunidad educativa y la necesidad de encontrar soluciones viables que garanticen el bienestar de alumnos y maestros.

En esa solicitud de intervención, desde los servicios técnicos municipales se acompañan una pormenorizada valoración económica de las obras a realizar en el colegio. La cantidad cuantificada en unos 700.000 euros supera con creces el actual capítulo de inversiones reales recogido en el presupuesto del ayuntamiento para 2012 en todo el municipio.

La alcaldesa, Carmen Acosta, ha manifestado su preocupación por la situación del colegio y ante el complejo panorama económico existente en las inversiones programadas por las administraciones, a la hora de poder ejecutar obras de ese calado, pero debido a la urgencia se ha habilitado una partida especial en los presupuestos municipales para hacer estas obras de urgencia en el Ceo Juan XXIII, ya que lo consideramos prioritario.

En tal sentido, lamentó las consecuencias y repercusiones de lo que considera "un nuevo ejemplo de la dejadez, prioridades equivocadas y de mala gestión de los gobernantes anteriores". Aclaró que "es evidente que una instalación como ésta no se deteriora en unos meses, sino después de años de falta de obras de mantenimiento y atención"

Acosta agradeció de antemano la atención manifestada desde la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ante este grave problema, a la espera de una respuesta más contundente de urgencia que permita garantizar la seguridad de los alumnos y personal que trabaja en el CEO Juan XXIII.