Breña Alta hace historia con el primer Agromercado sin residuos de Canarias

Breña Alta cuenta con el primer Agromercado con residuos cero de Canarias, lo que garantiza la ausencia de restos fitosanitarios en los productos hortícolas que se ofertan todos los sábados en el Parque Los Álamos. Así lo dijo el alcalde, Ángel Alonso, durante la presentación de este proyecto que pretende contribuir a la recuperación de las medianías y al desarrollo de sistemas agrarios productivos que permitan producir alimentos frescos y de calidad controlados con rigurosas analíticas.

Los agricultores que participan en esta iniciativa se comprometen a cambio a emplear técnicas de producción en el cultivo de hortalizas y frutas que no permiten la utilización de fitosanitarios de síntesis química, por lo que excluyen también el uso de herbicidas. El resultado es que se obtienen productos locales de calidad, sin residuos, sin venenos y que, según el alcalde, se podrían consumir sin pasar por el "lavado normal".

Alonso puso el acento en que el mercado no es solo un lugar de venta sino también de creación de empleo, ya que muchos de los agricultores que hoy en día son vendedores y empresarios vienen de la construcción y a los que "el sector agrario les ha dado la posibilidad no solo recuperar las medianías sino, a su vez, de tener un empleo". Y dijo que el próximo objetivo es mejorar la comercialización, teniendo un lugar físico que está ya en construcción en el mismo parque de Los Álamos. El alcalde destacó que la calidad de las producciones es transparente pues hay un técnico que controla las producciones desde el origen y hasta la venta y que pronto en la web del Ayuntamiento habrá un apartado específico para el mercado.

El concejal de Desarrollo Local, Jorge González, destacó la importancia de este proyecto para el municipio y para la Isla, y agradeció el trabajo de la Agencia de Desarrollo Local y de la Reserva para hacerlo realidad. González indicó que los esfuerzos están centrados ahora en que se consolide y permita no solo la comercialización de las producciones sino la puesta en valor de nuestras medianías y la creación de microempresas familiares.

"Poco a poco el Producto Álamo va tomando forma con los museos, el mercadillo, la restauración hecha desde la huerto", dijo, para subrayar respecto al mercadillo el compromiso de los agricultores con los productos frescos. "Aquí el que lo vende, lo siembra". Otra garantía es que la marca de la Reserva avala que los productos a la venta han sido cultivados siguiendo prácticas ecológicas o de residuos cero.

El gerente de la Reserva, Antonio San Blas, animó por su parte a degustar los productos respetuosos con el medio ambiente ya que "con ello se contribuirá a la mejora de la economía social de la Isla". De momento, según detalló, son ocho los productores autorizados a llevar la marca de la Reserva, dos en agricultura ecológica y seis en producción integrada con residuos cero, aunque hay cuatro más que están a punto de incorporarse a este club selecto.

San Blas aprovechó para resaltar la apuesta decidida del Ayuntamiento y de los propios agricultores de acogerse a la marca Biosfera, y el esfuerzo de concertación que se ha hecho por consensuar un pliego de condiciones técnicas que permitan el desarrollo de la actividad con garantías para el consumidor.

Otro aspecto que puso en valor es la juventud de quienes han encontrado en "este agromercado una salida comercial para los productos, un beneficio económico y la satisfacción personal de la marca que avala sus productos, una producción compatible con el medio ambiente y la contribución que hace al paisaje de la propia Isla". Eso ha hecho que terrenos antes abandonados han recuperado su aspecto tradicional y ahora se encuentran en producción, contribuyendo a la mejora del paisaje rural.

San Blas recordó también que las producciones están avaladas por las analíticas que se realizan con muestreos aleatorios que se envían a los laboratorios de residuos del Instituto de Tecnología de Canarias, que permite que el consumidor tenga una garantía certificada.

Por su parte, Arístides Hernández, uno de los agricultores de este Agromercado, de 31 años, contó su experiencia y defendió que la agricultura ecológica es rentable porque "nosotros producimos cualquier tipo de insumo que necesitamos".

Aunque en La Palma hoy en día no hay cultura de consumir productos ecológicos, consideró este joven agricultor que se podría abastecer de producción ecológica, porque el 60 o 70% de lo que se consume aquí viene de fuera y "es absurdo porque tenemos tierra, tenemos agua, la gente está votada en la calle, tenemos que concienciarnos de que es una forma de vida. Podemos autoabastecernos y lo que nos sobra para exportar, y puede generar una economía". "Que se vuelva a activar la tierra", es lo que hace falta, apostilló.

Otro aspecto que destacó es que en la agricultura ecológica "intentas no penerle nada a la tierra, con lo que tu finca al final se acaba convirtiendo en un pequeño ecosistema, donde hay bichos que se comen a las plagas sin necesidad de pesticidas ni fitosanitarios que en dos o tres años dejan el suelo estropeado y sin vida. Con la agricultura ecológicas creas biodiversidad".

Este joven proviene de la construcción y decidió dedicarse a la agricultura ecológica porque su familia tenía la tierra, y aprovechó la oportunidad que hoy es su sustento y su medio de vida.

El Agromercado tiene ya su propio logotipo, que es representativo de la cumbre y de las huertas del municipio en las formas de una hojas de verdura.