La lluvia y la baja participación deslucen la Feria de San Isidro, cuya continuidad no está clara

La lluvia y la baja participación de ganaderos y cabezas de ganado (157 en total frente a las más de 300 de hace dos años) deslució la celebración este sábado de la Feria de Ganado de San Isidro, la primera del año, dejando un sabor agridulce. Y es aunque la calidad del ganado presentado era buena, el recinto ferial tenía un aspecto desangelado ya que tampoco esta vez asistió mucho público. El teniente de alcalde y concejal de Agricultura, Blas Bravo, fue claro y dijo que es necesario hacer una profunda reflexión sobre la continuidad de la feria porque año tras año participa menos gente.

"El sector ganadero está muy desmotivado, no tiene ni la energía ni el aliciente de participar, así que si la feria va a seguir así, de esta manera, habrá que valorar si merece la pena hacerla o no porque se hace un gran esfuerzo. Toda la comisión de Fiestas de Breña participa, hay un montón de gente trabajando, y si después vemos que cada año va a menos pues a lo mejor no interesa este tipo de eventos. Habrá que hacer un análisis serio con el sector y valorarlo", dijo Blas Bravo, que mostró su tristeza por esta situación pero "creo que hay que hacer una reflexión profunda a ver qué se decide".

El veterano político socialista achacó esta situación a que el sector ganadero está tan maltratado y es tan poco rentable, que quedan muy pocos ganaderos. "Yo estos días he estado hablando con ganaderos, y me han dicho que han vendido animales para carnicería hace cuatro o cinco meses y no se los han pagado, el queso lo venden cada vez con más dificultad, y luego se quejan de que aquí hay más inspecciones y exigencias que en otras islas. Se sienten maltratados y por eso al final quedarán profesionales que lo hagan muy bien o la mayoría de los ganaderos van a desaparecer.

El presidente de ASPA, Miguel Martín, valoró que el ganado estaba en mejores condiciones porque el forraje es mejor, pero que es preciso analizar en voz alta qué es lo que pasa porque "está claro que han acudido menos ganaderos a la feria". "Yo creo que un momento de dificultad económica como la actual, esta incertidumbre permanente dentro del sector ganadero de no recibir las ayudas que tienen que recibir crea esta situación de desgana, de no querer participar en lo que tendría que ser el homenaje a los ganaderos porque las cuatro ferias insulares son el homenaje a esas personas sacrificadas que día a día tienen que levantarse para dar de comer a su ganado".

Y es que Martín puso el acento en que hay pensar que el ganado no es la agricultura, come los 365 días del año y el sacrificio es doble. "Desde ASPA, junto con el resto del sector, tenemos que ver qué es lo que tenemos que hacer con las ferias ganaderas de la Isla porque van por el camino de un descrédito que no podemos permitir, al contrario las tenemos que revitalizar y ver qué fórmula le damos a esto para que sea de verdad el homenaje a los ganaderos".

El alcalde Ángel Alonso de Paz hizo por su parte un análisis más positivo de la feria diciendo que la participación "ha sido la esperada porque por cada guía hemos reducido a ocho cabezas precisamente para que aquí esté representado lo mejor a cabaña ganadera de la Isla. El año pasado teníamos doce por guía ganadera y este año ocho para que el visitante vea ganado bonito". Por lo que consideró que "con este número la feria se mantiene dignamente" y prueba de ello es que "prácticamente la totalidad del ganado autóctono, lo mejor está representado aquí, la pena es el día lluvioso que lo ha deslucido". Terneras, vacas, toros, cabras, burros y lo más importante del ganado del país se dieron cita un año más en un recinto ferial pasado por agua y con poca afluencia de público.