La lluvia no ha podido con el talento de unos vecinos que hacen grande el Corpus de Mazo

La lluvia retrasó este año la colocación de los arcos del Corpus de Mazo y la confección de los pasillos, alfombras y del tapiz, pero gracias al tesón y a la unidad de los vecinos de cada barrio, las empinadas calles del casco poco a poco se fueron cubriendo de arte y de colorido, -porque la naturaleza este año ha sido muy generosa-, para celebrar el día grande de una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.

Poco se puede decir de un pueblo que se une ante la adversidad del mal tiempo y sin perder la esperanza ni el humor se puso manos a la obra, y nunca mejor dicho, porque durante toda la mañana había muchas manos trabajando, para que todo estuviera listo para la procesión del santísimo sacramento ayer por la tarde. Un trabajo de artesanos con el que cada año se reinventan para seguir haciendo grande al Corpus.

Espectaculares arcos en los que arte y fe se dan la mano trufan las distintas calles del casco, que en estos días reciben la visita de miles de personas que quieren conocer el resultado y los detalles del trabajo minucioso de todo un año. El colorido de los pasillos confeccionados con semillas, flores y otros elementos naturales, y sus originales formas llaman también la atención del visitante que quizás, solo quizás, no valore en su justa medida el gran esfuerzo que hay detrás de un arte tan espectacular como efímero. El arte vertical del Corpus y su grandiosidad.

Los vecinos de Mazo han vuelto a dar un ejemplo de generosidad, de esfuerzo, de coraje y de lucha contra la adversidad. La lluvia ha impedido que el municipio amaneciera sembrado de arcos y de pasillos como suele ocurrir cada jueves de Corpus pero, sin embargo, no ha podido con el capital más importante que tiene esta fiesta, su gente. De su ingenio y de sus manos sale cada elemento de un Corpus único en el mundo.

Este museo de arte al aire libre podrá ser visitado y admirado hasta el próximo domingo. Hasta entonces cientos de cámaras captarán la espectacularidad de unos arcos hechos con paciencia y esmero, unas imágenes que correrán como la pólvora por las redes sociales inmortalizando el momento.