Garafía no quiere que su párroco se marche

El Ayuntamiento de Villa de Garafía muestra su disconformidad con el futuro traslado del vicario parroquial, Rubén Gallego del Pozo, al municipio vecino de Barlovento. La corporación considera “inapropiada” la decisión tomada recientemente por la Diócesis Nivariense, encabezada por el Obispo Bernardo Álvarez, ya que “afectará gravemente a toda la comunidad de vecinos y vecinas del municipio”.

De llevarse a cabo el traslado del vicario parroquial, Garafía se verá limitada, asegura el consistorio, a los únicos servicios que pueda prestar el actual párroco de Puntagorda y Tijarafe, Antonio Delgado.

La comarca noroeste de la Isla, compuesta por los tres municipios de Tijarafe, Puntagorda y Garafía, se comunica a través de una carretera de montaña con una extensión de 38 kilómetros, en claro estado de deterioro. Por este motivo, dicen desde el ayuntamiento, “entendemos que contar con un único párroco para asistir a los tres municipios es impensable”.

Como en anteriores ocasiones, se afirma del ayuntamiento, el municipio de Garafía se vería nuevamente mermado en sus servicios, tal y como ha ocurrido años atrás, al desaparecer la última unitaria en Franceses y la Enseñanza Secundaria Obligatoria en el Colegio de Infantil y Primaria de Santo Domingo.

La concejal de Cultura, Fiestas y Juventud, Glemis Rodríguez, afirma que “nos encontramos en una difícil situación en la que entendemos que actos tan importantes como la Nochebuena y el Auto de Reyes Magos de Garafía podrían verse afectados directamente con esta decisión. Entendiendo la difícil postura de nuestro párroco, Antonio Delgado, a la hora de organizar y desplazarse en un mismo día a los tres municipios que obviamente desean mantener las fechas y horarios de su festividad navideña, tal y como se lleva haciendo por décadas. Este mismo inconveniente se trasladará festividad de Todos los Santos, Semana Santa, y todos aquellos actos religiosos coincidentes”.

El alcalde, Martín Taño, señala que “tras la marcha de Rubén, el pueblo de Garafía quedará en parte desasistido”. Es por ello, que solicitan a la Diócesis Nivariense que reconsidere su decisión y comprenda las características que “nuestro municipio presenta”.

El Ayuntamiento destaca la gran calidad humana de “nuestro párroco Rubén Gallego”. Un párroco de León que llegó hace ya casi dos años a un municipio marcado por su abrupta orografía y su despoblación. “Llegó para unificar, para congregar en torno a él a los jóvenes del pueblo y dar alegría y esperanza a los mayores. Un joven participativo e integrado totalmente entre la comunidad religiosa y laica”. Su traslado, dicen, supondrá un nuevo y duro golpe para un municipio que lucha por mantener la igualdad de servicios en su comunidad.