La Feria de San Antonio aguanta el tipo pero los ganaderos se quejan del “acoso” del Seprona

Más de 300 cabezas de ganado de gran calidad participaron en la Feria Ganadera de San Antonio del Monte -la más importante de la Isla y la más antigua de Canarias-, que se celebró este sábado en Garafía bajo un intenso calor y con la presencia de numeroso público que acude fiel a esta tradicional fiesta que da la bienvenida al visitante con espectaculares arcos, pero en la que los ganaderos mostraron su malestar por el "acoso" al que dicen estar sometidos por parte del Seprona incluso en la propia feria, pidiendo certificados, impidiendo la participación del ganado caprino sin crotales y poniendo multas a los transportistas.

"Con tantas exigencias y con tanto control nos están asfixiando", se quejaba un importante ganadero que ve bien que se exija que el ganado esté cuidado porque "yo lo hago" pero considera que están exigiendo demasiado y que están cansando a los ganaderos que realizan un trabajo muy sacrificado pero poco reconocido. En el mismo sentido se pronunció otro ganadero más joven que dice que con tantas pegas lo que están consiguiendo es que los ganaderos no acudan a las ferias.

Una queja compartida por el secretario del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Queso Palmero, Manuel Pérez Rocha, fiel a la cita de San Antonio del Monte, que entiende que "criar y mantener la cabaña ganadera ya es un esfuerzo grande". "Los ganaderos se están adaptando a las normativas, están las ADS sanitarias constituidas, lo que significa un gasto adicional importante, así que no podemos estar de acuerdo con tanta burocracia, con tantos controles y que se les aplique una normativa como si fueran grandes ganaderos, como si fueran a trasladar un camión de ganado desde Francia hasta Alemania, cuando estamos hablando de una isla de 700 kilómetros cuadrados, muy fácil de controlar, con gente muy consciente de lo que está haciendo".

Pérez Rocha tiene claro que la burocracia que "tenemos que soportar es ya exagerada, desde el Seprona hasta cada una de las administraciones que están detrás de los ganaderos como si fueran potenciales delincuentes". En un mismo mes, según relató, pueden pasar tras administraciones distintas a inspeccionar una misma explotación y "eso es una exageración porque los ganaderos son muy serios".

Pérez Rocha coincidió en que todo esto está impidiendo que los ganaderos acudan a las ferias, porque "es tanta la burocracia para transportar una res dentro de una isla que desde luego el ganadero se aburre".

Preguntada por este asunto, la presidenta del Cabildo, Guadalupe González Taño, presente también en la feria ganadera, dijo que está claro que las normas están para cumplirlas, y que por tanto "el problema lo tenemos con las normas porque lo que no se puede es seguir aplicando normativa planteada para grandes instalaciones, para territorios muy grandes, a una isla como la nuestra y a una actividad de este tipo, la feria, que es puntual en la Isla".

La presidenta subrayó no obstante que en el sector ganadero se ha hecho un esfuerzo por adaptar las normas a través de las medidas urgentes para el suelo y demás y que en esa línea hay que seguir trabajando.

El alcalde de Garafía, Yeray Rodríguez, fue tajante al decir que "este año nos ha perjudicado que no hayan permitido que vinieran cabras sin crotal, que es el tipo de identificación que se utiliza para el ganado caprino pero que hace daño a la cabra palmera, lo que ha hecho que un par de ganaderos importantes no estén".

Un hecho que calificó como una falta de apoyo por parte de algunas instituciones a lo que son las razas autóctonas de la Isla y que explica la poca presencia de cabras en la feria ganadera", aunque en general se mostró satisfecho por las más de 300 cabezas de ganado que se han dado cita, un número algo inferior al del pasado año, por la participación en los concursos de vino, queso y pastor garafiano, y por la gran afluencia de público, que cifró en más de 9.000 personas.

Con independencia de la actuación del Seprona, lo que sí quedó patente en esta nueva edición de la Feria Ganadera de San Antonio del Monte es que resiste pese a todos los problemas. "El ganado no puede estar mejor porque ha habido buenos pastos", indicaron varios ganaderos entrevistados que pese a todas las dificultades siguen acudiendo en la feria más antigua de Canarias para colaborar y pasar un día en familia.

Además de los controles e inspecciones, lo ganaderos también se quejan de que cada vez tienen más dificultades para vender el ganado y para cobrar lo que venden, tardando en ocasiones años en hacerlo, y que si no se subvenciona la carne de aquí, como la que viene de fuera, la ganadería en La Palma está condenada a desaparecer porque no pueden competir. Hay que trabajar mucho y los ingresos cada vez son menos, se lamentaron.