Soria y Margallo inauguran en Tazacorte el hotel “con más obras de arte del mundo”

Aunque ya lleva un tiempo funcionando, los ministros de Turismo y de Asuntos Exteriores, José Manuel Soria y García Margallo, fueron los encargados de inaugurar este sábado la Hacienda de Abajo, el primer hotel emblemático de Canarias situado en el casco histórico de Tazacorte, y que según palabras del ministro Soria deber ser de los establecimientos hoteleros que más obras de arte tiene de todo el mundo, más de 1.100, y que le llevó a bautizarlo como un establecimiento museo.

Tras visitar unas cuidadas instalaciones llenas de arte y descubrir la placa inaugural, el ministro de Turismo felicitó a todas las personas que han hecho posible esta obra "perfecta", en la que turismo, agricultura y arte van de la mano. "No debe de haber sido fácil en unos años de dificultad económica sacar adelante este proyecto" pero el ministró se mostró convencido de que al final las cosas bien hechas dan resultado.

El ministro canario recordó que el turismo es el principal motor de la economía española, que sigue creciendo, y que como cada vez surgen destinos competidores nuevos es importante buscar la diferenciación del producto turístico para que sigan viniendo visitantes y "este es un ejemplo". José Manuel Soria definió la Hacienda de Abajo como un "producto extraordinario y de excelencia", al que ahora hay que promocionar bien y en este sentido mostró su disposición como responsable del Ministerio de Turismo para darlo a conocer aún más.

García Margallo alabó también el hotel y mostró su deseo de que si alguna vez se le recuerda sea por haber hecho algo muy parecido a esto, "una obra colectiva llena de arte y de historia". Margallo dijo que una de las apuestas de su ministerio es la promoción de la marca España que es calidad, modernidad, excelencia y que "eso es este hotel". Además el ministro de Asuntos Exteriores abogó por articular alguna distinción que permita premiar estas obras que "nacen del corazón y que se hacen con pasión".

Enrique Luis Larroque, uno de los dueños de la Hacienda de Abajo, explicó que la denomación de hotel emblemático es debido a que está situado en un edificio integrante del patrimonio histórico de la Comunidad Autónoma de Canarias y a su contenido, que ha sido calificado en innumerables ocasiones como un auténtico museo pues alberga "más de 1.100 obras de arte, una magnífica colección de tapices, 20 tapices desde los siglos XVI al XVIII, franceses y flamencos, una excelente colección de arte oriental, muy buena pinacoteca, desde el siglo XV al XIX y una serie de elementos decorativos que lo hacen singular".

Millones de euros de inversión y años de sacrificio han hecho posible que se haga realidad este hotel cuya colección de arte ha salido "de nuestras casas, de generaciones que nos han precedido de la familia de los Marqueses de Villaforte y de la familia Sotomayor, somos descendientes de los constructores de esta casa, y una parte importante ha sido adquirida en lo que constituye la mayor aportación de patrimonio artístico a La Palma del siglo XVII", explicó Larroque.

Con una corta vida que no llega a un año, el hotel "está funcionando bien, el huésped se siente como en su casa y eso hace que tengamos muchos clientes ya repetidores y un índice de ocupación que cada día es mejor porque La Palma es un destino singular, un destino único, de altísima calidad, muy apreciado y hay un segmento de turistas que demandan este tipo de establecimientos, y como es realmente atípico, muy difícil de encontrar, la sorpresa está garantizada porque se encuentran con una excelente colección de obras de arte, en una casa magnífica, en un entorno que es una maravilla y en uno de lo mejores climas de la tierra, en el municipio con mayor horas de sol de toda España y eso realmente sorprende".

Y para que este museo esté siempre a la altura, el hotel cuenta con un equipo de restauración porque "la conservación de las más de 1.100 obras de arte que contiene así lo requieren", además, dijo Larroque es un signo distintivo y "con ello estamos creando otro tipo de empleo y de gran calidad". Además aquellos clientes que lo piden se les hace un visita guiada por hotel.

Enrique Luis Larroque quiso hacer hincapié en que el hotel no es solo para clientes sino para la Isla y que por eso el restaurante y la cafetería están abiertos al público porque "La Palma es una tierra de acogida, hemos sido siempre muy acogedores y hospitalarios y este hotel tiene que ser el reflejo".

¿Es accesible el hotel?

Preguntado por si el hotel es accesible para las personas con discapacidad, Larroque aseguró que sí, "nosotros hemos tenido clientes en sillas de rueda que han disfrutado de nuestro restaurante y además es que nosotros queremos que esos clientes acudan al hotel. Nuestra labor consiste en hacer la vida agradable a nuestro cliente y eso es fundamental y para nosotros un cliente con discapacidad es un cliente muy especial que merece la mayor de las consideraciones y toda la atención del mundo. Hemos tenido clientes en nuestro restaurante en silla de rueda a quienes además le hemos enseñado los jardines y que han disfrutado del hotel". Y al ser cuestionado sobre si pueden acceder a las habitaciones, aseguró que la Hacienda de Abajo cumple con toda la normativa en materia de accesibilidad, "de lo contrario no nos hubieran dado la perceptiva licencia de apertura, esa es la realidad. No quiero entrar en polémicas, nosotros respetamos todas las opiniones pero esto es un día de alegría y nuestro reto diario es irnos superando siempre con la máxima humildad".

Sobre la presencia de los ministros de Turismo y Exteriores en el acto de inauguración dijo Larroque que supone "un gran espaldarazo al concepto de establecimiento, a lo novedoso del establecimiento" y que es una muestra de apoyo al sector turístico en un momento difícil porque "estamos en medio de una de las más graves crisis económicas internacionales de los años 30".

Turismo nacional, pero sobre todo alemanes, austriacos, holandeses y británicos, son de momento los principales clientes de este hotel que intenta darse a conocer y hacerse un hueco en el difícil mundo del turismo ofreciendo una instalación emblemática.