Reina la desconfianza, nos recome la impotencia, se ha perdido la fe en todo, carecemos de referentes y…. todo sigue igual
Me viene a la memoria una anécdota que viví hace tiempo. Tomábamos una cerveza en una terraza y se nos acercó un negro (moreno para los que piensan que eso les reconforta) y nos ofreció unos collares.
.-No, no, gracias.- contestamos al unísono.
.- Hombre compradme uno que llevo un día muy “blanco”.
Todos reímos la ironía y una amiga le compró uno por su gracia.
La verdad es que la vida política de esta época está desgranando un rosario de puro azabache. Por más que lo intenten, nadie les acepta el moreno, porque pasa como en la canción “cuanto más lo lavan más negro se pone”. Y no es que la situación genere desafección, es que el invento ya no da más de sí.
Las esperadas condenas descafeinadas, la carencia de cárcel preventiva para los de cuello demasiado blanco, el “trapicheo” con y por la justicia, le dan a esta época una manita de color, que me gustaría ver cómo la perciben los futuros manuales de la historia, pero creo que entre todos la hemos dejado bastante oscura.
Ya la costumbre hace pasar desapercibida la crónica que diariamente inunda los medios, ni siquiera es noticia; pasa sin un mínimo de indignación ante una población amorfa, que ha perdido la capacidad de reacción y actúa con sangre de horchata.
Todo parece orquestado para que la opinión pública tenga alguna pequeña satisfacción, mientras que lo verdaderamente importante, como la devolución del expolio y la exigencia de responsabilidades, va quedando en la impunidad y además, queda como una aceptación pre renacentista de un ineludible valle de lágrimas.
Reina la desconfianza, nos recome la impotencia, se ha perdido la fe en todo, carecemos de referentes y…. todo sigue igual. La situación es totalmente deprimente. La corrupción no deja de airear casos y casos que son “aislados”. Se demuestra que muchas prácticas bancarias fueron fraudulentas. Se cuestiona la manipulación de los más altos organismos y las denuncias, las comisiones de investigación y todo este mundillo de acusaciones y defensas es tan cansino que ya nada nos asombra.
Todo es posible, hasta parece normal que la mentira sea algo cotidiano, así la manipulación y la propaganda patenta la “postverdad” . Se utiliza un lenguaje repleto de recursos que apelan a sentimientos externos para ocultar las canalladas. En fin que en desagravio de los gitanos, nos hemos convertido en un país de “payos”.
Y, lo verdaderamente triste, es esa pasividad conformista con que aceptamos la situación. Parece que los españoles hemos entrado en un estado de hipnosis colectiva. Da la sensación de que, desde la corona a la planta de los pies, estamos hechos de materia ignífuga o demasiado refractaria. Nuestra actividad cerebral parece que nos lleva a aceptar lo inaceptable, a creer las mentiras increíbles y a taparnos la nariz para poder sobrevivir en un país donde el olor es cada vez más insoportable.
Los viejos partidos niegan la mayor; pretenden sobrevivir como si el estado de descomposición no les afectara para nada. Siguen hablando de democracia pero, como nunca, temen las elecciones directas. Los partidos nuevos, llamados renovadores, mienten igual de bien, hacen lo contrario a lo prometido o se fagocitan entre sí en busca del eterno poder, y la justicia, que no queda otro remedio que aceptar, parece que se mueve en terreno resbaladizo, que no es ciega, no tiene espada y no le funciona la balanza.
Como siempre, los ciudadanos leemos, oímos y vemos en blanco y negro, porque los poderes fácticos, que dominan los medios, son buenos pintores a la hora transmitir el color de la verdad.
En estos momentos tan desagradables, nos invade la desazón y la incertidumbre, la gran duda es si vivimos una nueva transición, como se ha dicho, o si todo deriva hacia la restauración de la clásica alternancia. Es muy posible que vuelvan a los matrimonios interpartidistas para tener garantizada la supervivencia de los dependientes de la política. Sea como fuere, las dos españas, virulentas y antagónicas, las españas del odio y la discordia, no acaban de desaparecer. Y aunque pregonen lo contrario, la paz social sucumbe bajo una farsa de democracia.
Algunos, entre los que me encuentro, vemos tan peligrosa esta implacable reproducción social de dominio y de control, como los totalitarismos de izquierda o de derecha. Esperemos que, dentro de cada ámbito, se despierte, se acabe con estas aberraciones y se encuentren caminos hacia un nuevo contrato social más justo y menos peligroso
Vivir para ver.
Continuamos.
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maximopt
Señor Galva:
Creo que en este país no tenemos nada superado.
Su argumentación se me escapa. Cervantes, Machado, Velázquez …¿y?
Las decadencias, la mudanzas de las casas reales ¿y ?
¿ Cainismo ? ¿Ultramontanos? ¿Madrenuestra?
¿Revanchismo intelectual?
¿Tenemos que agradecer que no nos llamen para el paseito al atardecer a cambio de admitir todo lo que venga?
¿Se puede admitir que todo es normal y que no hay que tirarse al monte?
Ni hablar Sr. Galva. Echar la culpa a la extrema izquierda o a la extrema derecha de .los desatinos del establishment es lo mismo que culpar a las conjuras judeomasónicas de nuestra infancia.
Sinceramente, creo que su conformismo interesado está fuera de lugar. Usted puede cantar misa y predicar lo que quiera, pero media España no está por su labor.
Creo que su opinión si que está en decadencia, y mas lo estará, en cuanto entren ocho o diez años de votantes por abajo y desaparezcan por arriba.
Puede que confunda revanchismo intelectual y a los “ultramontanos ” con esa parte de nuestra sociedad que aspira a una existencia
más libre, más justa y más participativa.
un saludo.
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GALVA
Bueno;España es un país complejo….Los Noruegos no tiene un Cervantes, un Galdos , o un Machado…Y menos un Velazquez….
Patrimonio humano, cultural , historia y el privilegio de ser una de las cunas de la civilización actual , tenemos….
Lo que pasa que, por mor de los siglos, las decadencias, la mudanza de Los Austrias por los Borbones, y la ultima torre de la tarta de sangre y miseria que nos asoló (Guerra Civil y Dictadura) hemos amalgamado mucho cainismo…………Y demasiado ultramontano que se cree en posesión de LA VERDAD…En el caso de España lo encarna la utraizquierda, pues ya la ultraderecha no se come un rosco.En el caso de Francia, Austria, Holanda y demás, los lumbreras son Marie “Petain” y demás: Los populistas de las soluciones “contundentes” y mas ciegas que el mendigo del Lazarillo de Tormes………………………
Lo que mas celebro es que esta TRANSICIÓN ( que tendrá fallos, pero es lo mejor que nos ha pasado en Siglos ) ha culminado en un país donde si te tocan el timbre a la tarde sea un Testigo de Jehova pesado e infumable…O si discuten dos vecinas sea por los cuernos de Paquirrin….(Bueno, tampoco en Inglaterra las marujas hablan de Shakeaspeare)…..
Y DE ACUERDO…Hemos llegado a ese punto; AL FIN Y AL CABO, NO PASA NADA;YA ESTAMOS DONDE ESTAMOS……..
Te das cuenta de la tozudez de nuestra quimera a través del sencillo análisis: ¿Por qué hay tantos republicanos radicales que ven la Monarquía una lacra, e incluso La Iglesia?….En Noruega , el país era confesional hasta esta siglo y funcionan con la Monarquía………………..Tanto Madrenuestra y tanto revanchismo “intelectual” es normal?…¿Tanta tontería catalanista?…
BUENO; LO DICHO, NO VEO QUE HAGA FALTA TIRARSE AL MONTE…..ESO LO HEMOS SUPERADO…..
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maximopt
Hola Pintao : Usted nunca parasita estos espacios, al contrario los enriquece con aportaciones propias.
Totalmente de acuerdo cuando dice que nuestra historia está llena de tropezones y desacuerdos , pero si recordamos a Machado:
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
has de volver a pisar
caminante no hay camino sino estelas en la mar.
Tenemos que reconocer que, desgraciadamente vemos la senda, pero no aprendemos a construir nuevos caminos y seguimos tropezando con las mismas piedras
Los “por qué” son temas de debate.
ej ¿ Por qué se considera que el chantaje económico debe primar sobre las exigencias de justicia y dignidad en las negociaciones políticas?
un saludo.
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Pintao
Sin el ánimo de “parasitar” este espacio que brinda a los lectores el artículo de Don Máximo, que como siempre, suelen llevar bastante enjundia, me atrevo a exponer una reflexión personal más, acerca de “este país nuestro”.
Sin duda la incapacidad que mostramos para sacudirnos de encima problemas que parecieran de fácil solución, es algo consustancial a la tan traída y llevada “idiosincrasia española”.
Siempre terminamos malaprovechando las oportunidades que nos brinda la historia y con frecuencia como país nos ha salido el tiro por la culata, debido a la escasa capacidad que hemos tenido en ponernos de acuerdo en lo fundamental y lejos de ceder para avanzar juntos, nos hemos empeñado en ser los más chulos de la clase, y así nos ha lucido el pelo. Si no, recordemos por ejemplo los acontecimientos que han jalonado nuestro devenir histórico por este valle de lágrimas: La Restauración, el 98, la República que pudiendo haber sido un salto hacia tan necesaria modernidad, se suicidó por incapacidad para organizarse, para no irnos mucho más atrás.
En estos momentos, aún contando la oposición con una holgada mayoría para que untos hagan que situaciones políticas concretas jalonadas de vergüenzas como la corrupción, varias leyes retrógradas que nos hacen retroceder en derechos, una política económica que aún con indices de crecimiento hace que el número de ciudadanos en precariedad extrema no haga sino aumentar, mientras que los frutos del esfuerzo colectivo se los lleven los que más tienen, sacamos de la botella de la historia el genio del un orgullo tan “nuestro”, que lejos de llegar a inteligentes e imprescindibles “transacciones”, nos dediquemos a mirarnos el ombligo y ver quien la tiene más grande. No me extraña nada que el Sr. Rajoy diga que actualmente se encuentra muy a gusto, pues le basta con ponerse de perfil , estilo que por otro lado y con mucho éxito, ha adoptado su grupo parlamentario en el Congreso para que todas las bienintencionadas iniciativas que profusamente va produciendo la oposición, se quede en agua de borrajas, pues como son incapaces de “negociar y ceder para avanzar”, basta dejar pasar el tiempo, dejando que reglamento en mano, todo termine por convertirse en “brindis al sol”, aunque se anuncien como mucha fanfarria.
En privado los parlamentarios del PP tienen que partirse de risa,
La negociación y la transacción trasversal e inteligente es la base del desarrollo de los países a los que pretendemos parecernos, pero esto es hasta peligrosos decirlo, pues pude uno incurrir en antipatriotismo. Lo de siempre, somos de lo que no hay.
Como siempre suele ser muy apropiada la máxima aquella de que “con genio y figura, hasta la sepultura”.
Si bien es cierto que como me suelen comentar algunos amigos, ” tampoco somos de los peores, pues en todas partes cuecen habas”. Y tienen razón,
pues peor les va a muchos otros países, desde Siria a Nigeria, o desde Guatemala a Sudan del Sur.
El que no se consuela es porque no quiere.
Y como eramos pocos parió la abuela, y el “asunto catalán”, venga a la vuelta de la esquina a “tapar todos los demás graves focos de interés, desde la corrupción a la intervención escandalosa en instituciones tan imprescindibles para la salud democrática de un país moderno, como la justicia.
Como siempre, no se si sigue siendo válido aquel de que “Spain is different”, al menos somos bastante peculiares, y así nos luce el pelo. Si bien es cierto que a algunos más que a otros, como ha de ser.
Perdonen el rollo que sin duda ha salido posiblemente largo y hasta reiterativo, pero todos no tenemos las mismas virtudes de decir mucho en pocas palabras, cosa que siempre admiro pero de lo que no soy capaz.
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Pintao
La idiosincrasia de cada país es naturalmente el resultado de las circunstancias históricas que por las que a través de los siglos les ha caído en suerte vivir.
Por lo tanto hay que ser muy bien intencionado para pretendiendo mostrarse políticamente correcto se creyera que cuando murió Franco, brotó de una manera espontánea una sociedad abierta y con profundo respeto a la pluralidad de ideas.
Siempre es positivo esperar estas cosas toman a veces siglos en modificarse, y si no hay voluntad de ello, hasta más tiempo.
Los mayores solemos volvernos bastante pesimistas con los años, y peor si de por si es uno bastante escéptico. Que le vamos a hacer.
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Pintao
Actualmente pienso que “las dos españas” machadianas son tres.
Creo que hay una españa que no pasa ni del 15 % de la población, que es consiente de la tremenda y triste situación de desbarajuste en que estamos inmersos. Yo diría que esta es la parte de la sociedad, medianamente consiente de la importancia de pensar y actual con honradez y mirar la realidad de una manera crítica, como ha de ser,
Hay otra españa (otro 15 %), que es la que siempre ha tenido la sartén por el mango y piensa, totalmente convencida que están predestinados a ello por derecho divino. Un ejemplo de ella es la clase gobernante que ha acaparado un poder omnímodo en las comunidades valencianas o madrileñas.
Luego hay una masa despistada (70 %), que quizás nunca se le ha enseñado que “la politica” nos concierne a todos y que tiene más interés en ver quién termina acostándose con quién en el último programa de Gran Hermano.
Las élites gobernantes de este país, que aunque pretendan negarlo, encuentran en el franquismo sociológico la pauta de comportamiento al que siempre han estado acostumbradas, y que al no haber habido ruptura en su día, heredaron el edificio con los ascensores en marcha, no sólo no permitirán que no se mueva un pelo del actual estatus quod de corrupción generalizada, sino que acomodarán las instituciones del estado a su favor y todo ello con el beneplácito del gran parte del pueblo soberano el cual se le manipula con una facilidad increíble.
Quizás sea yo pesimista in extremis, pero como Don Paco Maruenda nos viene advirtiendo, “todo el esfuerzo justiciero” quedará en agua de borrajas, y más pronto que tarde muchos podrán proclamar el famoso dicho de que “ladran, luego cabalgamos”.
Desgraciadamente es nuestro sino.
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