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Ricardo sufre pero consigue su reto de unir con esquís acuáticos Ibiza y Alicante

  • Realizó el recorrido de 56 millas náuticas en 2 horas y 52 minutos

El deportista palmero Ricardo García Castro concluyó hoy (7 de Octubre 2013) con éxito la prueba de esquís acuáticos que tenía previsto realizar entre Ibiza y Alicante.

A pesar de todas las adversidades sufridas a lo largo de estas semanas, no solo por las condiciones meteorológicas, que no estaban permitiendo realizar la prueba o de los imprevistos de última hora con barcos etc, Ricardo logró esta mañana enfrentarse de nuevo a un nuevo reto: unir Ibiza ( Puerto de San Antonio) con Alicante, (Javea)

En un tiempo de 2 horas y 52 minutos, y a una velocidad de 19 nudos, recorriendo un total de 56 millas náuticas. Salió a las 8:56 de la mañana del puerto de San Antonio y se llegó al puerto de Javea a las 11.48 horas.

El éxito, indican desde la organización, ha sido rotundo, no solo por haber superado esta prueba en sí, que ya es difícil, sino porque la realizó sin arnes de tiro, solo con la fuerza de sus brazos .

Además, desde su gravísimo accidente de tráfico en el que fue atropellado en el 2012, no se había enfrentado a ningún reto, por lo que este ha significado muchísimo para él. "Supone que todo el esfuerzo que ha realizado por recuperarse tiene una recompensa y con esto quiere, no solo que le sirva para él, sino para muchas personas que como él han vivido una situación similar. Un accidente o una enfermedad que les impide seguir con su vida diaria y esto demuestra que una vez más la tenacidad, el deseo, la fuerza por lograr objetivos es más fuerte que los dolores o que cualquier cosa que paralice la vida de una persona, y que siempre en la vida uno se debe proponer metas, sueños, y buscar ese objetivo sin desmoralizarse, sin pensar en lo peor, sino todo lo contrario, y con ese optimismo se lograra todo lo que se desee".

Este ha sido uno de los objetivos de la prueba. No solo demostrarse a sí mismo que podía recuperar su vida, sino que lo que pretendía es animar a que muchas otras personas vean que querer es poder

El equipo estuvo integrado por dos lanchas, una de arrastre y otra de apoyo, que le iba suministrando el agua, plátanos y los frutos secos tan imprescindibles para poder obtener energía para la prueba. Llevaban además dos patrones profesionales, y otros dos que son los que han realizado con él todas las travesías, además de la notario de San Antonio, María Dolores Fraile, una enfermera, una coordinadora de seguridad, una fotógrafa y tres miembros más del equipo que eran los encargados de acercar a Ricardo con un Bichero atado con una red, todos los alimentos y bebidas y de tener todo previsto para cualquier suceso. Imprescindibles para que pueda realizar la prueba. Además de recoger los botellines de agua que quedaban vacíos y que Ricardo no lanzaba al mar, muy concienciado con el medio ambiente.

Ricardo no pudo dormir nada durante la noche por el estado de nervios que tenía (su primera hazaña tras su accidente era demasiado y las imágenes que le venían a la mente le impedían conciliar el sueño), lo que hizo que en la mañana estuviera sin energía y derrotado, pero todo el equipo le animó para que iniciara la prueba.

"Hasta que se puso los esquís y se tira al agua, en ese momento es como si todo el agotamiento se hubiera desvanecido y Ricardo recobró la energía. Comienza la prueba y a cada minuto se empieza a sentir mejor. La lancha de apoyo que es la que se acerca a él van hablando y se comunican, aunque por el tamaño de la lancha conseguida se dificulta el acercamiento de la misma para darles suministros, ya que suelta mucho agua a los lados, con el riesgo de que si se acerca puede tirarle; la lancha tiene dos motores de 300 y tiene mucha potencia.

Durante la primera parte Ricardo va cómodo, pero en la segunda parte se mira los pies, que es lo único que ve de su cuerpo y comprueba que se han puesto negros y se le duermen las piernas. Esto hace que se ponga muy nervioso y aparezcan dolores, se siente muy mal, empieza a decaer y desde la lancha de apoyo al acercarse le preguntan qué le pasa y él pide ayuda, que le animen. Desde la lancha de arrastre hasta se disfrazan haciendo todo tipo de pantomimas para que Ricardo se olvide de los dolores y se olvide de eso pero la situación alarma a todos.

Pese al sufrimiento, consigue pasar las 2 horas de travesía y ya en el último tramo, aunque se siente mal, con la alegría del equipo y que ya comienza a divisar la costa saca fuerzas. En sus esquís lleva pegada la foto de sus padres ya fallecidos y de su equipo, algo que le levanta el ánimo. Saca fuerzas de no se sabe dónde, pide a la lancha de arrastre que acelere para poder llegar y consigue su propósito.

 

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