Mary Nieves Hernández, una palmera que vive en Venezuela. Archivo.
Mientras duermes
una flor cierne su polen
sobre los pasos de la noche
la luna
hace espejos en el aljibe
miro tu rostro
en el agua recién caída
de un otoño
que se estrena
todo está quieto
todo calla
quietas las ramas
quietos los pájaros
me hundo en soledad
miel de tu alma
cuando amanezca
las sombras abrazarán sus perfiles
el polen hará briznas en el viento
mi poema
descansará en tu almohada
yo
seguiré navegando
en esa soledad
miel de tu alma
Marynieves Hernández.
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PedroLuis
Luna de otoño,
luna fría,
que sólo usted, con su calor anima.
Esta mañana, viendo la "rebatiña" de electrodomésticos en las calles de Caracas, me acordé de sus versos… resplandor en la noche quebrada.
Abrazos.
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Marynieves
Don Pedro Luis,
sobre la noche de los árboles
usted,
como un resplandor de luna.
Un fuerte abrazo.
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Marynieves
Gracias Pintao, por estar ahí una vez más.
Reciba un fajo de cariño desde esta orilla.
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PedroLuis
Mientras yo,
estigma perdido,
añora tu polen,
que no olvido.
Preciosos y evocadores versos, doña Mary Nieves.
Y mi irresponsable atrevimiento, que no tiene freno.
Un abrazo.
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Pintao
Puro canto al otoño "I presume", doña Marynieves.
Gracias una vez más.
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