La Villa de Breña Alta experimentará un viaje en el tiempo el próximo sábado, 11 de noviembre, con el recibimiento del Conde de Álamos. La llegada de este singular personaje al municipio, que retorna a su tierra con sus soldados y tesoros después de librar incontables batallas, se enmarca dentro del Mercado Medieval del Cuento que se celebrará en el Parque de Los Álamos, de 10:30 a 14:00 horas, y que transformará este recinto cultural en un mundo de fantasías y misterio.
A lo largo de la jornada se desarrollará un amplio programa de actividades que incluye talleres, saltimbanqui, narraciones y títeres. Además, se instalarán puestos de artesanía y una taberna que ofrecerá a los asistentes vino y castañas. No faltará tampoco en la recreación medieval un duelo de capa y espada.
El Ayuntamiento de Breña Alta agradece al Cabildo de La Palma y a varias asociaciones su colaboración en esta celebración. De forma especial destaca la implicación de la Asociación de Artesanos Arteba, del Agromercado de Breña Alta, El Frescal, Vigor Jazz, Club de Gimnasia Atabara y Grupo de Teatro La Máscara.
Por otro lado, el mismo sábado, en el Museo de la Cruz, a las 10:00 horas, tendrá lugar el taller Cuentos encajados a cargo del narrador Héctor Ruiz Verde, una actividad preparatoria del Maratón del Cuento que se encuadra dentro del programa del XI Festival de Cuentos Breña Alta 2017.
Media hora más tardes, a las 10:30 horas, en el Museo del Puro Palmero, se procederá a inaugurar la exposición de pintura Reyes pinta a Breña Alta, del artista Reyes José Hernández Cabrera, que permanecerá abierta al público hasta el 30 de noviembre en horario de 10:00 a 14:00 horas, de martes a sábado.
La jornada del sábado concluirá, a las 20:00 horas, con un espectáculo de monólogos, dentro del Ciclo Puroarte, protagonizado por Isa Fuentes.
Conmigotopaste
No te aclaras tu que lo compras todo de fuera y ahora quieres las castañas de aqui? Decidete o de aqui o de fuera no seas iluso por dios
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¿El vino y las castañas es gratis o hay que pagarlas? De todos modos no iré, pero me gustaría comprar algunas castañas frescas de la isla, no las que vienen de China o no sé de dónde, esas que se nota por el olor que estuvieron almacenadas en cámaras frigoríficas.
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