Barranquera Abierta, SC de La Palma, La Palma). Orto solar durante el solsticio de invierno por la mole del Sombrero de Chasna. Miguel Martín.
Roquito de La Fortaleza (San Andrés y Sauces, La Palma). Ocaso de la estrella Canopo sobre el Bejenao. Miguel Martín.
Las Lajitas (Garafía, La Palma). Orto lunar durante el lunasticio de verano por detrás del Roque de Los Muchachos. Foto de Miguel Martín.
Vivimos en un mundo tecnológicamente avanzado donde los relojes de pulsera y los calendarios rigen nuestras actividades cotidianas. Somos esclavos del tiempo. Sin embargo, las antiguas sociedades se ajustaron rigurosamente al ritmo que les imponía la naturaleza creando numerosas efemérides basadas en los movimientos del Sol, la Luna y las estrellas para regular las actividades o los rituales. Sus calendarios consistían en verdaderas dataciones de los acontecimientos de fenómenos naturales -sobre todo astronómicos-, religiosos o civiles. Esto es, ordenaban el tiempo de una manera cíclica y repetitiva admitiendo que el pasado se renovaba eternamente, al no estar sujeto más que a secuencias naturales, y no lineal como impuso el judaísmo y extendió el cristianismo.
Los fenómenos atmosféricos, la sucesión del día y la noche, la aparición y la desaparición del Sol, la Luna y las estrellas provocaban una experiencia de lo sagrado. Desencadenaron toda una mitología, una cosmovisión, la celebración de rituales, la construcción de monumentos y elementos que conectaran lo terrenal con lo celestial y así dar un sentido unitario al mundo. Dentro de este conjunto no debemos olvidar las montañas que jugaron el papel de conexión entre los dos mundos superior (celeste) e inferior (terrenal).
Todas las culturas, civilizaciones y pueblos, establecieron diferentes procedimientos para ordenar el tiempo. Canarias no supone ninguna excepción. De hecho podemos encontrar numerosas muestras físicas en toda la geografía insular.
El Sol. El modo más elemental de determinar el tiempo es el continuo movimiento del Sol a lo largo del año. Se trata de un ciclo de 365 días que se repite eternamente. En el Hemisferio Norte, cuando el astro Rey llega a su extremo Sur se produce el solsticio de invierno y a la inversa, su extremo Norte fija el solsticio de verano. Los pasos intermedios establecen los equinoccios de otoño y primavera. En todas las Islas tenemos numerosos ejemplos de construcciones de piedra, de cinceladura de símbolos, de perforaciones de cazoletas y canales, etc que fijan espacios desde donde podemos apreciar un orto o un ocaso solar por lugares muy significativos del relieve. Baste un ejemplo en los más de 60 amontonamientos de piedras que se dispersan por las cumbres de la Caldera de Taburiente, en la isla de La Palma, desde donde se puede observar la salida del Sol por un resalte destacado del relieve próximo e incluso por la isla de Tenerife durante el solsticio de invierno. Incluso encontramos algunos yacimientos cultuales (Las Lajitas y Las Lajes, Garafía) que tienen un carácter de marcador temporal al vincularse a ambos solsticios y equinoccios.
La Luna. También determinó secuencias cronológicas más largas. En este caso, de 18 o 19 año, debido a que el ciclo lunar es de 18,6 años. Tanto el lunasticio de verano como el de invierno, cuando el Satélite llega a sus extremos Norte y Sur, fueron marcados por los antiguos canarios teniendo en cuenta un accidente orográfico muy destacado por donde va a coincidir el orto o el ocaso lunar. Por ejemplo, desde la cueva sagrada de las Toscas del Guirre, en la Gomera, cada 18 años la Luna llena del verano entra por el Roque de Agando. El que quiera lo puede comprobar poco antes del amanecer del 2 de junio de 2015, momento de la parada menor de la Luna en su ciclo de 18-19 años.
Las estrellas. La noche fue toda una fuente de inspiración para los pueblos de la antigüedad. La posición de las estrellas en el Firmamento, tanto en el crepúsculo al salir los primeros luceros en el cielo, como antes del amanecer cuando comienzan a desaparecer, determina el calendario. La posición de determinadas constelaciones o estrellas, las más relucientes como Canopo, Sirio, Orión, Las Pléyades… bien cuando se alinean o cuando salen o se esconden por determinadas montañas disponían algunos días muy señalados. En concreto, en sociedades agrícolas como la de Gran Canaria, indicaban la llegada del equinoccio de otoño o decretaban el comienzo de la siembra con la llegada de las primeras lluvias abundantes o la sementera. En otros casos, la posición de las estrellas fijaba determinados días de rituales y festividades religiosas en el calendario. Todos o casi todos debieron funcionar a la vez.
En definitiva, el calendario divide el tiempo y lo agrupa en distintos intervalos (días, meses, años). Su perfeccionamiento fue el resultado del seguimiento a los astros, paralelo al desarrollo matemático. Tan sólo hemos podido comprobar unos pocos de los diversos calendarios que se usaron en las Islas Canarias antes del período colonial.
Miguel A. Martín González, profesor y prehistoriador.
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elrincon
En tiempos de antaño los agricultores. Y ganaderos si guiaban para sus labores por las faces de la luna ,con mucho acierto,cosa de lo que a día de hoy no se tiene en cuenta.
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Indiano
Que hicieran cazoletas y que hicieran amontonamientos de piedra no indica que eso fuera un calendario. Hay piedras alineadeas que si parece que lo fueran, pero esas cosas hay que estudierlas bien y no mezcar un potage rebuscado de cosas Pero parece que afurtunadamente tu no has llegado a ver esas piedras alineadas en circulo de diferentes tamaños porque sino estariamos jodidos
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Indiano
Que las estrellas marcan el calendario que ellos conocian en gran canaria por la llegada de las llubias para la agricultura????
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Indiano
Ejemplo de que en el roque en la palma pasa eso lo tenemos en la gomera. En la Gomera se puede demostrar pero en la palma no??????
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Indiano
Como se vinculan tal cantidad de marcadores con los solticios? Porque esas cosas hay que explicarlas no basta con decir que por ahi o desde ese sugar se ve el sol
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Indiano
Ahora resulta que las cazoletas las colocaban en lugares que marcaban el tiempo y para demostrarlo basta el ejemplo de los 60 amontonamientos de piedra en la caldera
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Indiano
Falso. Ellus tambien creian en la evolucion , lo que ocurre es que era mas lenta que la del cristianismo o el judaismo
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Indiano
Que pena que la arqueologia en la isla este tanabandonada que no use sus metodos de investigacion para ir aclarando cosas.
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Indiano
Si ellos sabian que el dia duraba lo que para nosotros son 24 horas por eso tenian marcadores solares en los fondos de las vasijas
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