"No puedo decir en verdad que ame a la Iglesia católica por ella misma si no creyese que ha recibido palabras de vida eterna, no sentiría ninguna admiración por sus estructuras ni por sus métodos y detestaría muchos capítulos de su historia". Lo que yo creo; Francois Mauriac que fue Premio Nobel de literatura en 1952. Comparto plenamente este planteamiento del escritor francés.
No creo que se sepa con claridad el número de libros, ensayos, investigaciones, etc., que se han hecho sobre la Iglesia. Institución más que bimilenaria en tierras de la vieja Europa, pero que en Canarias tenemos a nuestras espaldas solo algo más de cinco siglos. La Iglesia, en el momento actual, acusa el hecho de la pérdida de valores que caracteriza nuestro tiempo en el que los valores fundamentales son el dinero y vivir bien, lo más cómodamente posible sin importarnos mucho cómo está la inmensa mayoría de la humanidad. A esto nos hemos acostumbrado y pasamos de largo ante el hecho real y cierto del dolo humano.
En su continuo caminar, desde el día de Pentecostés, vemos a la institución navegar sobre aguas muy agitadas, se diría procelosas y todo ello por diferentes razones. Las primeras comunidades de hermanos, así se llamaban hasta que en Antioquia, aquella comunidad se empezó a llamar cristiana y de ahí el nombre de cristianos del que se beneficiarían todas las comunidades posteriores. Estas comunidades, a juzgar por los Hechos de los Apóstoles, lo tenían todo en común y la ayuda mutua era una realidad incuestionable. Pero el andar del tiempo y de los siglos fue pegándose a toda su estructura humana. Ya a partir de la alta Edad Media, allá por el siglo V, cuando las tierras de Europa se ruralizaron, al desaparecer la moneda y la vida urbana, la Iglesia también se hizo rural.
Poco a poco va apareciendo un nuevo arte que hoy llamamos prerrománico que dio paso al románico posterior y que sembró las tierras de casi toda Europa de importantes templos y monasterios. El monasterio era, al igual que el feudo, una unidad de producción al frente del cual estaba el abad y que actuaba como un auténtico señor feudal. En la cúspide de la pirámide social medieval, estaban los Obispos y que, como los grandes abades, estaban a la altura de los señores feudales. Era una sociedad piramidal en la que, por de pronto, el rey no tenía relevancia alguna. Pues bien, muchos de los fallos de la Iglesia actual arrancan desde los tiempos medievales.
Por ejemplo, el excesivo juridicismo que empezó a practicarse desde el tiempo de la reforma gregoriana en el siglo XI, y de aquí surgen varias compilaciones de Decretos que constituyen el fundamento del Código de Derecho Canónico de 1917-18 y actualizado en 1983. Desde el siglo XI, se impone la prohibición del matrimonio para todos los curas de la Iglesia occidental. Esta prohibición era poco practicada; de hecho era una cuestión enormemente generalizada la barraganía del clero, que ha llegado hasta tiempos relativamente recientes y que ha pasado a la literatura, por ejemplo en el libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita, en Arcipreste de Talavera o Corbacho y luego en unas coplas de escaso interés literario como las Coplas del Provincial en las que se ataca duramente al clero de vida altamente licenciosa.
Luego, durante el Renacimiento, época de gran esplendor para las Artes, los Papas vivieron entregados a los vicios y placeres. Léanse los nombres de Sixto IV, Inocencio VIII, Alejandro VI, Julio II, León X y otros, que propiciaron las importantes obras del siglo XVI en Roma, pero a cambio de no hacer nada por reformar la vida de la Iglesia. No debe extrañarnos la respuesta de Lutero ante esta situación. Siempre la iglesia se ha opuesto a todo tipo de progreso. Por ejemplo, Pio IX, fue uno de los papas más autoritarios y dogmáticos. En línea con el
catecismo Nuevo Ripalda condenó: el materialismo, el darwinismo, el ateísmo, el panteísmo, el deísmo, el racionalismo, el protestantismo, el socialismo, el liberalismo, el sindicalismo, el modernismo y la masonería.
En el siglo XIX, el Estado Pontificio era el más retrógrado de Europa, tanto política como socialmente; en él, el Papa condenaba el ferrocarril, el alumbrado a gas, los puentes colgantes e innovaciones similares. Con León XIII, mejoró algo la cosa, pero con Pio X, Pío XI y Pío XII el autoritarismo papal alcanzó cotas elevadísimas. Todo ellos fueron autoritarios, reaccionarios, e ideológicamente casi fascistas. De ahí que cuando llegó Roncalli al pontificado en 1958 y dijo que quería convocar un concilio para la Iglesia universal, para muchos cardenales de aquel entonces daba la impresión de que aquel hombre de 77 años se había vuelto loco. Bien sabía el gran Papa Juan que aquella Iglesia o se adaptaba a los nuevos tiempos o no tenía ninguna posibilidad de decir algo con fundamento al hombre de hoy. El Vaticano II se celebró. Produjo una serie de documentos importantes; pero ahora los problemas son tan grandes, que por muy buena voluntad que el Papa Francisco tenga, son de una dificultad tal que sin un concilio ecuménico o un sínodo muy amplio van a ser complejos de abordar, por ejemplo:
1. Al Papa debe elegirlo el Colegio Episcopal. Al fin y al
cabo él es su cabeza.
2. Elección de los Obispos por sus diocesanos y de los párrocos por sus feligresías.
3. Adaptar al espíritu evangélico el papel de la Curia, que quiere seguir controlando el nombramiento de los obispos, generalmente reaccionarios.
4. Restricción de los poderes del papa. El Papa no es más que el Obispo de Roma. Su función tiene que ser evangélica, y desde luego nada de santidad, santo padre o soberano pontífice, que recuerda al emperador romano como pontifex maximus.
5. Cambiar la doctrina referente al pecado original-invento de San Agustín- y su transmisión por vía sexual. De manera que los hombres se lo transmitimos a las mujeres por vía del semen y las mujeres a su vez por vía de la sangre de sus menstruaciones. No se puede seguir diciendo que nada de preservativos y condones. Somos ya 7 mil millones y con la teoría neoliberal globalizante, no podemos ser muchos más. La riqueza está en manos de cuatro.
6. Que el clero secular -obispos y presbíteros- esté más cerca de la gente, sea creyente o no, y que puedan casarse si ese es su deseo.
7. Que las mujeres puedan tener el mismo grado de participación en las órdenes sagradas que los hombres. Dios sólo mira el corazón, no el sexo.
8. Que la Iglesia deje de estar del lado de los poderosos de este mundo. Que no busque más poder que el que le viene de Dios.
9. Que la Iglesia deje de estar anclada en la Edad Media, pues el extraordinario poder que el Papa tiene, viene de los "Dictatus Papae" de Gregorio VII y sobre todo de Inocencio III (siglos XII-XIII) Acaso el papa más brillante de la Edad Media, pero alejado del espíritu evangélico.
Este puñado de ideas requiere mucho valor y arrojo para sacarlo adelante, ¿será posible?
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apurando
http://cort.as/80t7
"La jerarquía católica en Filipinas está echando el resto en la batalla. Grupos afines a la Iglesia han presentado 15 recursos de inconstitucionalidad y los obispos han sostenido en una carta pastoral titulada La contracepción es corrupción que “la mentalidad de los anticonceptivos es una mentalidad abortista” o que los anticonceptivos “destruirán la familia y aumentarán la violencia contra las mujeres”.
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GALVA
Bueno,claro Pintao…
Pero es que Dulcino decia de MATAR a la jerarquia eclesial:Y eso, tampoco es el mensaje del Nazareno….
Digo yo…Parece que en La Edad Media, el tema de la piedad, no calaba mucho en la sociedad….Al que lea un poco de Historia,le choca que se ejecutaran tantas matanzas, sin mas escrupulo….
Aunque antes y despues, lo mismo…
Estoy leyendo la biografia de Idi Amin,Bokassa y Mugabe:Tela…Ni Franquito con las palomas torcaces,que las mataba a cientos en un solo dia….
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Pintao
A propósito de Dulcino, que al Papa Clemnente V no le hizo gracia su interpretación del fin de los tiempos y lo mandó quemar vivo.
Eso era un Papa que tenía lo que hay que tener, y que tenía clara una extraña idea del Evangelio.
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GALVA
Tenga en cuenta algo:Si La Iglesia Católica,mantiene a los anticlericales resabiados e iracundos,es que esta trazando el camino adecuado…
Es de una lógica rotunda: Y así están,no hay mas que verlo…
Le recomiendo,la iglesia "católica" de Sinead o Connor,coincide con todas sus "propuestas"…
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GALVA
Vaya aburrimiento…
Un texto de un Neo-Dulcinista,mas bien anticlerical,que propone dislates,tan evidentes, que ni paso a analizarlos…
No creo que la Iglesia Católica,provea su autodestrucción;pero,de cuando en cuando, surge alguna rama dulcinista…Antes era podada,sí;ahora se pudre en cuanto trata de crecer…
Así es la vida…
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Pintao
Hubo un momento en que después de indagar en otros horizontes, comencé a distinguir la sabiduría concentrada en la Biblia y El Evangelio, en tanto a su expresión de una determinada manera de entender la vida, de una fuente de ética como norma de entender la convivencia, y la Iglesia Católica que como organización humana que es, a tenido momentos mejores y peores a través de la historia.
La Iglesia ha contado demasiados cuentos chinos con el solo propósito de arrimar la brasa a su sardina, y si somos honestos y hemos leído su historia no podemos negarlo.
La sociedad occidental actual, en la que el cristianismo ha formado parte de su cultura, necesita que se le hable con rigor histórico y de acuerdo con la ciencia y el sentido común, pues la gente ha ido abriendo los ojos y ya no se le convence solo con pedirle que tenga fe, pues no están dispuestos a comprar el cochino dentro del saco.
Como fuente de ética la Biblia tiene mucho que ofrecer, pero pedirle a la gente que obedezca ciegamente como si fuéramos una secta de Hari Krisna, no cuela y cada vez menos.
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iko
Desde el corazón de un cristiano al que su madre le inculcó lo que ahora peligra en desmoronarse.
Es una pena que algunos miembros de la Iglesia Católica aprovechen su estatus para lanzarse a la caza de brujas contra los que no piensan como ellos ¿La santa inquisición? No lo sé, pero podrían ir mejos las osas.
Por favor, mézclense con el pueblo y descubran los grandes valores cristianos y no aplasten sutilmente a quienes les conviene, descubran los valores del perdón, la misericordia, la misma vara de medir, la paja en el ojo ajeno…, practiquen la caridad, no sean soberbios ¡qué pecado!
Papa Francisco, gracias por el ejemplo que nos estás dando. Cuídate mucho. Rezamos por tí. Algunos de tus subordinados no están a la altura: son mezquinos, delatores, hipócritas, sin más. ¡Que Dios les perdone! Gracias.
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PedroLuis
Interesantes y comprometidas reflexiones sobre una Institución que acredita a lo largo de su historia (más que milenaria, que ya es bastante) luces y sombras. Quizás, porque como Ella se ha encargado de predicar, la bondad y la maldad, el buen ángel y lucifer, siempre acechan a la vuelta de la esquina.
En el reto de "sacar adelante ese puñado de ideas", que propone don Guillermo, muchos y muchas han dejado su empeño y su vida. Cuando se hace con honestidad y buena fe, tales propósitos invitan al respeto. Eso sí, sin olvidar que "con honestidad y buena fe" también se puede errar o estar equivocado.
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apurando
Sería muy bueno que empezaran por atender al duro informe de la ONU:
La ONU exige al Papa que entregue a los pederastas y blinde a los niños
(http://cort.as/7dqg)
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florcon
Guillermo es un hombre de buena fe, y le pone a la defensa del cristianismo mucho entusiasmo. La fe ha impedido que su razón y sus conocimientos, que son muchos, le hayan llevado al ateísmo. Yo no creo en la Iglesia, ni reformada, creo en la Ciencia, que poco a poco, y con la Oposición de la Iglesia, ha ido echando abajo, lo que se nos cuenta en las Sagradas Escrituras. Aún así, siento un gran respeto por cristianos como Guillermo.
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