Los habitantes de Puntallana no somos ciudadanos de segunda, no, sino que por el contrario tenemos los mismos derechos que cualquier contribuyente de Canarias a que nuestros hijos e hijas reciban el servicio educativo (igual que el sanitario), lo más cerca posible de nuestros domicilios, evitando gastos y riesgos de transportes innecesarios y únicamente por criterios economicistas. Entendemos que implantar la Educación Secundaria en Puntallana, partiendo de la infraestructura del Centro de Infantil y Primaria actual, no solo es posible, sino que constituye además un factor de progreso económico y social que mejorará la calidad de vida y el futuro de nuestros hijos e hijas y de todo el municipio. Animamos a los vecinos a debatir la situación y a empujar todos juntos para avanzar y conseguirlo.
Nuestro municipio está creciendo, lentamente sí, pero crecemos. No nos conformamos con “es lo que hay”, y tenemos proyectos e ilusiones para mejorar el futuro de nuestro pueblo.
Y es que en ninguna ocasión fuimos consultados cuando se decidió que nuestros hijos e hijas al terminar Primaria, con 11 años, deberían levantarse media hora antes y regresar a casa una hora después para desplazarse en guagua a S/C de La Palma para cursar la ESO, pudiendo hacerlo en nuestro municipio, (como sí ocurre en Tazacorte o Barlovento), y solamente por criterios economicistas, sin importar los riesgos en carretera y la pérdida de horas para el estudio o el descanso. ¿A quién le importa si nuestros hijos tienen menos oportunidades para dormir y para estudiar o que pongan en riesgo su vida en la carretera sin necesidad? ¿Le importa a la Inspección educativa, que debe velar por la igualdad de oportunidades y la calidad de la educación pública sin que haya diferencias por lugar de nacimiento, en cualquier lugar de Canarias, como señala la Ley Canaria de Educación? Queremos revertir esta situación injusta.
Estamos firmemente convencidos de que haciendo progresivamente pequeñas mejoras a partir de las instalaciones del CEIP Puntallana, dispondremos de óptimas condiciones para que nuestros hijos/hijas puedan continuar, al finalizar Primaria, sus estudios de Secundaria hasta los 16 años, sin mayores sobresaltos ni riesgos, con calidad suficiente y en su entorno natural. A partir de aquí, ya con la madurez suficiente, estarían mejor preparados para continuar sus estudios de bachillerato o de formación profesional, en sus centros de referencia de Santa Cruz de La Palma o en cualquier otro lugar.
La educación al igual que la sanidad no deben considerarse un gasto sino una inversión de futuro. Potenciar la educación en el cinturón verde de nuestras medianías es clave para frenar el éxodo de las zonas rurales hacia las concentraciones urbanas, mantener nuestro entorno y avanzar hacia la soberanía alimentaria y un factor de progreso social, económico y medioambiental para nuestra isla. Con muchísimo menos de lo que se gasta el Gobierno de Canarias en subvencionar a los negocios de los centros privados de educación, habiendo oferta pública más que suficiente, se podría financiar la potenciación de la educación en las zonas rurales de Canarias y evitar el éxodo a las ciudades.
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