Un pre-otoño caliente

Parece que con el calor del verano y el giro que están tomando las cosas en estos críticos momentos, algunos, más que de dodotis están necesitando tratamientos de diarrea mental.

Pedro J. Ramírez en su última entrega realiza un documentado repaso de los grandes  casos de corrupción que es demoledor pero como de costumbre nadie se da por aludido. Perfectamente enrocados comomuriones enganchados a un cruel anzuelo, resisten en las cuevas alardeando de los pecados ajenos sin la más mínima visión de que lo que se vive no es una tontería.

Por eso, distintos personajes de la vida política, abren la boca para soltar lo primero que se les ocurra en un intento absurdo de frenar el maremoto que avanza por el país, donde Podemos y otras fuerzas emergentes están configurando una seria amenaza para el stablishment  político de los últimos años.

Así, primero fueron perros flauta, después desencantados y antisistema, después bolivarianos subvencionados y pro etarras, después masas convencidas por mensajes populistas, después neofascistas a lo Mussolini, después de los que matan si llegan al poder (arriba España)  y lo último que he leído, duda en concordancia si son o no de izquierda.

Y siempre lo mismo. ¿Tan ingenuos nos ven estos Sres. Como para alertarnos de lo que se le viene encima al país? o ¿Será que lo que verdaderamente temen es lo que pueda venirles encima a una clase sin más beneficio que la política, bien acomodada y super pagada? ¿Están tan obcecados, que en su seno nadie piensa que el problema no es lo que pueda venir, sino lo que está? ¿Cuántos se han manifestado exigiendo cambios profundos o dejando sus puestos en política? Ya se ha dicho "En la calle hace demasiado frío", pero es desde la calle y desde el frío de donde se perciben las situaciones y la percepción actual no puede ser más deplorable.

Es posible que Podemos no sea la solución, pero parece que no se les pasa por la cabeza que ellos ya no son solución para mucha gente, mucha más de la que se imaginan, y posiblemente más de la que perciben las encuestas, las europeas son un ejemplo de ello.

Todo se va en críticas a los posibles radicalismos emergentes, pero ¿qué han hecho para evitarlo? Sólo palabras vacías, sin sentido y contrarias a las praxis. Son perseguidos por los jueces y las juezas de uno y otro lado, están contra la corrupción destruyendo ordenadores con información comprometida, tienen la conciencia tranquila y bla, bla, bla.

¿Qué se ha conseguido? Que desde el frío de la calle tengamos cada vez más la certeza de que se busca salir airosos de sus batallas, que se piense que las arcas del Estado no van a recuperar nada de lo que se han llevado, y que, detrás de las imperdonables dilataciones en el tiempo de los grandes casos y de las declaraciones de los "honorables hombres de estado", se esconde la oscura y obscena búsqueda de impunidad. Y lo que es más, se percibe la idea de que no es posible una regeneración, porque es tan grande el dislate, que no se arregla con la expulsión de unos cuantos y borrón y cuenta nueva. Eso fue posible hace muchos años pero ya no es posible. La sociedad lo sabe y la sociedad se manifiesta y no extrañan nada las encuestas.

Y ¿Ahora qué?¿Se arregla despotricando de lo que ha hecho más de un millón de personas? ¿Se arregla  vociferando sobre la expansión de la izquierda radical?  ¿Se arregla con los miedos a un pacto a lo "frente Popular" preludio de la 2ª República?

También parecen en ello menospreciar al ciudadano. Opino, y creo que no es nuevo, que la izquierda  como opción de gobierno en estos momentos, no será tan radical,por dos motivos: Uno es que Podemos, a pesar de sus ideas iniciales, se perfila como un partido de amplia base social con voz y voto directo en los objetivos, los programas, y los candidatos, partiendo de la estructura horizontal de los círculos y primando sobre la estructura vertical puramente organizativa, lo que puede moderar bastante sus supuestos. Lo saben y lo han criticado "PODEMOS Deconstruyendo a Pablo Iglesias. Parte de Juan Ramón Rallo". Repito que lo saben y le temen por lo que intentan tímidas imitaciones. Y también lo saben los fundadores de Podemos. La innovación y la participación horizontal es su activo y se desinflaría si no la hacen su piedra filosofal. Y dos, para ser opción de gobierno tendrán que pactar, lo que posiblemente frene bastante los radicalismos y pueda resultar una opción, moderada y ética, para que tenga posibilidades de pervivencia temporal, como todo en política.

Mientras llega ese temido otoño  aprovechemos nuestro fresco mar para no acalorarnos.

Continuamos.