Mary Nieves Hernández, una palmera que vive en Venezuela. Archivo.
Nunca te dediqué un poema
porque siempre has estado en ellos,
en cada palabra
en cada frase, en cada pensamiento
en cada suspiro
en cada vuelta de hoja,
porque eres la musa de mis versos
la cometa, el color de mis días.
Eres ritmo, de mi música el vuelo,
la imagen furtiva
que alimenta mis sueños.
Aún antes de escribirlos
ya asomas en ellos.
En las aristas de sus formas
brilla la luz de tu existencia
exaltando mi alma con tu alma
En la blancura del papel
desvelas tus encantos
para arrancarle a mi pluma
los instantes más sutiles
de mis ensueños y mis locuras.
Nunca te dediqué un poema
porque tú
eres la fuente de todos mis poemas.
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