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“Quedémonos en casa ¡¡¡”

Los Comuneros de Aridane, defensores de la Constitución de 1812

A cuatro años del 200 aniversario de los hechos y causa de “Los Comuneros de Los Llanos” bien merece recordarlo y demandar un mayor estudio, y su posterior publicación, de los sucesos acontecidos en 1824 en el por entonces municipio de Los Llanos. Los hechos llevaron la zozobra y preocupación por la integridad física de los 16 partidarios y defensores de la Constitución de 1812.

Bien merece un reconocimiento oficial y mayor divulgación por parte de las instituciones palmeras locales e insulares. Desde aquí proponemos descubrir una placa alusiva a este hecho en la calle de La Salud de Aridane y acordar rotular una vía con el titulo de: Los Comuneros.

El 20 de abril de 1824 el alcalde absolutista de la hoy ciudad de Los Llanos de Aridane, Gabriel Lorenzo de Alcalá, informó al alcalde mayor de la isla que en la aridanense calle de la Salud “en varios días festivos una reunión de algunos de los que fueron cívicos en el llamado Sistema Constitucional, formando escuadras y marchando por las calles en la forma y modo que marcha una compañía, y todos con varas terciadas (…) Las divisas de estos son pañuelos encarnados y el que no lo tienen lo solicitan prestado. A estos acompañan los sargentos de milicias Justo de la Concepción [padre del economista Benigno Carballo] y Gregorio Rodríguez” y otros. A estos pañuelos, divisas, “encarnados” los absolutistas respondieron jocosamente y con la amenaza: “Pañuelo encarnado que al cuello traéis, ya vendrá la orden de que os lo quitéis”.

Como consecuencia de esta denuncia fueron detenidos 16 personas acusados de ser “comuneros”, y por tanto defensores de la Constitución de 1812. Fueron conducidos, suponemos que por el camino Real de La Cumbre, desde Los Llanos y encarcelados en el castillo de Santa Catalina de Santa Cruz de La Palma.

Una vez juzgados recayó sentencia absolutoria a excepción de José Manuel de Armas Capote que fue condenado a dos años de confinamiento en Santa Cruz de Tenerife por haberse “probado que profirió en ciertos días conceptos ofensivos contra Fernando VII”.

El poeta aridanense Domingo Carballo Wangüemert (1794-1867), implicado directamente en los hechos, relata la “Causa de los Comuneros” y hace constar la lista de los “acaluniados” (calumniados) que fueron: Tomás-Antonio Wangüemert, su hijo José María, su yerno José Antonio, su sobrino Domingo Carballo, su sobrino político, Justo de la Concepción, Ambrosio de Casares, Antonio Salazar, Antonio Lorenzo de Justa, Domingo Lorenzo Felipe, su hermano Diego, Miguel Santos, Antonio de Armas, su hermano José Manuel, Gregorio Rodríguez Carmona, su hermano Sebastián y José Manuel Cordobés.

Con marcadas ideas políticas liberales Domingo Carballo Wangüemert hace constar los nombres de los denunciantes e implicados de contrario y señala de “inteligencia de los calumniadores” al alcalde absolutista Gabriel Lorenzo de Alcalá; como “Fieldefechor” a Gabriel de Armas; como testigos Antonio Lorenzo Armas y su hermano Cayetano, Antonio Camacho Rodríguez y su hermano Victorino Camacho, José Pérez Lorenzo y su hermano Sebastián Pérez, Pablo Morales, Domingo Gómez Lorenzo, Domingo Hernández Pérez, Rafael Díaz Rodríguez, Francisco Pérez (alias Bolango) y José de Casarez. El documento al que nos referimos se encuentra en mi archivo particular.

La sociedad “Los Comuneros” fue la más radical de las establecidas en España en el trienio liberal (1820-1823). Según el profesor palmero Manuel de Paz “Su intención democrática y popular les separó progresivamente de los masones. Así mientras la Francmasonería se contentaba con la lucha contra el despotismo, real o eclesiástico, y aceptaba la monarquía constitucional, los Comuneros más radicales luchaban por la república popular”.

De Paz desarrolla su trabajo en un artículo del aridanense Luis Felipe Gómez Wangüemert (1862-1942) publicado en el periódico palmero Diario de La Palma, el 20 de abril de 1912, bajo el título: «Los Comuneros de Los Llanos», según documento que conservaba el también palmero Antonino Pestana Rodríguez (1859-1939). Hoy este documento se debe custodiar en el Museo Canario de Las Palmas y una copia digitalizada en el Archivo General de La Palma, dependiente del Cabildo Insular de La Palma.

El único lugar físico que se recuerda estos hechos en la isla de La Palma se encuentra en el sótano, mazmorra, del castillo de Santa Catalina de Santa Cruz de La Palma. Un panel explicativo relata y recuerda el paso por aquel lúgubre y pequeño espacio de los 16 “Comuneros de Los Llanos”.

* Cronista Oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)

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