Esta semana tuve que pasar por Makro y me encontré con una oferta especial: papas del Reino Unido a 0.28 céntimos el Kg. Inmediatamente me acordé de Jorge. Jorge es un amigo que ha quedado en el paro de la construcción, y para sobrevivir, alternando con contratos muy precarios y temporales, siembra unos sacos de papas en medianías y me cuenta que cuando las lleva al mercado se encuentra dos problemas, primero que le exigen ser autónomo para poder vender y segundo que la oferta es de miseria debido a estos efectos de la globalización, y la pregunta es ¿Es bueno que estas papas lleguen aquí sin el más mínimo arancel? Y, lo que es peor ¿está la importación de estas papas favorecida por el REA (Régimen Específico de Abastecimiento)?
Cuando uno lee u oye hablar de la globalización, no sabe a qué atenerse, pues defensores y detractores se enzarzan en discusiones interminable e incomprensibles para las personas que carecemos de conocimientos económicos profundos, basta ver los distintos economistas que debaten en las tertulias, como defienden lo políticamente conveniente a la opción que defienden, o la de los que les pagan. Lo que si está claro es que: aunque la economía se basa en las matemáticas, carece de la certeza científica de las mismas, pues en caso contrario, si los resultados fuesen matemáticamente calculables, bastaría con aceptar los axiomas que dan buenos resultados. Todo parece indicar que ni las teorías son fiables ni el espacio- tiempo de aplicación de las mismas nos conduce a los mismos resultados.
Hace mucho tiempo que leí otra novela de Saramago "La Caverna" en la que afronta el tema de la globalización a través de las peripecias de una familia de alfareros que sucumbe económicamente frente a la aparición de los recipientes de plástico. Es un buen libro y un verdadero grito de alerta de este hombre, intelectual e inconformista, frente a la globalización. Una verdadera contradicción con ese mundo económicamente dependiente de un único mercado mundial, que suprime todos los aranceles permitiendo la libre circulación financiera y productiva, en una especie de brillo absoluto del capitalismo que subyuga a sus pretensiones las políticas de los estados soberanos, y los convierte en falacias políticas pues, en las praxis, el soberanismo lo detenta el capital de los bancos y empresas multinacionales.
¿Quién tiene la razón en esta discusión? Es evidente que las opciones de respuesta están marcadas por las ideologías o los intereses de los defensores – detractores y que las ventajas e inconvenientes se maquillan a gusto del consumidor.
En una síntesis de lo mucho escrito podríamos encontrar como lo más admitido y por tanto más significativo en ventajas e inconvenientes lo siguiente:
Algunas Ventajas:
Disminución de los costes de producción.
Abaratamiento de productos.
Aumento de empleo "donde llegan las multinacionales".
Aumento de competitividad empresarial.
Elevación de la calidad de los productos.
Aparición de mejoras tecnológicas.
Mayor accesibilidad a los bienes.
Algunos Inconvenientes:
Mayor desigualdad económica (acumulación extrema de capital).
Desigualdad económica dentro de cada nación.
Destrucción del tejido productivo de los países en desarrollo.
Aumento del desempleo y la pobreza en los países desarrollados.
Mayor injerencia económica de los países muy desarrollados.
Degradación del medio ambiente por la explotación de recursos.
Menor oportunidad al competir con los monstruos de las multinacionales.
Mayor fuga de capitales por la movilidad de las empresas.
Reconociendo de antemano que no tengo formación económica para rebatir o defender posturas macroeconómicas, hay cosas que nuestra lógica natural nos lleva a sopesar. Lo que parece fuera de todo lugar es que nuestros Jorges puedan sembrar papas para venderlas a 0.28 céntimos, y también es claro que si no se siembran en nuestro suelo los 28 céntimos emigran a los países productores y emigran los de las lechugas francesas, los de las frutas, los del vino, los de la carne, la leche, etc. etc. etc, y como no hay dónde ganar un euro, cada vez nos será más imposible comprar, por más barato que nos lo pongan.
Así que: destruimos nuestra economía, nos hacemos improductivos, y después subvencionamos con robos como el REA la importación de productos de necesidad.
Realmente no lo entiendo ni lo comparto y es clamor popular esa protección que permita vivir sin depender descaradamente de multinacionales e importadores. Otra cosa es que nos pongamos en la tesitura de preguntarnos hasta qué punto se puede luchar contra esta globalización sin salirse de este mundo, y hasta qué punto las políticas lo pueden resolver, pero parece un absurdo los estudios sin sentido, cuando tenemos tanto políticamente por hacer, que no es otra cosa que coger el toro por los cuernos y dejar de favorecer a los de siempre.
Continuamos.
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PedroLuis
Querido amigo, seguramente yo también conozco a ese Jorge, junto a otros Pedros o Manolos que se le parecen. Cuando te invitan a comer un plato de sus sabrosas papas guisadas, que se comen solas, sin conducto, de lo buenas que están. Nada parecido a esas otras que compramos en las grandes superficies, que ni se fríen ni se cocinan como es debido. Y, sin embargo, cuando les hablas de plantarlas a mayor escala que la familiar para “hacer negocio y ganar unas perritas”, te miran con cara de pena, y te espetan con sabio pragmatismo: “plántalas tú”…
Creo que se atribuye al escritor mexicano Carlos Fuentes ,la frase: “No hay globalidad que sirva sin localidad que valga”. Pues eso, ya lo dijo don Carlos.
El asunto es peliagudo, porque como dice “Apurando” entran en juego muchos factores o limitaciones sociales y ambientales… y encima, amparados por el REA, los cuartos no se reparten entre muchos para que al menos les toque “un poco”, sino que se reparte entre pocos, que son los que se llevan “el mucho”.
Continuamos. Abrazos.
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arosgal
Hola de nuevo a todos los compañeros, estén o no de acuerdo con mis aportaciones, pero el simple hecho de opinar es ya un riquísima aportación.
Creo sinceramente, que cada uno de nosotros, desde nuestras modestas atalayas, tenemos razón. En mi caso, hace ya algunos años que, afortunadamente, las papas no me dan de comer, simplemente las como, y para ello, por supuesto, las compro, las últimas hace escasamente una semana, a 1,20 Euros en Tenerife.
Creo que este foro es y puede ser muy enriquecedor, no se trata de dar o quitar razones, a unos o a otros. Cada uno aporta su experiencia, y la experiencia de todos, repito, de todos, podría ser el verdadero lugar en el que se encuentra este cultivo.
Los que tenemos ya una edad, unos más que otros, somos conscientes de la constante evolución a la que nos hemos visto sometidos en los últimos años, tecnología, medios de transporte, sistemas de riego, nuevos hábitos alimenticios, sustitución de la papa por otros alimentos, teléfonos móviles, y así un sinfín de adelantos que nos hacen la vida un poco más llevadera, ni mejor ni peor que antes, diferente.
También la distribución, llámese entramado que pone los productos agrícolas a disposición de los consumidores, ha sufrido una considerable modificación, puesto que la forma de consumo también ha sufrido determinadas variaciones. ¿Estamos todos de acuerdo hasta aquí? Pues continúo.
Tenemos que tener claro, muy claro, que nuestro modelo tradicional de cultivo ya no es válido, repito, nuestro modelo no sirve, está anticuado, muy anticuado, sigue un comino totalmente divergente a las nuevas exigencias. Que sí, compruébenlo. Ya no se puede ir al empaquetado de plátanos, o a su tienda de insumos, y llevarse tres, cuatro o cinco sacos de papas para plantar. Que no, que así no se va a ninguna parte.
Pero sigamos con el prototipo de agricultor, lo más generalizado, no aquellos que han adquirido cierto grado de profesionalización. Luego se llevan los saquitos, parten las papas, preparan la tierra, las cultivas y a los 120 días, a cavar papas, como normalmente decimos. Si encontramos comprador, las vendemos, si no, para la "cueva" o para la "lonja", hasta que aparezca el de "El Granel", para concretar, o cualquier otro "tiburón" y te ofrezca un precio irrisorio por tu cultivo, y claro, tú, para no tirarlas al barranco, se las dejas al precio que el estime oportuno, independientemente del precio de mercado. ¿Me equivoco? Ya sé que todos no lo hacen, la gran mayoría, sobre todos aquellos que, una vez despreciados por el sector de la construcción, están intentando retomar los viejos hábitos agrícolas.
Pues señores, estas prácticas ya no tienen cabida en el sistema actual, todo esta vieja estructura está bien para mostrarla y enseñarla a nuestros hijos, pero para hacerlo con criterios de rentabilidad y de operatividad, no, claro que no.
Primero, ¿la trazabilidad?¿cuaderno de campo? Entendemos que hay una normativa que hay que cumplir, que se nos exigirá en destino.
Otro aspecto fundamental y en el que coincide mucha pero que mucha gente, quizás demasiada, la maldita comercialización, ese es el gran bastión, la gran lucha, la enemiga pública número uno, la culpable de todo, la madre de todas las culpas, ¿verdad?.
Podría ser, no lo pongo en duda. Pero, a tenor de los resultados, no parece que La Palma tenga problemas de comercialización, el de "El Granel" y alguno que otro bastante bien lo han sabido hacer, puesto que no creo que sus cuentas corrientes carezcan de tantos ceros como las de los sufridos agricultores. ¿No me dirán que no lo hacen bien, bastante bien, para sus impúdicos intereses, por supuesto? ¿Estamos de acuerdo?
Para los que sí lo están, el resto, lo puede dejar aquí. ¿Y si además de excelentes y profesionales agricultores, contásemos también con excelentes y profesionales transformadores y, por supuesto, vendedores? ¿No podría dar un vuelco radical la situación? ¿Creen qué no? ¿Se ha intentado? No, seguro que no.
Si las miradas de este último planteamiento se están yendo hacia Breña Alta, hacia el Aeropuerto Viejo, y más concretamente a las instalaciones que todos conocemos y que no quiero citar, se equivocan señores. Pienso que actúan con buena voluntad, que intentan hacer bien su trabajo, que son buena gente, y todos los calificativos que se quieran añadir. Pero, desgraciadamente, no es suficiente, es más, a veces roza lo lamentable y lo patético. No las personas, con todos mis respetos, sino la eficiencia o la productividad, sí como lo leen. Si algún día, a algún iluminado se le ocurriese realizar un balance del dinero despilfarrado en su más de dos décadas de existencia (desconozco el dato exacto), nos daríamos cuenta de su verdadera y caótica dimensión.
Bueno, no quiero extenderme, no por no tener que decir o aportar, sino por no resultar cansino. Pero creo, sinceramente, que los que por aquí nos dejamos caer alguna vez, aunáramos de alguna manera nuestras aportaciones, seguro, que por lo menos, el siguiente fracaso del sector no sería tan estrepitoso.
Creo que entre todos podríamos poner en marcha un foro abierto a la participación, por este mismo medio, quizás el más conveniente, puesto que ni tenemos cara ni conocemos nuestras afinidades o contrariedades políticas, que tanto daño han causado a la Isla. También los políticos deberían tener cabida, sobre todo alguno, si hay que tenga cierto conocimiento y no simple representación, independientemente de su tendencia política.
Bueno, me gustaría haber sembrado una simple semilla que no sólo despierte nuestras adormecidas conciencias, sino que además, fructifique de alguna manera, pero ya, no en 120 días, sino ya desde ahora, y que se ponga en marcha un foro, en el que todos nos podamos suscribir, e iniciar un continuo intercambio de opiniones, constructivas, por supuesto, en el que intentar entre todos una búsqueda o una salida a la grave situación que vive, no ya la papa, sino el agricultor palmero y su entorno.
Si se anima alguien no tendría problema en dejar un correo.
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Vendaval
“Tuviste” que entrar a un mayorista, donde evidentemente los precios están aún más bajo que en otros lugares. Pero es únicamente el consumidor que tiene el poder – es la demanda pagar cada vez menos que destroza p.e. la agricultura. Los precios bajos indican que otro está pagando tu ventaja – sean los agricultores de Andalucía, Inglaterra o Pakistán.
Y tu amigo Jorge – que lástima que cobra el paro y no le permiten hacer más negocios aparte.
Pura hipocresía este artículo.
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apurando
Yo diría que, salvo mejores opiniones, la agricultura requiere tierra, agua, clima apropiado, mano de obra barata (sustituible por posibilidad de alta mecanización) y cercanía de los mercados.
De estos cinco factores, lamentablemente solo vamos sobrados de clima apropiado para muchos productos hortofrutícolas, no para algunos que requieren una estación fría.
La agricultura, salvo productos especiales y/o productos subvencionados, no da. Lo siento mucho, pero es así: consulten el pib de las provincias españolas dedicadas primordialmente a la tierra, su despoblamiento progresivo, etc.
Y si se mecaniza, desaparecen la mayoría de los puestos de trabajo.
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maximopt
SR Pintao: Gracias por sus comentarios que siempre ayudan a forjarnos opiniones. Muy de acuerdo en que, lo primero que tiene que hacer un territorio es ver de que pueden vivir sus habitantes. Debatir y estudiar y sobretodo actuar defendiendo con uñas y dientes a nuestra gente en general y no cayendo en las manos de unos cuantos empresarios.
Y ese es el problema de nuestros políticos. Nuestra agricultura de medianias, nuestros quesos, nuestros vinos,nuestra cabaña ganadera casi desaparecida, nuestro turismo rural, nuestra potencialidad en frutas etc. sólo encuentran dificultades normativas y competencias desleales.
Se necesita un cambio serio y profundo y yo no digo que lo haga Podemos pero alguien tiene que darlo porque tenemos que seguir viviendo.
un cordial saludo.
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maximopt
Sr. Carlosm: Siempre partiendo de que no soy especialista en la materia. ¿Sabe usted cuantas parrras hemos tenido que arrancar subvencionados por Europa para no hacer competencia con nuestros vinos ,de mejor calidad que los alemanes, para que ellos puedan vender los suyos? ¿ Sabe cuántas vacas se sacrifican en Madeira y asores para no competir con Europa? ¿ Sabe cuanto se gastan en propaganda para que el sur les compre la la mantequilla a cambio del aceite de oliva?
Europa es mucha Europa y a veces uno no sabe si es conveniente que te tengan ahí para prestarnos dinero para comprar aves que luego no podemos pagar o para mandar a que nos reduzcan la educación y la sanidad para ellos vendernos sus productos y comprarnos lo poco que les interesa.
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Pintao
Me parece positiva el comentario de "arosgal", en tanto que leyendo su análisis con detenimiento se ve que el asunto le preocupa y eso ya es bastante para empezar.
La masa del problema radica en que siendo Canarias un inmenso mercado de artículos alimenticios, dada su copiosa población y su voluminoso turismo anual, hacen que en el Archipiélago haya un promedio diario de dos millones y medio de personas que comen todos los días.
Dado que disponemos de un factor esencial a la hora de proponernos plantear un negocio de abastecimiento, pues el mercado es condición sine qua non, parecería bastante lógico que ese negocio beneficiara la máximo a Canarias, y que dicha actividad comercial, dejara sus réditos en el Archipiélago.
Por pura lógica parece que todo el entramado de ayudas por parte del Gobierno deberían ir en pos de la consecución del tal fin, y si las circunstancias son minimamente favorables, no debería ser tan difícil que el negocio funcionara, completando con importaciones las carencias propias en los casos que sea razonables.
La cuestión es tratar de encontrar dónde se encuentra el problema que hace que el asunto no marche.
La problemática que lo dificulta pudiera residir en las causas que Vd. apunta o no.
Yo no estaría tan seguro, pues en pura lógica y dado el elevadísimo nivel de paro y pobreza del Archipiélago (34 %), y las falta de sectores rentables aparte del turismo, no creo que el asunto sea cuestión de mentalidad o mala voluntad de los agricultores, que no estarían dispuestos a modernizarse y cumplir con las necesidades que exige un asunto tan serio como el abastecimiento.
Canarios son también los que se dedicaron un día al sector platanero y que yo sepa, funciona desde el punto de vista de la producción sin mayores problemas.
Pero bien Vd. que lo dice, sus razones tendrá, pero a priori creo que las causas son la falta de estímulo al tener que competir con unas importaciones subvencionadas que hacen que el que planta papas por decir plantar algo, no tiene ninguna certeza de precio ni de oportunidad de colocarlas en el mercado.
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maximopt
Hola Monte;
Muy contigo. y especialmente cuando aludes al reparto de las ayudas a la producción. Supongo que a tí lo mismo que a mí, el reparto proporcional a la unidad de producto es tanto o más escandaloso que el REA, y si no pensemos en los ingresos de la Casa de Alba o los grandes terratenientes plataneros por ese concepto. Dices que arreglable, pero sin arreglar.
Un cordial saludo.
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laverdaduele
me parece bien q le exijan ser autónomo
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arosgal
¿Qué decir ante tanta diversidad de opiniones, culpables y propuestas?
Respetándolas todas y estando en parte de acuerdo con muchas de ellas, yo, desde mi punto de vista, hay un principal culpable, el agricultor. Sí, como lo oyen, es más, no sólo estoy completamente convencido de ello sino que, además, lo he corroborado y lo podré corroborar, de eso, ahora mismo, no me cabe la menor duda.
Si hay algo en lo que todos coincidimos es que se importan papas, que se subvenciona su importación, que tienen un mejor precio y todas esas cosas, lo que no hacemos ni nadie se pregunta es la verdadera razón, y no me valen argumentos de politiqueo, mamoneo, etc.
Si los grandes operadores o importadores optan por importar papas, no es porque aquí no se produzcan, sino porque no tienen la certeza de que los productores locales cumplan con sus compromisos.
Si además de agricultura, sector del que entendemos bastante, estudiásemos un poco más los sistemas de distribución, quizás, nos daríamos cuenta de que no siempre la culpa es de otro, sino que nuestros propios agricultores, muchas veces, propician estas actuaciones.
Una estructura comercial no puede correr el riesgo de caer en las divagaciones de los agricultores. Se necesita compromiso, compromiso y compromiso, y este valor, curiosamente, no se planta, se adquiere y se práctica, y en La Palma, ni lo adquieren ni lo practican. A las pruebas podemos remitirnos.
¿Existe esa misma problemática en Tenerife? Indaguen un poco y verán que no. ¿Se importan papas? Claro que sí, en los periodos en los que no se puede garantizar la demanda del mercado? Lógico, el mercado no se puede quedar desabastecido.
¿Qué pensaríamos si llegásemos a una Estación de gasolina y no encontrásemos combustible? Pues achacaríamos la culpa a la falta de previsión de su propietario. Pues señores, para el aprovisionamiento de papas también es necesario tanto la previsión y el compromiso. Cuando nuestros agricultores cambien el “chip”, seguro, pero seguro, que todo podría ir algo mejor, pero si seguimos pensando individualmente, en plantar cuando se me antoje, vender a quien se me antoje y conseguir un buen precio, estamos equivocados.
Este negocio ya no funciona así, las prácticas heredadas de antaño, ya no tienen cabida en este sistema, y si la esperanza pasa por la Central Hortofrutícola de Breña Alta, apaga y vámonos, puesto que si anquilosados están los agricultura, las prácticas de esta Central están muy pero que muy arcaicas, lejos, muy lejos, de las necesidades del mercado.
¿Argumentaciones baldías? Ojalá me equivocara. Les puedo garantizar que si las estructuras productivas agrarias e industriales de la Isla, las únicas con futuro, cambiasen mínimamente, el horizonte más inmediato sería mucho más esperanzador.
De verdad, créanme, hay que implantar nuevas técnicas, en todos los aspectos, que se ajusten a las exigencias del mercado, y en estos momentos, ni agricultores ni transformadores son capaces de satisfacer, y ello no significa que no haya personal cualificado y medios para hacerlo, pero de momento, ante los ojos de los nuevos operadores, se encuentran en una fase lo bastante anquilosada como para confiar en ellos.
Lamento si alguien se siente importunado, o lastimado, pero es mi punto de vista, y necesito manifestarlo, no para que lo compartan, no tienen por qué hacerlo, sino para aportar un nuevo frente que, a la vez, derive en posible replanteamiento del sector, con el que me gustaría colaborar, pero que, creo, que no va a ser posible, puesto que muchos pensarán que soy un simple aventurado al que le cuesta poco escribir, pero quizás, si dispusiese de los datos que manejo y barajo, quizás pensaría otra cosa.
En fin, sigamos en la brecha, algún día se demostrará quienes tienen la razón y quienes no.
Un, no sé si ya palmero, canario, español, o qué se yo desilusionado, eso es lo único que tengo claro.
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