Heráclito y San Mateo

Hace ya muchos años, estando en clase de filosofía con D. José Mª Conejo, profesor para mi estupendo, que dejó su impronta en toda la generación que pasamos por sus manos, le preguntaba a un alumno sobre Heráclito. Nuestro compañero, confundido, contestaba sobre el hombre del todo cambia con la teoría de Parménides del nada cambia, todo es. Y el profesor socarrón y divertido le decía: "Eso dice Heraclito (llana) como lo pronunciaba nuestro compañero….. Pobre Heraclito".

Yo no es que sea un lector habitual de la Biblia, pero he leído bastante, ya que a veces hay contradicciones que me gusta rastrear para formarme un criterio. Con frecuencia uno se encuentra con ciertos "desajustes" que une a sus recuerdos, y en esta ocasión releyendo san Mateo 25 he terminado diciendo: Esto decía San Mateo…… Pobre San Mateo si levantara la cabeza.

El texto MATEO 25, es muy conocido por la Parábola de las Vírgenes, especialmente por aquello de: 25.13. "Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora", pero si nos centramos en la Parábola de los Talentos 25.14-30 se visualiza una cultura de trasfondo que premia a los diligentes negociantes y condena al los temerosos conservadores del pequeño capital. En este sentido no tiene desperdicio cuando afirma: 25.29.  "Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará".

De todas formas lo que llama la atención es la distinción que se hace en "El Juicio de las Naciones. De los valores atribuidos a la izquierda y a la derecha.

Según mis pequeñas indagaciones, el estar a la derecha del personaje más importante de una reunión significa, desde los antiguos protocolos, ocupar el lugar de honor. De ahí que el Credo nos diga que Jesucristo subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.

San Mateo sigue esta tradición y en 25. 33 dice: "Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. (raro ejemplo feminista dentro de un mundo muy machista)".

Y en 25.34: "Entonces dirá el Rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo".

25.35. "Porque tuve hambre, y me disteis de comer (vaya mala pasada si lo que tenían era obesidad); tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; (entre las vallas de Melilla)".

25.36. "Estaba desnudo, y me vestisteis; (en las playas nudistas) enfermo, y me visitasteis (en las listas de espera); en la cárcel, y vinisteis a verme. (pobre Bárcenas que sólito está)".

Parece ser que los términos de derecha e izquierda política no tienen nada que ver con el protocolo de honor y que derivan de la Revolución Francesa. La Asamblea Constituyente (1792) se dividió en tres grupos: La Girondinos monárquicos y conservadores que se sentaron a la derecha, los jacobinos, revolucionarios del grito de libertad igualdad y fraternidad a la izquierda y en el centro, el grupo "llano o marisma", de ahí que los términos: Derecha, izquierda y centro político, se han utilizado desde entonces para denominar a los partidos afines a aquella división.

Realmente, me cuesta mucho creer que la elección fuera arbitraria, porque la cultura conservadora tiene mucho de fachada religiosa y protocolaria. Veo más creíble que ocuparan la derecha de la tribuna, más por referencias bíblicas y por su idiosincrasia clasista, que por puro azar. De todas formas, lo cierto es que si Jesucristo y San Mateo levantaran la cabeza en nuestros días, a poco que la pusieran a razonar, la terminología actual les armaría tal confusión, que ya no sabrían distinguir entre criados fieles e infieles, ovejas y corderos y tendrían un lío tan gordo con la lateralidad y los puestos de honor, que hasta el arriba y el abajo le daría problemas y confundirían el cielo con el infierno.

Bueno esperemos que no aparezcan porque si vuelven les dirían que "No dan una a derechas" "Que todo está muy negro" y que para producir hace falta muchos talentos.

Continuamos.