Carta abierta al señor "meritocracio"

La semana pasada y como comentario al "Romance de D…." un señor que se identifica como "meritocracio", me ha hecho un par de comentarios que considero dignos de una réplica aunque sea, como siempre, con el simple objetivo de pasar el tiempo.
Mi remedo de romance iba sin pretensiones, con el ánimo jocoso de tomarnos lo serio con cierta broma, para no llorar como D, Rodrigo.
El Sr. Meritocracio me devuelve el golpe de revés, y me suelta:

"Llevo leyendole una buena temporada Sr. Máximo, y, sinceramente, me sorprende que usted, que se le ve leído y culto haya caido en la trampa de los populismos mas salvajes y deshumanizadores, heredados de las barbaries del bolchevismo. Prometen "tomar el cielo por asalto" y ofrecen castillos en el aire. ¿Dónde quedó la responsabilidad y la sensatez?

A tal zarpazo, se me ocurre contestar con una ironía:

Sr. Meritocracio: "Simpático" el nombre, en femenino es un mal muy propio de este país. Me gustaría contestarle algo más amplio, pero le anticipo: ¿Sabe usted dónde quedó la responsabilidad y la sensatez? Si lo sabe no dude en decirlo, que sería muy interesante, especialmente antes de las elecciones.

Pues, ni corto ni perezoso, este Sr. me contesta:

Desgraciadamente la meritocracia brilla por su ausencia en este país, así nos va, con la represión de aquel que destaca, tan típica de las izquierdas amantes de la mediocridad y el conformismo.
La responsabilidad y la sensatez está en aquellos que nos están sacando de la crisis y que han remediado el desastre que dejo ZP, no en bolivarianos subvencionados por gobiernos represores como el Sr. Maduro.

Sr. Meritocracio: Muchísimas gracias por considerarme culto y leído. En realidad he leído algo, lo que no me transforma en culto. Lo que realmente me llama la atención, es su creencia de que los cultos no caen en la trampa de las barbaries que describe de bolcheviques y bolivarianos. ¡AH! Se le olvidó lo de judeo-masónico. Mire usted Sr, por lo que he "leído" el bolchevismo, el llamado bolivarismo y el populismo, no tienen por qué estar reñidos con la cultura. Son cuestiones ideológicas, que son defendidas por personas muy cultas, a las que ni usted, ni yo, somos dignos de atarle la correa de sus sandalias, como diría Juan el Bautista.

El bolchevismo, el bolivarismo, y lo que llama populismo, no nacen ni se desarrollan por generación espontánea, Hace un tiempo visité El Hermitage, museo que actualmente ocupa el palacio de invierno de San Petersburgo, y me llamó la atención los murales fotográficos que hay en una de las escaleras de acceso, relativos al asalto de octubre. Sí, hay barbarie, sin duda. Hay saña y odio concentrado, y según se cuenta, borrachera general con las reservas que Nicolás II guardaba en los sótanos. Pero esa barbarie se gestó en la barbarie, el hambre y la represión que vivió el pueblo ruso mientras la "sociedad dominante" llámela "casta" vivía en otro mundo. Lea "La caída de los Gigantes" en la que Ken Follett lo recrea de forma magistral.

También visité Venezuela mucho antes del Chavismo, y recorrí prácticamente todo el país. En todas las ciudades, pero especialmente en Caracas, te saltan a la vista dos mundos, el valle con la ciudad normal, y los cerros circundantes de enormes dimensiones y enorme pobreza. Este fenómeno se repite en toda la Sudamérica que conozco. Es lo que se conoce como sociedades terriblemente divididas por una vieja desigualdad. ¿Ha pensado de dónde viene esa desigualdad? Pues muy sencillo, primero les enseñamos a cargarnos los galeones de oro rumbo a Europa que "subvencionaban" nuestras guerras y nuestras lindezas, y después a llenar maletas para Miami y Suiza por dictadores y partidos corruptos de distinto signo. Sudamérica, en general, ha sido víctima históricamente del expolio de una minoría dominante sin inversión en desarrollo ni en educación, creando una sociedad que se reproduce a si misma estratificándola culturalmente y económicamente. En Venezuela, un familiar nos contaba que otro pariente mayor le había dicho: "El día en que los cerros bajen al valle con un tenedor en la mano, adiós Caracas". Pues mire usted, menos mal que han bajado con una idea y con pocos tenedores, con muchas equivocaciones, por supuesto, pero esa barbarie y ese "populismo salvaje" como usted lo denomina, surgen como causa, y no espontáneamente como antes le he dicho.

En este país llevo viviendo casi 70 años y lo que va a ocurrir, y no lo dude usted que ocurrirá, tampoco se dará por generación espontánea. El asalto a mano armada contra el estado de bienestar, cargando los efectos de la crisis sobre los de siempre (por cierto no hagamos más demagogia, la crisis no fue culpa de ZP. De acuerdo que no actuó bien, pero la crisis y el paro habría afectado al de turno). Como venía diciendo, esa injusta carga social a la que hemos sido sometidos, fue caldeando el ambiente hasta la explosión del 15M. Los posteriores movimientos, en plural, no nacen de la nada. La hartura de este país, nace de la repugnancia por la clase política, por sus formas y sus prebendas, por sus enchufes, por su toma del estado con un "nepotismo desilustrado" rancio y cutre. Nace por crear una nueva clase social incontrolada, ambiciosa, sin escrúpulos y dispuesta a perpetuarse como tal, mientras te hablan de democracia. Nace por corromper las instituciones para que sirvan a sus fines, y nace por el desprecio hacia los ciudadanos.

Pero, o mucho me equivoco, o lo que va a pasar aquí no tendrá nada que ver con los bolcheviques, con los chavistas bolivarianos, ni con los populismos, pues nada en la historia es repetible. Lo que ocurrirá, no va a estar vinculado a la cultura o la incultura. Lo que se palpa, tampoco es estrictamente ideológico, es simplemente de lógica, de dignidad, de razón y de de ética y no teme a totalitarismos, porque existe la convicción de que nadie va tener opción de gobernar en solitario.

Las calderas de la ciudadanía "Sr. Meritocracio" (otro día hablaremos de meritocracia) no aguantan más, y en su defensa, así lo creo y lo deseo, se va a cristalizar una presión por la izquierda, por la derecha y por el centro, lo que simplemente va a acabar con la posibilidad de la existencia de gobiernos como los que hemos sufrido. El bipartidismo muere, e incluso puede ser que ni juntándose (lo que sería la muerte a la siguiente legislatura) puedan sobrevivir. Y ello va a ser así, simplemente por que la gente con más o menos cultura piensa, y de ese ejercicio de razonamiento, lo primero que se desprende es la necesidad de desterrar a vividores y vividoras que juegan con nuestras vidas como con las tablets en el Congreso. y …. No le dé usted más vueltas.

Continuamos.