Un laberinto de puertas que se cruzan gracias a las sonrisas, dragones que enamoran con veneno que salva, la silla maldita que inspira para ser héroes y heroínas y déjame por favor tenerte como Luna para que mis mares no se sequen son algunas de las aventuras de los cuentos que han escrito los escolares del CEIP La Rosa / Camino Viejo por el Día Mundial Contra El Racismo.
La actividad, organizada por el Ayuntamiento de El Paso, se ha desarrollado durante una jornada escolar diferente que ha convertido en leyenda escrita la diversidad para que los niños y niñas contribuyan a luchar contra los prejuicio raciales y la xenofobia. Para ello, han dibujado y escrito sobre el mundo de los otros y han unido todas sus virtudes y miedos en estas 4 historias conjuntas. Han partido 50 escolares de entre 1º y 6º de Educación Primaria con la escritora Julieta Martín Fuentes y la ilustradora Anu Jato.
El gran cuento del mundo, pero como a mí me gusta (1º)
Érase una vez en El Paso La Rosa Camino Viejo dos amigas que aún no se conocían. Se llamaban Náyade y Mindi Sin Pulgas, que mordía cuando le dolía el cuerpo, porque viajaba entre mundos. Náyade era más calladita, pero con unos ojos especiales que vinieron de Tenerife. Se conocieron cuando se tropezaron en el laberinto lleno de puertas que se abrían para volar a Cuba escuchando la canción Soldadito marinero.
Náyade y Mindi Sin Pulgas sonrieron cuando se vieron, porque se alimentaron de la alegría de encontrarse. Por eso, a partir de entonces, el mundo de ambas se completó y ya no volvió a dolerle el cuerpo a Mindi Sin Pulgas cuando viajaba y los ojos de Náyade, los que venían de Tenerife, fueron mucho mucho más bonitos. Y ya jamás volvieron a sentirse solas al entrar en aquellas puertas del laberinto.
Y colorín colorado el cuento se ha acabado en La Palma donde el viento pinta ráfagas de viento en las ventanas
El gran cuento estrellado de los dragones coloridos de El Paso (2º)
Érase una vez una casa encantada llena de puertas para llevarte por muchos mundos. Conseguí entrar al Mundo del unicornio y allí conocí a una dragona que se llamaba Luna. Me cayó bien desde el primer momento, porque me estaba sonriendo. Ella fue la que me contó que los dragones de hielo y viento echan fuego, veneno y agua.
-¿Cómo te llamas? –me preguntó la dragona.
-Me llamo Sheila. Y yo no echo fuego por la boca, pero sí sé estudiar, y jugar al Pilla pilla píllame tú.
-¿Y ese juego cómo es? –quiso saber.
-No es un juego de ganar, es un juego de divertirse.
Entonces, la dragona, se llevo a Sheila al Mundo de los Flamencos para demostrarle que podía volar y allí se pusieron a jugar al Pilla pilla píllame tú. La verdad es que el juego era más divertido con la dragona, porque pillaba a Sheila con veneno que cuando la tocaba producía el enamoramiento.
Por eso, todos los dragones terminaron volando hasta el Mundo de los Flamencos para jugar con ellos a enamorarse y disfrutar del juego Pilla pilla píllame tú.
Y colorín colorado si se te enferma el dragón ven a mi Mundo de animales porque también soy veterinaria de dragones.
Y colorín colorado también este Mundo bonito se ha acabado.
El gran cuento de la silla maldita (5º)
Érase una vez en la Clase de 5º una silla en la que todos los profesores se chocaban y tropezaban. Bueno, pero todos no, se tropezaban todos menos Tatiana, que a veces se chocaba, pero no siempre.
Y resulta que un día que se chocó entraron directamente unos héroes, porque la silla tenía vida. Fue Fiama la que se dio cuenta, porque se había chocado con ella muchas veces, así que decidió pasar a través de ella la siguiente vez que se chocara.
Pum pim y ya. Fiama llegó al Mundo de los Sietes. Allí descubrió que vivía Fernando El cosquilloso, un héroe que no había podido cruzar, porque estaba convencido de que había perdido la inspiración hacía diez años, nada más nacer. Y la inspiración es muy importante para viajar en la silla, que en ese mundo no era maldita, sino divertida.
Fiama convenció a Fernando El cosquilloso de que podía ayudarlo como el Sol y la Luna ayudan a la montaña a tener árboles y darle vida al viento. El truco para la inspiración, le aseguró, era dar calor para crecer y tener tranquilidad para soñar en todos los mundos, incluido el Mundo del gran partido de fútbol.
Fernando El Cosquilloso decidió intentarlo y se sentó en la silla, ahora no maldita sino divertida, que dibujó una sonrisa en su espalda al verlo por fin sobre ella. Así fue como llegó al Mundo de la música, que no era uno, sino dos, y estaba junto al Mundo de los niños. Al pasar por todos ellos, les contó el secreto: que cuando te sentabas, la silla te tele transportaba a todos los mundos, incluido al Mundo del caos.
Finalmente, Fernando el cosquilloso pudo ser también un héroe como los demás y llegar a la Clase de 5º unos minutos atrás en el tiempo para salvar a Fiama de chocarse con la silla otra vez. Fue así como lograron comenzar la clase de francés, que les llevaría al Mundo de la Torre Eiffel.
Y colorín colorado el profesorado me ha alegrado y como la montaña me he quedado hasta colorado.
Y colorín colorado te cuidado que te coge Jack Sparrow.
Y colorín colorado el lego me ha alegrado y Doraimon se ha salvado.
Y colorín colorado en El Paso me he adelantado para salvarnos.
Y colorín colorado te bañas de gel para recorrer todos los mundos con la silla maldita y las manos limpias.
El cuento del suspiro sin reglas y del Mundo de Valentina (6º)
Érase una vez en la playa cuando Marco, Janin, Iker, Valentino y Bruno montaban a caballo un poni salvaje por la orilla y se encontraron con los restos de un barco pirata y, al lado, enterrada en la arena, había una nave espacial. Hubo un viento muy fuerte que levantó la arena y los caballos poni salvajes tropezaron con ella, por eso la vieron. Los amigos leyeron en la nave su nombre. Venía del Mundo Gatuno.
Entonces Marco cogió una piedra de la orilla, rompió la cerradura y entró, pero vio que el motor estaba lleno de arena, así que lo reparó soplando y soplando con la ayuda de sus amigos. Al fin estaba lista para despegar, así que pilotó Janin y de copiloto se sentó Iker, por si había algún problema, porque era muy apañado. Los demás se pusieron detrás con el cinturón abrochado, porque iban a salir disparados hacia otros mundos y querían sacarles fotos con móviles.
Pero, entonces, cuando iban por el Mundo de surf de Javier llegó otra nave espacial y les atacó por detrás. La nave quedó dañada y se cayó en un Mundo oscuro donde llovían tortugas que daban contra el casco de la nave, por lo que tuvieron que salir corriendo y se tropezaron con un dinosaurio muy grande y se escondieron hasta que se fue.
Entonces al fin decidieron explorar el Mundo Oscuro y vieron un pueblo donde sus habitantes mandaban cohetes para destruir los miedos con amor y sonrisas. Les pidieron ayuda, porque no sabían cómo salir de aquel Mundo Oscuro. Ellos les ayudaron dándoles paracaídas para salir volando y aterrizar en Mundo del agua, que se parecía al Mundo estrellado de colores y también al Mundo de las hadas.
Al fin estaban en un mundo en el que todo parecía tranquilo, pero, de pronto, aparecieron unos extraterrestres que les secuestraron y no los dejaban salir hasta que llegaron Pablo y Leire en una nave gaticornio y los salvaron. Ya entre las estrellas les contaron que había un mundo donde la Luna era el Mundo Gatuno, algo que a estos nos les gustaba nada, porque no querían ser satélite de nadie. Por eso, este mundo, llamado el Mundo de la Trifuerza, estaba en guerra con el Mundo Gatuno, y había golpeado a la nave con la que viajaron desde la playa en la que la encontraron, porque pensaban que era de sus enemigos.
Los unicornios estaban mediando para acabar con la guerra entre el Mundo Gatuno y el Mundo de la Trifuerza para salvar a los amigos, porque se quedaron muy sorprendidos al descubrir que había caballos poni salvajes en su mundo. Por eso, les propusieron un intercambio. Les darían una nave espacial si ellos les daban un caballo de aquellos tan bonitos al llegar de nuevo a la playa. Así fue como llegaron al Valle Encantado con los unicornios, que se hicieron amigos enseguida de los caballos poni salvajes, y todos comieron juntos saltándose la clase de matemáticas que, sin embargo, es la mejor. Por eso la dejaron para el día siguiente, cuando vivirían en ella una nueva aventura.
Con el tiempo, a Marco, Iker, Janin y Bruno les llegó un mensaje que anunciaba cómo el Mundo de la Trifuerza y el Mundo Gatuno habían firmado un pacto, porque les pidieron por favor que les dejaran tenerles como Luna para no morirse de calor y que no se secara su mar.
Y colorín colorado este cuento se ha maullado en el Paso Encantado.
Y colorín colorete este cuento se fue al garete en cohete.
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